lunes, 21 de julio de 2014
Soldados de Salamina
Dirección: David Trueba.
Guión: David Trueba (Novela: Javier Cercas).
Música: Varios.
Fotografía: Javier Aguirresarobe.
Reparto: Ariadna Gil, Ramón Fontserè, Joan Dalmau, María Botto, Diego Luna, Alberto Ferreiro, Luis Cuenca, Vahina Giocante.
Una periodista, escritora frustrada, empieza a recomponer un extraño suceso ocurrido en la Guerra Civil española: el fusilamiento de cincuenta prisioneros del bando nacional, entre los que se encontraba uno de los ideólogos de la Falange: Rafael Sánchez Mazas, que logró huir con vida.
La Guerra Civil es un tema recurrente de la cinematografía española, que a menudo ha acudido a ella en tono de comedia, tal vez en un intento de restañar heridas y de quitar hierro a una de las páginas más negras de nuestra historia. Pero en Soldados de Salamina (2003), David Trueba, que adapta la novela de Javier Cercas, hace una aproximación más dramática que incluso, en algunos pasajes, recuerda más a un documental que a una simple película de ficción. Puede que este tratamiento sea, finalmente, lo más interesante de una película que no consigue evitar caer en ciertos errores de bulto que terminan por pasarle factura.
Es cierto que la película posee una acertada dosis de intriga que engancha a la historia. También es verdad que Trueba logra compaginar con gran acierto imágenes de la guerra con las reconstrucciones históricas, de manera que el viaje al pasado de la protagonista se funde con eficacia con el presente, sin altibajos ni bruquedades. Y, naturalmente, está el tema de la guerra fratricida, tratada con rigor y seriedad, lo que proporciona algunos pasajes notables que nos recuerdan el drama humano de una contienda terrible de la que aún se están pagando las consecuencias en la actualidad.
Sin embargo, Trueba no logra sortear todos los problemas con elegancia y la película tiene algunos detalles que bajan el listón y nos dejan un sabor amargo por lo que podría haber sido Soldados de Salamina y finalmente no es.
Por un lado, y quizá sea la mayor pega que le encuentro a la película, está la relación entre la protagonista, Lola (Ariadna Gil), y Conchi (María Botto). En la novela, el protagonista es un hombre. No cuestiono el cambio de sexo del periodista, es más, la presencia de una mujer llevando a cabo al investigación añade algo de fragilidad e intriga al relato, desde mi punto de vista. Pero el tener que recurrir a una relación lésbica, algo que parece ser una curiosa moda en la ficción nacional, no deja de ser un truco comercial barato que, además, se queda en nada y encima no termina de enganchar del todo con la trama principal. Tenemos la impresión de que no es sino un pegote del que se hubiera podido prescindir perfectamente.
El segundo detalle que no terminó de convencerme es precisamente la actuación de Ariadna Gil. Convertida en el eje de la película y la principal protagonista, su interpretación es seca, aburrida, sin fuerza y hasta sin convicción. Justo al contrario que otros personajes secundarios de la película, que dan un aire de autenticidad a la historia que se pierde con Ariadna. Trueba opta por un rostro hermoso para añadir cierto atractivo a la película pero, por desgracia, es uno de los puntos más flojos de la película.
El desenlace, con la visita de Lola a Miralles (Joan Dalmau), también es de los detalles que no terminaron de gustarme. Lo encuentro demasiado peliculero, algo forzado y no muy creíble. Entiendo que enfocar la película desde un punto de vista demasiado documentalista no hubiera funcionado tal vez en taquilla, pero esta serie de concesiones terminan por casar mal con el tono general de la película.
Aún así, David Trueba da muestras de su buen gusto y nos regala algunas escenas muy buenas. Lástima que no logre mantener un buen nivel a lo largo de la historia y, sobre todo, que se deje llevar por los recursos fáciles, especialmente la relación amorosa de Lola, que echan por tierra otros logros para dejar al final a Soldados de Salamina como un film interesante pero que no logra hacer realidad todas las posibilidades que encerraba la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario