viernes, 23 de julio de 2010

Forajidos



Dirección: Robert Siodmak.
Guión: Anthony Veiller (Relato: Ernest Hemingway).
Música: Miklós Rózsa.
Fotografía: Elwood Bredell (ByN).
Reparto: Burt Lancaster, Ava Gardner, Edmond O'Brien, Albert Dekker, Sam Levene, Vince Barnett, Virginia Christine, Charles D. Brown, Jack Lambert, Donald MacBride, Charles McGraw, William Conrad, Phil Brown, Queenie Smith, Jeff Corey, Harry Hayden, Bill Walker.

Forajidos (1946) parte de un relato breve de Ernest Hemingway de 1927, "Los asesinos", y que cubriría la primera parte de la película, hasta el asesinato del Sueco (Burt Lancaster). Luego, Anthony Veiller, el guionista, desarrolla el pasado del Sueco al hilo de la investigación que lleva a cabo el empleado de una compañía de seguros a base de flashbacks. Este procedimiento narrativo nos lleva de inmediato a Ciudadano Kane (Orson Welles, 1941), cuya estructura se adapta aquí al cine negro. El resultado es magnífico: partiendo de un asesinato, seguimos las pesquisas del agente de seguros para poder esclarecer lo que llevó a dos matones a acribillar a un aparentemente sencillo empleado de una gasolinera que ni intentó escapar. La intriga es pues el motor que tira del relato y que nos mantiene en vilo a lo largo de los ciento cinco minutos que dura la película.

Lo único que recordaba de la primera y lejana vez que vi Forajidos es una escena sin mucha importancia en la que el agente de seguros Riordan (Edmond O'Brien) charla con un policía (Sam Levene), antiguo amigo del Sueco, en el jardín de su casa. Supongo que la recuerdo porque es la única escena luminosa de la película. El resto transcurre casi siempre entre penumbras, de noche o en habitaciones sombrías, creando un ambiente soberbio gracias a una fotografía impecable de Elwood Bredell.

También habría que destacar la maestría de Robert Siodmak a la hora de hilvanar los flashbacks de manera precisa, logrando mantener intacta la emoción del principio y resolviendo maravillosamente un complicado engranaje de personajes y sucesos, traiciones y mentiras sin que lleguemos a perder el hilo de los sucesos.

Capítulo aparte merece el reparto. Si bien Burt Lancaster no es un actor que me guste demasiado, en este caso es la imagen perfecta de un ex-boxeador metido a delincuente y a quién la mujer fatal de turno ha dejado KO desde el primer encuentro. Ella es Ava Gardner, bellísima como nunca, distante y fría, altiva como un felino. No sólo comprendemos al pobre Sueco, sino que desearíamos estar en su piel y poder abrazar y besar a la hermosa Ava, una de la más sensuales y terribles mujeres fatales del cine.

Forajidos es una de las cimas del cine negro, una película que nos atrapa desde el primer minuto y ya no nos deja libres hasta mucho más allá del final. El film sirvió para lanzar al estrellato tanto a Burt Lancaster como a Ava Gardner, hasta entonces una actriz de reparto más.

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