El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 21 de marzo de 2025

Below Her Mouth



Dirección: April Mullen.

Guión: Stephanie Fabrizi.

Música: 

Fotografía: Maya Bankovic.

Reparto: Natalie Krill, Erika Linder, Sebastian Pigott, Mayko Nguyen, Tommie-Amber Pirie, Daniela Barbosa. 

Jasmine (Natalie Krill) vive con su prometido (Sebastian Pigott), con quien está planeando su boda. Pero una noche conoce a Dallas (Erika Linder), una lesbiana que se interesa abiertamente por ella y ese encuentro cambiará su vida.

Lo primero que habría que destacar de Below Her Mouth (2016) es que se trata de un film erótico realizado solo por mujeres, desde la directora hasta un reparto donde solamente hay un hombre con un rol importante. Ello le da un punto de vista femenino que se nota en un guión que no se queda en un simple relato básico que sirva de soporte a las escenas de sexo y también en que dichas escenas están filmadas con muy buen gusto, además de ser lo suficientemente explícitas, intensas y extensas para cumplir con nota el papel que se les asigna en una película de estas características.

Es cierto que la historia no es excesivamente original en lo esencial, pero creo que un film erótico no pretende sentar cátedra en cuanto al nivel literario del argumento. Pero si bien no es un guión profundo, sí que es coherente, se preocupa de amueblar la historia mínimamente y en especial le da cierta profundidad a las protagonistas, que resultan creíbles y logran hacer comprensible su romance en base a su pasado.

Además, muchas películas del género parecen demonizar el tema de la infidelidad o salirse de lo estipulado y terminan por degenerar en panfletos moralizadores que previenen contra los peligros de unas relaciones que no sigan las pautas ordinarias. Below Her Mouth tiene la virtud de contar una historia sin pretender dar lecciones de nada. Es sencillamente la historia de una pasión tan fuerte que rompe con lo ordinario. Puede que para algunos no resulte convincente, pero en esencia estamos ante una historia directa que deja claro a dónde va y el por qué. En este sentido, me convenció.

Quizá en el tema del reparto encontremos los puntos más débiles de la cinta. Erika Linder no me convenció como actriz y es un detalle que termina por perjudicar un poco la historia. Lo compensa en parte Natalie Krill, mucho más convincente y con una belleza deslumbrante, algo básico para que el componente erótico funcione.

En resumen, Below Her Mouth es un film erótico y creo que esa debe ser la base de su valoración. Y desde ese enfoque, creo que es lo suficientemente interesante para valorarlo positivamente. Además, es elegante, intenso y con el suficiente apoyo argumental para que el relato se sostenga y nos interese.

martes, 18 de marzo de 2025

Late Night



Dirección: Nisha Ganatra.

Guión: Mindy Kaling.

Música: Lesley Barber.

Fotografía: Matthew Clark.

Reparto: Emma Thompson, Mindy Kaling, John Lithgow, Hugh Dancy, Reid Scott, Max Casella, Denis O'Hare, Amy Ryan, Paul Walter Hauser.

Katherine Newbury (Emma Thompson) lleva años al frente de un programa de televisión que en su momento tuvo mucho éxito. Sin embargo, en los últimos años, el programa ya no funciona tan bien y la presidenta de la cadena (Amy Ryan) se plantea sustituirla.

Absolutamente nada en Late Night (2019) se sale de la mediocridad y la culpa reside en un guión demasiado pobre.

Para empezar, nada en la historia que se cuenta en Late Night es realmente original. Tenemos a una mujer en crisis profesional que, de entrada, se presenta como alguien egocéntrico y antipático. Sabemos claramente que eso va a cambiar conforme avance la película. Y lo hará gracias a la llegada de la nueva guionista a su programa, Molly (Mindy Kaling). Y otra vez constatamos la falta de originalidad pues, del choque inicial entre Katherine y Molly, vamos a ir asistiendo a su entendimiento progresivo y finalmente a su camaradería y amistad. Todo demasiado visto y, encima, presentado de una manera totalmente vulgar y previsible.

Pero lo peor es que da la sensación de que el guión no terminó de desarrollarse, que se quedó en el boceto y la relación de las protagonistas, así como otros temas secundarios, no se desarrolló del todo. Viendo la película tenía la impresión de que todo estaba concentrado, que faltaban escenas que ahondaran en los personajes principales y sus relaciones, que todo era tan esquemático que no teníamos sensación de que los personajes fueran reales. La impresión general era esa: irrealidad, artificio, falta de esencia.

Tampoco como comedia es especialmente interesante. No hay nada que nos emocione, simplemente es una historia amable con el esperado final feliz, pero ni que nos aporta nada a cerca de los personajes ni tampoco sobre los temas abordados, como el del éxito, las envidias profesionales, la realización personal o la amistad. Porque, como decía, nada llega a tener la fuerza ni la profundidad necesarias como para interesarnos.

Lo mejor, el reparto, sin duda. Pero en general, Late Night es una película pobre que demuestra la falta de creatividad y talento de la guionista, que está mucho mejor en su faceta de actriz.

miércoles, 12 de marzo de 2025

Toc Toc



Dirección: Eli Roth.

Guión: Eli Roth, Nicolás López y Guillermo Amoedo.

Música: Manuel Riveiro.

Fotografía: Antonio Quercia.

Reparto: Keanu Reeves, Lorenza Izzo, Ana de Armas, Aaron Burns, Ignacia Allamand, Colleen Camp. 

Mientras su mujer (Ignacia Allamand) y sus hijos pasan el fin de semana en la playa, dos atractivas jóvenes (Lorenza Izzo y Ana de Armas) llaman a la puerta de la casa de Evan (Keanu Reeves). 

Toc Toc (2015) es una película sorprendente, con un toque diferente: aquí son las mujeres las que manipulan y abusan del hombre. Se puede valorar este cambio de roles y más porque, contra todo pronóstico, ellas consiguen dominarlo no una, sino un par de veces. Y el mérito está en que todo esto resulta creíble.

En cuanto al argumento, no creo que merezca la pena darle muchas vueltas. Se trata de dos jovencitas que entran en casa del protagonista y lo seducen, haciendo el amor con él. Después, regresan a la casa para castigarlo por haberse acostado con dos menores de edad (eso es mentira, pero es la baza que juegan ellas para evitar que las denuncie a la policía). A partir de ahí, Evan maniatado y sometido a un juego macabro con su vida como premio. 

No busquen un sentido a todo esto. Que ese par de psicópatas se dediquen a castigar a los hombres que se acuestan con ellas no parece tener una clara explicación, pero tampoco la película pretende darla. Podríamos pensar que solo se trata de un juego de Eli Roth donde ni siquiera queda claro que pretenda realizar una crítica a social o sexual. Si nos perdemos en búsquedas imposibles toparemos con un muro.

Tampoco el toque picante es demasiado evidente como para tenerlo en cuenta. Las pocas escenas con cierta carga sexual son breves y muy poco explícitas. En este sentido, creo que Roth desaprovecha el potencial de Lorenza Izzo y Ana de Armas, muy bellas las dos pero sin que el guión explote ese filón. Aquellos que vieron la película tentados por su presencia se llevarán una decepción.

Y es que, bien mirada, Toc Toc parece una película que se queda en la línea de salida: promete intriga, violencia y sexo y no ofrece nada de eso, al menos no en la justa medida.

Lo curioso, en mi caso, es que llegué a ponerme de parte de las chicas. No es que quisiera que Evan muriera, sería del todo excesivo, pero en un momento dado, cuando lo sueltan y le dan la oportunidad de escapar, temía que él terminara matándolas, lo que suele ser habitual en este tipo de propuestas. Y al menos en ese detalle, Toc Toc presenta un enfoque original.

Como pasatiempo, entretiene, aunque es verdad que nuestras expectativas nunca se ven recompensadas del todo. Vale para una tarde de cine sin complicaciones, pero sabiendo que detrás del envoltorio no hay gran cosa.

domingo, 9 de marzo de 2025

Oscura obsesión



Dirección: Yann Gozlan.

Guión: Michel Fessler, Aurélie Valat, Jean-Baptiste Delafon y Yann Gozlan.

Música: Philippe Rombi.

Fotografía: Antoine Sanier.

Reparto: Diane Kruger, Mathieu Kassovitz, Marta Nieto, Amira Casar. 

Estelle (Diane Kruger) es piloto de aviación y está casada con el doctor Guillaume (Mathieu Kassovitz). Su vida es tranquila hasta que aparece Ana (Marta Nieto), su antiguo amor de juventud.

Al poco de comenzar Oscura obsesión (2023) empecé a sospechar que podría tratarse de un bodrio. Un ritmo demasiado tranquilo, alargando las escenas, y la mezcla de sueños o visiones de Estelle mezclándose contínuamente con la realidad parecían avisarnos de que estábamos ante un guión hueco que recurría a crear cierto misterio para poder abarcar un metraje aceptable. Eran solo sospechas.

Sin ellas, habría que admitir que la película ofrecía ciertos detalles de interés. Por un lado, el reencuentro de Estelle con un antiguo amor, con el toque lésbico que siempre añade algo de morbo al asunto. Además, los sueños de la protagonista van creando un clima misterioso que nos invita a querer seguir la trama para aclarar lo que se insinúa.

El problema de este tipo de enfoques es doble: no se debe alargar demasiado la intriga con excesivos amagos sin que lleven a nada concreto, pues terminan por actuar en contra de sus intereses y, en lugar de mantener la intriga, cansan. Y ese es uno de los defectos de la película.

El otro problema es que el misterio planteado ha de resolverse de manera coherente y convincente, de manera que veamos recompensada nuestra espera. Y de nuevo Oscura obsesión nos decepciona. Y en esta ocasión además de manera terriblemente patética, con un final absurdo, incoherente, que pretende resultar confuso a propósito, como queriendo darle un giro más al misterio y que resulta todo menos creíble y convincente y añade la última gota que colma el vaso de nuestras sospechas iniciales. 

Quizá lo único salvable es Diane Kruger, que realiza un trabajo muy convincente, creando un personaje atormentado cuyo sufrimiento al final es lo único creíble de la película.

Sin duda, una de las mayores tonterías que he visto últimamente y que convierte el engaño, los trucos y las mentiras del guión en el único recurso de una historia que, llevada con más sentido común, hubiera podido resultar interesante.

domingo, 2 de marzo de 2025

El hilo rojo



Dirección: Daniela Goggi.

Guión: Alejandro Montiel, Daniela Goggi y Mili Roque Pitt.

Música: Sebastián Escofet.

Fotografía: Sol Lopatín.

Reparto: Eugenia Suárez, Benjamín Vicuña, Hugo Silva, Guillermina Valdés. 

Manuel (Benjamín Vicuña) conoce a la hermosa auxiliar de vuelo Abril (Eugenia Suárez) durante un vuelo y el flechazo entre ambos es inmediato. Sin embargo, un imprevisto los separa durante siete años.

Tercera película de la directora Daniela Goggi, El hilo rojo (2016) es un drama romántico que con el título, que hace referencia a una leyenda china que viene a decir que las almas gemelas están unidas por una fuerza invisible que superará cualquier obstáculo, ya nos indica por dónde van los tiros.

Se trata del amor que une a Manuel y Abril desde el mismo momento en que se conocen y que hará que cuando se vuelvan a encontrar les lleve a reanudar su pasión, por encima de todo: familia, deber, conciencia.

El tema en sí, aunque puede que muy visto, no deja de ofrecer muchas posibilidades, pues el amor es quizá el motor más importante en la vida. Pero el problema de El hilo rojo es que la directora parece más preocupada por ofrecernos una serie de hermosas postales y recrearse en la incuestionable belleza de Eugenia Suárez que en profundizar en un tema apasionante.

El resultado es que como historia de amor, El hilo rojo es demasiado pobre y superficial. Más bien nos está hablando del deseo, de una atracción entre los protagonistas que resulta comprensible, pero no llega a profundizar en los personajes, de manera que nunca llegamos a sentir ese amor que los arrastra. Es algo que resulta evidente en unos diálogos que se quedan en lo evidente, pero que no nos dicen mucho acerca de Manuel y Abril, más que rasgos genéricos. Y si no nos enamoramos como espectadores de los protagonistas, el mensaje no llega, el drama se queda en las apariencias y todo resulta superficial y algo vacío.

La evidencia más clara de lo mal planteado que está el guión es que los amantes jamás llegan a contagiarnos esa pasión ni el sufrimiento que les produce. Estás viendo un drama que busca ser intenso y te quedas casi indiferente

En cambio, la directora demuestra su buen gusto por ambientar la historia con una fotografía preciosa y lugares de postal. Pero eso precisamente, unido a la falta de profundidad, le da a la película un aspecto de telefilm muy poco interesante.

Y si el desarrollo de la historia de amor de Manuel y Abril resulta superficial, el final es decididamente torpe y hasta incongruente. La única salida lógica después de todo lo visto era el ver a los protagonistas juntos, confirmando la leyenda del hilo rojo que acaba venciendo cualquier obstáculo. Lo que nos ofrece Daniela Goggi es un truco sensiblero que busca contentar a todos dejando el final abierto, pero que en realidad va en contra de lo que pretendía contarnos la película.

Así pues, El hilo rojo es una película pobre en cuanto a mensaje y contenido. Un film demasiado superficial que solo destaca por la estética y los protagonistas, cuya química es evidente, y que resultan lo más convincente de la historia.

miércoles, 12 de febrero de 2025

Los amantes



Dirección: Nicole García.

Guión: Jacques Fieschi y Nicole garcía:

Música: Grégoire Hetzel.

Fotografía: Christophe Beaucarne.

Reparto: Stacy Martin, Pierre Niney, Benoît Magimel, Christophe Montenez, Nicolas Wanczycki, Roxane Duran.

Lisa (Stacy Martin) y Simon (Pierre Niney) son novios. Simon es un modesto traficante de drogas que huye del país, abandonando a Lisa, cuando un amigo suyo muere de sobredosis. Lisa acaba rehaciendo su vida.

Los amantes (2020) intenta ser un thriller moderno que gira en torno al muy visto triángulo amoroso. El planteamiento en sí no es malo, poniendo en juego el amor incondicional de Lisa hacia Simon, el gran amor de su vida, mientras que con su marido Léo (Benoît Magimel) más bien hay gratitud. Por eso, cuando después de mucho tiempo sin tener noticias de Simon, Lisa lo encuentra por casualidad, no puede evitar caer de nuevo en sus brazos.

El dilema de Lisa es si seguir con su esposo, con una vida controlada y lujosa, o volver con Simon.

Nicole García parece querer imprimir a la historia su sello personal, escapando de los planteamientos más viscerales que hubieran podido conducir el drama a terrenos peligrosos. Prefiere un enfoque más a la francesa, dándole al film un toque bastante frío que a la larga es su mayor error. Porque, entre caer en lo melodramático y pasarse al lado gélido, hay un término medio, que sería el más idóneo para una historia que nos habla de un amor incondicional. A lo largo de Los amantes no hay ni un solo momento en que sintamos la pasión del amor de Simon y Lisa, no hay tampoco romanticismo, ni fuego. Nicole García nos quiere contar una historia dramática por la fuerza de unos sentimientos ausentes durante toda la película.

Y además, hay otro fallo importante en el guión: el amor más incuestionable es por parte de Lisa hacia Simon, pero él en cambio nos provoca dudas, pues prefirió abandonarla y luego no hizo nada para buscarla. Incluso cuando se encuentran, es Lisa la que da el paso para volver con él. 

Y con este detalle, el resto de la trama flaquea, de manera que resulta casi incomprensible el que quieran matar a Léo, pues no percibimos ni la pasión ni la necesidad para ello. Porque el otro personaje básico de la historia, Léo, tampoco está bien desarrollado. Lo único que comprendemos es que ama a Lisa, a pesar de comprender que ella no le corresponde de la misma manera.

Y eso hace que nos pongamos de lado de Léo y en contra de Simon. Léo es un personaje que llegamos a entender y que nos provoca compasión, pues lo ha dado todo por la mujer a la que ama y no es correspondido en la misma medida. Pero Simon parece ser todo lo contrario, no ha hecho nada importante por Lisa, la ha abandonado incluso, y sin embargo ella lo adora. Simon termina por resultar antipático. Algo que sin duda es lo contrario de lo que deberíamos sentir y que nos muestra las fisuras de un guión tan mal desarrollado que juega en contra de sus intereses.

La frialdad en el planteamiento es tal que cuando llega el momento clave de la película no nos inmutamos, porque no nos afecta, porque es todo demasiado frío, porque no sentimos el amor de Simon por Lisa como algo tan fuerte. Y un film que pretende contarnos una historia tan apasionada y que no nos conmueve tiene un grave problema.

¿Es una mala película? No del todo. La historia en sí creo que tiene fuerza, los actores resultan aceptables. Pero da la impresión de que la directora se dejó llevar por cuestiones de estilo y se olvidó de la esencia. Una pena.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Los que se quedan



Dirección: Alexander Payne.

Guión: David Hemingson.

Música: Mark Orton.

Fotografía: Eigil Bryld.

Reparto: Paul Giamatti, Dominic Sessa, Da' Vine Joy Randolph, Carrie Preston, Andrew Garman, Tate Donovan, Gillian Vigman, Brady Hepner.

Durante las vacaciones de Navidad, el profesor Paul Hunham (Paul Giamatti) deberá quedarse vigilando a aquellos los alumnos que tienen que pasar las vacaciones en el colegio.

Alexander Payne es un director con personalidad. Su cine es diferente, más reflexivo, intimista. Dicho así, podría parecer un tipo pedante y pretencioso que nos aburre con pesadas comeduras de coco. Y no es así. Quizá la mayor virtud de Payne es lograr que ese cine personal, de discurrir lento, basado en los diálogos y el estudio de los personajes resulte ameno, divertido por momentos, que invite a la reflexión evitando dogmatismos, que nos obligue a cuestionarnos muchas cosas sin pretender educarnos. Y ese, creo yo, es un equilibrio muy complicado de alcanzar.

Ya había disfrutado hace tiempo de su maravillosa Entre copas (2004), donde también contaba con Paul Giamatti, uno de esos actores sin la belleza típica de los protagonistas y que explica su presencia exclusivamente en su gran talento como actor. Un tipo que hace creíble cualquier papel, incluso el de perverso villano (Shoot 'Em Up: En el punto de mira de Michael Davies, 2007).

Los que se quedan (2023) es una comedia dramática que gira en torno a tres personas solitarias y heridas: el profesor Hunham, un cascarrabias algo amargado; la cocinera del colegio, Mary Lamb (Da'Vine Joy Randolph), que no consigue superar la muerte de su único hijo y el estudiante Angus Tully (Dominic Sessa), al que su madre prefiere dejar solo en Navidad para irse de viaje con su nuevo marido.

El esquema de este planteamiento no es novedoso, con el enfrentamiento inicial entre el profesor y el alumno y el consabido acercamiento entre ambos gracias a la convivencia. Lo original es cómo el director logra crear un discurso tierno, conmovedor, intimista y profundo en torno a los tres protagonistas evitando la cursilería y cualquier tipo de excesos. Y tampoco nos ofrece la solución a todo. Este no es un film ejemplarizante, sino que se acerca más a un retrato verosímil sobre la vida, el sufrimiento, la soledad, los sueños truncados, el dolor, pero siempre con ese toque elegante de Alexander Payne. 

Para entenderlo mejor, el ambiente en un colegio y la figura del profesor nos llevan a pensar en El club de los poetas muertos (Peter Weir, 1989), un film con grandes virtudes pero que, al lado de Los que se quedan, muestra abiertamente sus graves defectos: el dramatismo exagerado, personajes menos convincentes, menos profundos y mucho más esquemáticos. 

La actriz Da'Vine Joy Randolph se llevó el Oscar a la mejor actriz secundaria.