miércoles, 17 de febrero de 2016

Asesino implacable



Dirección: Mike Hodges.
Guión: Mike Hodges (Novela: Ted Lewis).
Música: Roy Budd.
Fotografía: Wolfgang Suschitzky.
Reparto: Michael Caine, Ian Hendry, Britt Ekland, John Osborne, Tony Beckley, George Sewell, Geraldine Moffat, Dorothy White, Rosemarie Dunham.

Jack Carter (Michael Caine) es un asesino a sueldo de la mafia londinense. Un día recibe la noticia de que su hermano ha muerto en accidente, pero él no lo cree y decide viajar a su Newcastle natal para averiguar la verdad.

Interesante debut como director de Mike Hodges con un título que es un clásico del cine negro británico.

Asesino implacable (1971) destaca, en primer lugar, por la composición que hace Michael Caine de su personaje, Jack Carter, un asesino elegante, impasible y frío como el hielo. Durante casi toda la película, Carter parece no perturbarse por nada. Solamente el cadáver de su hermano y su joven sobrina parecen ablandar un poco su coraza. Pero es solamente algo pasajero y muy breve. De nuevo, Carter recuperará su flema británica y seguirá implacable la búsqueda del asesino de su hermano. Y todo con el aplomo y el carisma de Michael Caine, atractivo y peligroso a partes iguales.

Más tarde, cuando Carter ve la película pornográfica en la que aparece su sobrina, dejará aflorar de golpe todo el dolor encerrado desencadenando la violencia de su venganza.

Lo segundo que debemos destacar es el tono realista de la película. Hodges desnuda la trama de cualquier adorno y nos ofrece un film muy próximo a la estética de un documental. Conocemos las zonas más pobres y feas de Newcastle, sus clases bajas, la miseria de los barrios obreros y una ausencia total de alegría o de esperanza. Es un realismo directo como escenario donde se mueven los mafiosos de turno, entre la podredumbre de los bajos fondos y un lujo algo vulgar y chabacano.

Y el tercer elemento que debemos remarcar es cómo el director no tiene ninguna prisa a la hora de contar esta historia de venganza. En el cine actual, todo sería mucho más directo y violento. En esta ocasión, Mike Hodges se toma su tiempo, con una primera parte muy extensa en la que vamos conociendo a Carter y su entorno, la mafia local, los ambientes, los barrios periféricos de Newcastle. No hay prisa, todo ha de llegar ha su debido momento. Es una manera de entender el género completamente opuesta a la moda actual, más cercana a una estética de video-clip y donde se prima más lo aparatoso y la violencia sin control. Cuestión de estética.

Asesino implacable es un thriller sin concesiones, rodado con mano firme. Hodges se muestra tremendamente seguro en un debut muy logrado, apoyándose en un guión de su propia autoría y que, si bien es verdad que en algunos pasajes puede parecer algo confuso, resulta muy sólido, con diálogos logrados y una historia muy bien contada, de modo que ni la falta de concesiones comerciales ni la larga duración de la cinta se perciben como obstáculos. Sin duda, un film interesante.

En el año 2000, Stephen T. Kay realizó Get Carter (Asesino implacable), un remake de esta película protagonizado por Sylvester Stallone.

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