miércoles, 6 de septiembre de 2017
El vuelo
Dirección: Robert Zemeckis.
Guión: John Gatins.
Música: Alan Silvestri.
Fotografía: Don Burgess.
Reparto: Denzel Washington, Kelly Reilly, Don Cheadle, Bruce Greenwood, John Goodman, James Badge Dale, Melissa Leo, Nadine Velázquez.
Durante un vuelo comercial, un avión sufre una avería que provoca una caída en picado del avión. El comandante del mismo, Whip Whitaker (Denzel Washington), consigue realizar un aterrizaje forzoso que logra salvar la vida de casi todos los pasajeros. Sin embargo, el comandante pilotaba bajo los efectos del alcohol y las drogas, por lo que corre el peligro de ser considerado responsable del accidente.
A veces sucede que leo una sinopsis de una película y decido al instante que no quiero verla. Algo me dice que me va a defraudar. Esto mismo me pasó con El vuelo (2012), título que no me trasmitía buenas sensaciones, a pesar de contar con Denzel Washington al frente del mismo, un actor del que me gusta casi todo lo que ha hecho.
Pero al final me he decidido a darle una oportunidad y, sinceramente, me ha sorprendido gratamente, al menos porque no es el tipo de historia que me esperaba: un relato de un héroe puesto en la picota que al final sale airoso. El vuelo no es eso, lo cuál es de agradecer. O al menos, no es exactamente cómo me la imaginaba, porque de alguna manera, el personaje del comandante en cierto sentido sale airoso a fin de cuentas.
El vuelo no es un relato más sobre el conocido héroe americano. Incluso el argumento deja de lado todo el tema de la investigación sobre el accidente, el juicio, etc, etc... es decir, lo que uno podría imaginar que sería el tema principal de la película. El vuelo es, al contrario, un film sobre la naturaleza humana, un relato de un hombre en caída libre. No el avión, sino él. Porque el comandante Whitaker es un hombre divorciado, sin una buena relación con su ex mujer y su hijo, un tipo que vive solo, sin arraigo, y que ha encontrado en la bebida y las drogas un aliado para seguir tirando, un medio para no mirar de frente la realidad. Así que El vuelo es, en realidad, una película sobre el alcoholismo, sobre la autodestrucción, sobre las mentiras que se pueden levantar para no huir de una situación que no nos gusta. El accidente es en realidad el decorado, que ayuda a dar cierto dramatismo a la historia, ayuda a comprender mejor al protagonista y nos brinda algunos momentos de acción. Pero el eje de la la historia son las personas débiles que han sucumbido a sus pesadillas, perdedores a los que la realidad se les ha hecho insoportable, solitarios sin refugio. Y por eso, El vuelo me ha sorprendido gratamente, como una propuesta diferente a lo que imaginaba, una reflexión más o menos sincera sobre la condición humana.
Quizá el final pueda resultar algo teatral, algo forzado. Habrá quien piense que es una especie de arreglo un tanto peliculero para ofrecer un bonito desenlace donde se ponen en valor la decencia, la honradez y la sinceridad cuando alguien ha tocado fondo. Y es verdad que suena un poco a final "made in Hollywood". Ahora bien, tampoco es un desenlace descabellado y además, Denzel Washington, nominado al Oscar como mejor actor, consigue hacerlo creíble. Y es que este actor sigue siendo toda una garantía para cualquier historia en la que se embarque.
Sin embargo, El vuelo no me pareció una gran película. Le noto algunas carencias. Creo que le falta fuerza, le falta convicción. Hay un cierto equilibrio entre lo comercial y la reflexión sobre el protagonista que no termina de funcionar del todo. No es un film comercial al cien por cien, pero tampoco tiene la fuerza de otras historias sobre el alcoholismo. Zemeckis huye de lo melodramático, intenta hacer un film personal pero sin renunciar a lo correcto, a un tono que resulte "para todos los públicos". En resumen, es un film correcto intentando hablar de temas nada correctos.
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