domingo, 8 de julio de 2012
A la caza del lobo rojo
No es de los films más conocidos de Gene Hackman. Tampoco es uno de los más logrados. Esta película basa su interés en la intriga, aunque sepamos desde el principio más o menos cuál va a ser el desenlace.
Dirección: Andrew Davis.
Guión: John Bishop.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Frank Tidy.
Reparto: Gene Hackman, Joanna Cassidy, Tommy Lee Jones, John Heard, Dennis Franz, Reni Santoni, Pam Grier, Ron Dean, Kevin Crowley, Marco St. John.
El veterano sargento Gallagher (Gene Hackman) recibe la misión de custodiar a un soldado desde Alemania a los Estados Unidos para ser juzgado por un tribunal militar. Sin embargo, cuando el avión llega a su destino, el prisionero (Tommy Lee Jones) huye. A medida que Gallagher comienza la búsqueda del prisionero empezará a verse envuelto en un asunto cada vez más peligroso y con graves implicaciones políticas.
A la caza del lobo rojo (1989) explota aún el tema de la Guerra Fría en un año en que ésta comienza a ser más bien cosa del pasado, con la caída del Muro de Berlín. Pero el tema seguía dando juego y la prueba es este film, que posee una intriga bastante aceptable, aunque muy poco creíble, en la que altos mandos militares y políticos de los Estados Unidos y la URSS intentan boicotear los planes de paz y de desarme nuclear de las dos potencias planeando un atentado contra el primer ministro soviético.
El guión es algo confuso, quizá en gran medida a conciencia, utilizando esa confusión para aumentar la intriga y el interés del espectador por desenmarañar la trama. Poco a poco, ésta se va desenredando sola y así vamos comprendiendo todos los entresijos de la historia al tiempo, y esto es lo peor, que anticipamos el desenlace. Decía que la trama no es demasiado verosímil, pero al menos está bien elaborada y cumple con solvencia su misión. Porque A la caza del lobo rojo es un film que entretiene, sin duda. Lo que sucede es que parece prometer al principio mucho más de lo que finalmente ofrece. Porque el arranque de la película, con la cumbre en Alemania entre americanos y soviéticos, es lo mejor de todo, con una incipiente intriga que es la que nos engancha a la historia.
Sin embargo, pronto la película comienza a declinar lentamente a medida en que vamos conociendo, o intuyendo más bien, de qué va la historia y también con la aparición de otros personajes en la trama que no terminan de convencerme. En concreto, tanto la exmujer de Gallagher, Eileen, interpretada por una limitada Joanna Cassidy, como el policía amigo del sargento, Milan Delich (Dennis Franz), me parecen unos personajes bastante mediocres. Tal vez sea en este aspecto donde flojea gravemente la película, en la tarea de "amueblar" convenientemente la trama: ni los malos resultan del todo convincentes ni gran parte de los secundarios. Tampoco los diálogos acaban de funcionar y resultan demasiado simples.
Por todo ello es por lo que A la caza del lobo rojo acaba perdiendo gran parte de su interés para convertirse en un pasable pasatiempo que nos deja la impresión de ser un film en gran parte desaprovechado. Incluso la labor de Andrew Davis tras la cámara carece de energía, de originalidad y de nervio. Se limita a filmar de un modo correcto y predecible, sin más.
No sé que nota le acabaríamos poniendo a este film si no contara con Gene Hackman. La verdad es que su presencia logra salvar el resultado con un trabajo convincente y, en algunos momentos, realmente inspirado. También Tommy Lee Jones da muestras de su valía, si bien su papel es bastante secundario, con lo que se desaprovecha en gran medida su presencia.
Así pues, A la caza del lobo rojo no deja de ser un film más del montón. Uno de tantos basado en las intrigas políticas pero que no destaca especialmente por nada. Sirve para hacernos pasar un rato entretenido, pero no se si ello es suficiente y sino deberíamos esperar algo más teniendo en cuenta los materiales con los que contaba Davis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario