jueves, 6 de mayo de 2010
¡Qué noche la de aquel día!
Tras la fulgurante ascensión de The Beatles en el panorama musical, el salto al cine parecía algo lógico. Y al igual que hicieron con la música, también en cine dejaron su sello y marcaron tendencias. ¡Qué noche la de aquel día! (1964) no es, indudablemente, una obra maestra pero sí que contiene muchos rasgos que la hacen única y además, con el paso del tiempo, ha ganado como documento de una época y testimonio de cómo eran los cuatro músicos en sus primeros años.
La película narra en día en la vida de un grupo musical y no deja de ser una especie de film sobre The Beatles interpretándose a sí mismos. El argumento es bastante sencillo y no busca, en realidad, contar nada concreto. De hecho, las escenas y los diálogos son bastante caóticos y surrealistas, donde se remarca la oposición de estos jóvenes a las normas y costumbres de la generación anterior. Ellos desean cambiar el mundo o, al menos, vivir su mundo a su manera. En este sentido, la película es un testimonio de la revolución que supuso la década de los sesenta, con todo lo que trajo consigo. El diálogo entre un hombre y Ringo es muy significativo de por donde iban los tiros: "Luché en la guerra por gente como ustedes" le dice a Ringo y éste le contesta: "Apuesto que se ha arrepentido de haber ganado".
Con todo, lo mejor de la película es poder disfrutar con la actuaciones de George, John, Paul y Ringo. Comprobar su alegría de vivir, su entusiasmo, su ingenuidad a la hora de actuar y, sobre todo, disfrutar de unas canciones que siguen contagiando alegría y que son lo mejor de toda la película.
En definitiva, una película de culto, para incondicionales del grupo, pero también para aquellos que saben disfrutar de una comedia alocada, vitalista y sin pretensiones, reflejo de toda una época y una generación irrepetibles.
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