Dirección: Stephen Shimek.
Guión: Gérard Miller, Brian O'Donnell y Jerome Reygner-Kalfon
Música: Joshua Sohn.
Fotografía: Brian Vilim.
Reparto: Mischa Barton, Chris Browning, Bianca A. Santos, Giles Matthey, Grace Lynn Kung, Seamus Dever, James Urbaniak, Amy Sloan, Alex Hyde-White, Clark Carmichael, Rae Gray, Liz Pazik.
Seis personas sin aparente relación entre sí son invitadas a pasar un fin de semana en la masión que el multimillonario Lewis Findley (Alex Hyde-White) posee en una isla.
Las películas de misterio y crímenes, al estilo de las novelas de Agatha Christie, a la que se rinde homenaje abiertamente en la cinta, resultan siempre en principio atractivas por el reto a nuestra perspicacia y la dosis de intriga que nos garantiza mantenernos enganchados a la trama.
Pero también es evidente, y lo saben perfectamente bien los asiduos lectores de las novelas de la reina del misterio, que muchas veces los desenlaces son decepcionantes por no estar a la altura de nuestras expectativas, jugando con los espectadores con trampas y giros de última hora.
Invitación al asesinato (2023) nos mantiene expectantes sin mucho problema durante la primera parte de la historia precisamente por la intriga en torno a los motivos por los que un millonario reúne a seis desconocidos en una mansión aislada. Se sospecha de inmediato de una serie de crímenes, al estilo de la novela Diez negritos, pero las cosas no irán por ahí, sino que el argumento, desgraciadamente, es mucho menos ingenioso.
Lo que queda claro desde el comienzo es que Invitación al asesinato es una película con cierta buena presentación pero que se desarrolla de una manera un tanto rutinaria, sin nada realmente reseñable, empezando por un reparto con rostros poco conocidos que, si bien no desentona, tampoco brilla especialmente.
El guión tampoco se anda con rodeos y desde el principio vemos que va directo al grano, lo que se agradece para evitarnos momentos sin sustancia pero, al mismo tiempo, deja la impresión de que se trata de una historia sin mucha profundidad.
Pero es en el momento en que la historia empieza a desvelar sus trucos cuando nos damos cuenta en realidad de la poca entidad del argumento, cuya banalidad sale a relucir en la parte final del relato, con una historia poco convincente y, lo que es peor, una puesta en escena donde el director muestra su absoluta falta de talento para crear un mínimo de tensión en los momentos clave de la cinta.
Al final, tenemos un film muy poco estimulante que solamente puede satisfacer a un público muy poco exigente o sin mucha experiencia en películas de este estilo. Prescindible.

