sábado, 12 de diciembre de 2015

El legado de Bourne



Dirección: Tony Gilroy.
Guión: Tony Gilroy, Dan Gilroy.
Música: James Newton Howard.
Fotografía: Robert Elswit.
Reparto: Jeremy Renner, Rachel Weisz, Edward Norton, Joan Allen, Albert Finney, Oscar Isaac, Scott Glenn, Stacy Keach, David Strathairn, Corey Stoll, Donna Murphy, Paddy Considine.

Cuando estalla el problema Jason Bourne, un agente especial fuera de control, otros programas de inteligencia del gobierno corren el riesgo de ser descubiertos. Por ello, el Departamento de Defensa decide investigar las posibles ramificaciones del programa Treadstone y poner en cuarentena su propio programa, Outcome, hasta que se calme la situación; los agentes de Outcome deben ser eliminados.

Visto el éxito de la trilogía de Jason Bourne, no extraña en absoluto la aparición de El legado de Bourne (2012), cuyo único cometido parece ser seguir explotando el éxito de aquella. El problema fue que ni Paul Greengrass ni Matt Damon aceptaron rodar una cuarta entrega, de ahí el tener que hacer un film con una trama paralela a la de la trilogía y contar con un nuevo protagonista, algo que no deja de ser un lastre.

El guión de El legado de Bourne, como decía, se inventa una historia que corre paralela al caso Bourne, lo que justificaría esta nueva entrega, implicando a otros departamentos de inteligencia y nuevos programas de adiestramiento de agentes secretos. Sin embargo, hay que reconocer que el argumento de El legado de Bourne parece mucho menos creíble que el Bourne. Tal vez por carecer de la originalidad de aquel, resultando algo repetitivo; tal vez por ser más rebuscado y, quizá, por estar mucho peor explicado y menos integrado con la acción. Y es que el principal defecto de esta película es que su historia resulta algo confusa y, bien analizada, la trama es de un esquematismo total, repitiendo pautas, escenas y situaciones de la trilogía, lo que a todas luces le resta interés y emoción. Además, algunos detalles, como el de las pastillas y las alteraciones genéticas, pueden resultar un tanto inverosímiles. En general, la historia es mucho menos atractiva y emocionante, lo que pesa como una losa a lo largo de todo el film.

Dicho ésto, hay que aclarar que El legado de Bourne no es una mala película. Es cierto que el comienzo no es demasiado brillante, pero el director va aumentando la intensidad progresivamente y la persecución final resulta bastante brillante, al menos en su puesta en escena. Sin embargo, el hecho de que la película esté entroncada con las de Bourne hace inevitable ciertas comparaciones y en todas sale perdiendo El legado de Bourne, cuyas peleas y persecuciones están un peldaño por debajo de las protagonizadas por Matt Damon. Y eso que Jeremy Renner, sin tener el carisma de Damon, logra realizar un más que aceptable trabajo, resultando del todo creíble y convincente. Quizá el único punto en que estoy más con Tony Gilroy es en que su dirección no resulta tan estresante y nerviosa como la de Greengrass, algo que agradezco profundamente.

La simplicidad del guión también se pone en evidencia en el desenlace de la película, que resulta a todas luces precipitado y un tanto desconcertante. La muerte del agente que acosa a los protagonistas es todo menos brillante y las escenas que intentan explicar y cerrar el caso parecen metidas ahí de manera un tanto forzada. Es uno de los finales más extraños que recuerdo y que dejan un triste broche a la película. No entiendo como no se cuidó un poco mejor algo tan importante como esta.

El legado de Bourne finalmente queda reducida a una aceptable y entretenida película de acción que, sin embargo, hubiera ganado si se hubiera desvinculado de la trilogía de Bourne y la hubieran escrito como algo independiente. Al querer vincularla a las películas precedentes, queda como una secuela menor y pobre de las otras, perdiendo en las comparaciones y presentándose como un producto muy poco original y que no aporta nada a la serie. Entretiene, pero no fascina.





No hay comentarios:

Publicar un comentario