El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 10 de junio de 2025

El extraño



Dirección: Chloe Okuno.

Guión: Chloe Okuno y Zack Ford.

Música: Nathan Halpern.

Fotografía: Benjamin Kirk Nielsen.

Reparto: Maika Monroe, Karl Glusman, Burn Gorman, Mãdãlina Anea.

Julia (Maika Monroe) se traslada junto a su marido Francis (Karl Glusman) a Bucarest cuando él es ascendido en su trabajo. Nada más instalarse en su apartamento, Julia se da cuenta de que un vecino no para de espiarla desde el edificio de enfrente.

La primera palabra que se me ocurre tras ver El extraño (2022) es minimalismo. Chloe Okuno realiza un ejercicio en el que todos los elementos están reducidos a lo mínimo: reparto, escenarios, diálogos, situaciones... Y el mérito de la directora es sacar casi todo el jugo a esos pocos elementos, logrando crear un clima de tensión que llega a ser agobiante durante toda la duración de la cinta.

La historia se centra en Julia, una mujer que llega a Rumanía acompañando a su esposo y que se siente desubicada y sola. No conoce el idioma ni a nadie en el país y se pasa el día sola, pues el marido trabaja hasta altas horas de la noche. Y en medio de esa soledad, descubre que un vecino la espía constantemente y, a esa inseguridad de sentirse observada, se suma la noticia de un asesino en serie de mujeres. Este es un detalle clave para explicar el miedo creciente de Julia y a la vez sirve de explicación de por qué su marido no la toma demasiado en serio, pensando que está volviéndose paranoica sin muchos motivos.

A partir de ahí, Okuno mantiene la tensión y, sobre todo, nos transmite la soledad de Julia, incomprendida por el marido, que era su único apoyo, hasta el punto de querer regresar a Estados Unidos superada por la situación.

Okuno logra que veamos con una claridad incuestionable el miedo que pueden sentir las mujeres en el día a día cuando un desconocido las observa, las sigue... puede que no haya nada detrás de ello, puede que para un hombre su miedo sea exagerado... hasta que Okuno nos lo hace ver desde el punto de vista de Julia y sufrimos con ella y comprendemos su desvalimiento en un país extranjero, sola, sin nadie que la crea.

Tal vez a este ejercicio tan sobrio le sobre el final tramposo que parece innecesario y desentona un poco con el desarrollo tan eficaz de toda la película. Pero tampoco es un detalle que estropee el resultado e incluso proporciona una justificada y necesaria satisfacción.

Sin duda, una película muy interesante.

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