El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

lunes, 23 de junio de 2025

El sheriff de Dodge City



Dirección: Joseph M. Newman.

Guión: Daniel B. Ullman y Martin Goldsmith.

Música: Hans J. Salter.

Fotografía: Carl Guthrie.

Reparto: Joel McCrea, Julie Adams, John McIntire, Nancy Gates, Richard Anderson, James Westerfield, Walter Coy, Don Haggerty, Harry Lauter.

Cuando su hermano Ed (Harry Lauter), aspirante a sheriff de Dodge City, es asesinado, Bat Masterson (Joel McCrea) acepta la invitación para presentarse él mismo al cargo.

El sheriff de Dodge City (1959) es la típica película del Oeste de serie B, con evidentes limitaciones de presupuesto, lo que se evidencia en unas localizaciones limitadas y la ausencia de grandes nombres en el reparto y la producción, salvo McCrea que, sin llegar al estatus de figuras como John Wayne, James Stewart o Kirk Douglas, logró hacerse un hueco en la historia del cine del Oeste, especialmente de la mano de Sam Peckinpah.

La cinta gira en torno a la típica historia de venganza pero, sobre todo, ofrece una imagen idealizada del protagonista, un personaje histórico que aquí es el depositario de grandes valores como la valentía, la honestidad o la lealtad. Si bien es casi imposible tomar su retrato muy en serio, lo que es innegable es que la cinta sigue fiel a los principios básicos del género, oponiendo sin matices a los buenos y los malos, estos últimos verdaderos ejemplos de todo lo ruín que puede llegar a ser una persona.

Y es precisamente por esta simplicidad en el planteamiento, con un guión que va a grano y opta por la sencillez de sus planteamientos siempre, que la película resulta por un lado fácil de ver y de disfrutar y, por otra parte, demasiado simple como para elevarla más allá de un film honesto pero limitado.

Sin embargo, es cierto también que posee cierta calidad en sus diálogos, especialmente si los comparamos con los que suelen escucharse en películas recientes y donde, de una manera no exenta de cierta poesía, se expresan los sentimientos y justificaciones de los actos de los protagonistas de un modo bastante certero.

Agradable de ver, especialmente para los amantes del género, la cinta tiene el valor de permitir comprobar cómo las películas más modestas anteriores al auge del cine puramente comercial de nuestros días eran capaces de atesorar cierta calidad a pesar de sus limitaciones.

viernes, 20 de junio de 2025

La isla mínima



Dirección: Alberto Rodríguez.

Guión: Rafael Cobos y Alberto Rodríguez.

Música: Julio de la Rosa.

Fotografía: Alex Catalán.

Reparto: Raúl Arévalo, Javier Gutiérrez, Antonio de la Torre, Nerea Barros, Salva Reina, Jesús Castro, Manolo Solo.  

Dos policías de homicidios de Madrid, Pedro Suárez (Raúl Arévalo) y Juan Robles (Javier Gutiérrez), son enviados a un pequeño pueblo en las marismas del Guadalquivir para investigar la desaparición de dos adolescentes.

Galardonada con hasta diez premios Goya, La isla mínima (2014) es una película policíaca donde prima sobre todo la austeridad, palpable en el guión, el desarrollo, la ambientación y los personajes. En principio, es un planteamiento con el que me identifico: no suelo ser partidario de complicar las cosas innecesariamente. El inconveniente es que la austeridad termina por ser casi tediosa.

Reducirlo todo a lo básico en la película acaba por convertirla en algo casi sin alma. Los personajes se quedan en muy poca cosa y, durante la mayor parte de la película, los dos policías se limitan a estar juntos, sin que entre ellos se establezca una clara interacción, que se limita a un par de diálogos sobre el pasado de Juan en la época de la dictadura. Este detalle al final termina aportando la única nota reseñable de la historia: la oposición entre un policía que viene de la dictadura, con su brutalidad a cuestas, y el otro, Raúl, que pretende ser más justo y respetuoso con la ley y las normas. Pero, al final, la realidad acaba imponiéndose a la moral y Raúl termina asumiendo ciertas cosas sin protestar, tal vez por gratitud, pero también por cierta ambición profesional.

Como digo, estas pinceladas, demasiado superficiales tal vez, sobre los protagonistas son lo mejor de La isla mínima que, en el apartado meramente de la intriga policial, resulta un tanto decepcionante, pues la investigación se desarrolla de manera poco brillante, sin grandes momentos de interés, y penalizada por una lentitud y un minimalismo que le quitan cualquier emoción posible. Incluso en los momentos más dramáticos, uno se queda bastante distante del drama que está contemplando.

Puede que parte del problema, si prescindimos de esa búsqueda de una sencillez extrema, la tenga la elección de uno de los protagonistas pues, si Javier Gutiérrez, sin ser un prodigio, mantiene un tono bastante verosímil, su compañero Raúl Arévalo es un palo y no varía la expresión de su cara en ningún momento, como si estuviera anestesiado. Los secundarios tampoco aportan nada, en parte porque están reducidos a una participación mínima, pero tampoco se les ve especialmente dotados para el drama. Da la impresión de que todos estudiaron el mismo método de interpretación consistente en hablar sin entonación y tener una posa apática. 

Poca cosa positiva saco finalmente de la cinta, salvo quizá la fotografía y el retrato de un sur atrasado, inculto y miserable.

martes, 10 de junio de 2025

El extraño



Dirección: Chloe Okuno.

Guión: Chloe Okuno y Zack Ford.

Música: Nathan Halpern.

Fotografía: Benjamin Kirk Nielsen.

Reparto: Maika Monroe, Karl Glusman, Burn Gorman, Mãdãlina Anea.

Julia (Maika Monroe) se traslada junto a su marido Francis (Karl Glusman) a Bucarest cuando él es ascendido en su trabajo. Nada más instalarse en su apartamento, Julia se da cuenta de que un vecino no para de espiarla desde el edificio de enfrente.

La primera palabra que se me ocurre tras ver El extraño (2022) es minimalismo. Chloe Okuno realiza un ejercicio en el que todos los elementos están reducidos a lo mínimo: reparto, escenarios, diálogos, situaciones... Y el mérito de la directora es sacar casi todo el jugo a esos pocos elementos, logrando crear un clima de tensión que llega a ser agobiante durante toda la duración de la cinta.

La historia se centra en Julia, una mujer que llega a Rumanía acompañando a su esposo y que se siente desubicada y sola. No conoce el idioma ni a nadie en el país y se pasa el día sola, pues el marido trabaja hasta altas horas de la noche. Y en medio de esa soledad, descubre que un vecino la espía constantemente y, a esa inseguridad de sentirse observada, se suma la noticia de un asesino en serie de mujeres. Este es un detalle clave para explicar el miedo creciente de Julia y a la vez sirve de explicación de por qué su marido no la toma demasiado en serio, pensando que está volviéndose paranoica sin muchos motivos.

A partir de ahí, Okuno mantiene la tensión y, sobre todo, nos transmite la soledad de Julia, incomprendida por el marido, que era su único apoyo, hasta el punto de querer regresar a Estados Unidos superada por la situación.

Okuno logra que veamos con una claridad incuestionable el miedo que pueden sentir las mujeres en el día a día cuando un desconocido las observa, las sigue... puede que no haya nada detrás de ello, puede que para un hombre su miedo sea exagerado... hasta que Okuno nos lo hace ver desde el punto de vista de Julia y sufrimos con ella y comprendemos su desvalimiento en un país extranjero, sola, sin nadie que la crea.

Tal vez a este ejercicio tan sobrio le sobre el final tramposo que parece innecesario y desentona un poco con el desarrollo tan eficaz de toda la película. Pero tampoco es un detalle que estropee el resultado e incluso proporciona una justificada y necesaria satisfacción.

Sin duda, una película muy interesante.

lunes, 2 de junio de 2025

Disturbia



Dirección: D. J. Caruso.

Guión: Christopher B. Landon y Carl Ellsworth (Histaria: Christopher B. Landon).

Música: Geoff Zanelli.

Fotografía: Rogier Stoffers.

Reparto: Shia LaBeouf, Sarah Roemer, Aaron Yoo, David Morse, Carrie-Anne Moss, José Pablo Cantillo, Viola Davis, Matt Craven.

Condenado a arresto domiciliario por pegar a un profesor, el joven Kale (Shia LaBeouf) se entretiene espiando a los vecinos. Pronto empieza a sospechar que uno de ellos (David Morse) puede ser un asesino en serie.

Disturbia (2007) está inspirada en La ventana indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954) pero, salvo el tema del personaje que espía a los vecinos, el desarrollo es bastante diferente, comenzando por el personaje principal. De ahí que no crea oportuno establecer comparaciones entre ambas, donde la película de Caruso saldría bastante mal parada.

Analizándola por sus valores intrínsecos, lo primero que llama la atención en Disturbia es su guión, realmente superficial y escasamente imaginativo. La escena inicial de la pesca entre padre (Matt Craven) e hijo, que servirá para justificar el trauma de Kale por la muerte de su padre, desvela ya la poca importancia que los guionistas le otorgan a construir una historia sólida y cómo solamente parecen interesarles los adornos y lo efectista, como se ve en la escena del accidente de coche, más propia del cine de acción.

La poca originalidad del argumento se constata en todo lo demás, con un desarrollo sin imaginación, muy previsible y dónde los momentos de tensión resultan muy artificiales y poco convincentes, con la exageración de convertir la casa del asesino en una especie de parque de atracciones de los horrores. 

Lo peor, con todo, es la escasa definición de los personajes, como la madre de Kale (Carrie-Anne Moss), que no deja de ser algo meramente decorativo, y especialmente los protagonistas, sin profundidad, ni como individuos ni en sus relaciones, acercándose a la típica película romántica para adolescentes en muchos momentos más que a una sólida historia de intriga.

El resultado es una película muy superficial, sin alma, que casi funciona mejor en su vertiente cómica que en la dramática, lo que es un claro reflejo de la poca consistencia de un guión que habría tenido que pegarnos al asiento atrapados por al tensión y en cambio nos deja bastante indiferentes.

jueves, 15 de mayo de 2025

Una joven prometedora



Dirección: Emerald Fennell.

Guión: Emerald Fennell.

Música: Anthony Willis.

Fotografía: Benjamin Kraĉun.

Reparto: Carey Mulligan, Bo Burnham, Alison Brie, Clancy Brown, Jennifer Coolidge, Laverne Cox, Chris Lowell, Molly Shannon, Connie Britton.

Cassie (Carey Mulligan) trabaja como camarera día, después de abandonar su carrera de medicina, y por las noches frecuenta bares fingiendo que está borracha para castigar a posibles agresores sexuales.

Una joven prometedora (2020) es un film que te deja mal cuerpo, por todo lo que lleva dentro, por cómo lo cuenta Emerald Fennell y por su desolador desenlace. Si es lo que pretendía la directora, y también guionista, bravo por ella.

La película nos mete en la piel de Cassie, una joven traumatizada por la violación y muerte de su mejor amiga a manos de unos compañeros de universidad. Cassie no ha logrado superar ese trauma y lleva una vida triste, sin amigos, con un trabajo anodino y donde la sola vía de escape es provocar a posibles agresores sexuales para vengarse de ellos. Al final, también decide saldar cuentas con los responsables de la agresión a su amiga y los que miraron para otro lado en lugar de intentar hacer justicia.

Con un argumento así, es fácil que nos quedemos atrapados con la historia, sobre todo porque Cassie es un personaje muy triste, sin expectativas, sin esperanza, anclada en el pasado, en ese dolor que la ha cambiado como persona.

Es verdad también que la venganza de Cassie es un tanto descafeinada, lo que deja trazas de un moralismo extraño, donde Cassie, más que ejercer la justicia por su cuenta, parece contentarse con hacer reflexionar a sus víctimas sobre sus actos; lo que hace que no estemos ante la típica historia de venganza tantas veces vista. Y es lo que convierte a Una joven prometedora en un film realmente original que ha sabido darle una vuelta de tuerca a un género anclado en unos argumentos muy estereotipados.

Si toda la película resulta bastante dolorosa, esto se acrecienta con un final desolador, sorprendente, que termina por dejarnos muy mal cuerpo. Sin duda, dado el tema tratado, se puede entender, pero en el fondo hubiera deseado el típico final feliz, tal vez porque la realidad que nos muestra Una joven prometedora es demasiado dura y soñábamos con que Cassie, un personaje con el que empatizamos, pudiera al fin pasar página y ser feliz.

En todo caso, con sus debilidades, como un guión demasiado forzado en algunos momentos, me pareció una película realmente original y con un mensaje que te golpea de lleno. 

Una joven prometedora se llevó el Oscar al mejor guión original.

miércoles, 7 de mayo de 2025

Final feliz



Dirección: Joosje Duk.

Guión: Joosje Duk.

Música: Alexander Reumers.

Fotografía: Ezra Reverda.

Reparto: Gaite Jansen, Martijn Lakemeier, Joy Delima, Sinem Kavus, Claire Bender, Sidar Toksöz. 

Luna (Gaite Jansen) y Mink (Martijn Lakemeier) llevan un años juntos y, aunque son bastante felices, Luna tiene un problema importante: no consigue llegar al orgasmo cuando tiene sexo con su novio.

Película holandesa distribuida por Netflix, Final feliz (2023) es una comedia romántica extremadamente sencilla. Y ahí reside su encanto y también por ahí se pueden encontrar sus debilidades, pues evidentemente no estamos ante una gran película, lo que no quiere decir que no funcione.

Para empezar, Final feliz nos cuenta una historia de amor que se hace entrañable por los protagonistas: una pareja de dos buenas personas que nos caen bien desde el primer minuto. No son los típicos guaperas perfectos, inteligentes, sexis... es gente muy normal y no es difícil ponerse en su piel.

Además, la base de sus problemas, el que ella no consiga llegar al orgasmo y tenga problemas para decírselo a su pareja por miedo, es un toque realmente original que está tratado con elegancia y muy buen gusto, sin caer nunca en chistes fáciles o momentos groseros. La elegancia al tratar todas las escenas sexuales es tal vez otro de los grandes méritos del director. Por ejemplo, en las escenas de cama, logra transmitir la pasión del momento sin llegar a lo vulgar, conservando incluso un toque romántico.

Tampoco se recurre a las exageraciones, chistes fáciles, personajes secundarios extravagantes... está todo controlado, nada sobresale del enfoque elegante y amable, con lo que podemos disfrutar de una historia que se desarrolla con naturalidad y sin estridencias. Me pareció un enfoque perfecto dado el tema tratado.

Pero el mayor acierto de la película reside en contar con Gaite Jansen, una actriz atractiva, es cierto, pero cuyo mayor encanto reside en su frescura, su naturalidad, incluso su fragilidad. Acabas enamorándote de ella por cómo es. Creo que con otra actriz, Final feliz no hubiera funcionado tan bien. Gaite Jansen es el alma de la historia.

Así pues, si buscas una comedia con un toque diferente, elegante, ágil, ligera y entrañable, Final feliz no te decepcionará.

viernes, 2 de mayo de 2025

La perfecta desconocida



Dirección: Joshua Marston.

Guión: Joshua marston y Julian Sheppard.

Música: Danny Bensi y Saunder Jurriaans.

Fotografía: Christos Voudouris.

Reparto: Rachel Weisz, Michael Shannon, Michael Chernus, Azita Ghanizada, Omar Metwally, Chris Lowell, Frank De Julio, Condola Rashad, Danny Glover, Kathy Bates.

El día del cumpleaños de Tom (Michael Shannon), un amigo suyo aparece con Alice (Rachel Weisz), una joven a la que acaba de conocer. 

La perfecta desconocida (2016) nos ofrece una muestra más de lo curioso e imaginativo que puede ser el cine independiente, último refugio de propuestas serias. Pero, por desgracia, es un tipo de cine que, por su propia naturaleza, está alejado del gran público. Y esta película nos demuestra el motivo.

La perfecta desconocida tiene muchos detalles interesantes pero, al mismo tiempo, patina en otros, como por ejemplo un ritmo demasiado cansino o los esfuerzos del director en dejar su impronta, lo que da como resultado algunas imágenes sugestivas y otras muchas innecesariamente personales. 

Pero prefiero quedarme con lo positivo de la película.

En primer lugar, el argumento realmente original donde se nos cuenta una historia de amor truncada y, a pesar de todo, auténtica. Porque Alice, que entonces tenía otro nombre, y Tom tenían una historia de amor en su época de estudiantes. Pero ella, un día, desapareció sin dejar huella. Quince años después, regresa con la sola intención de ver de nuevo a Tom. Descubrimos entonces, a la vez que su antiguo novio, los motivos de su desaparición que no son otros que la necesidad de Alice de reinventarse, cambiar de vida, de oficio, de nombre, viajando por todo el mundo y, cuando siente que su nueva vida se ha agotado, emprender un nuevo cambio.

La verdad es que, aunque algo inverosímil, Alice ejemplifica el deseo de muchos de poder cambiar su rutina, escapar de una realidad insatisfactoria y empezar de nuevo. Casi nadie tiene el valor de hacerlo y en la película se ofrece una imagen un tanto idealizada, pues presentan a Alice como alguien que consigue destacar en cada nueva profesión, algo al alcance de muy pocos. Pero el contraste que se establece con Tom, que lleva toda su vida con un trabajo que no le gusta y al que es incapaz de renunciar, valida la elección de Alice y, al mismo tiempo, explica el porqué no pueden estar juntos: son demasiado diferentes, a pesar del amor que se tuvieron y que aún sienten.

Me parece maravillosa la escena en que Alice involucra a Tom en sus mentiras, dándole una nueva identidad que debe adoptar a la fuerza. Es uno de los mejores momentos de la película.

La perfecta desconocida me parece una singular y original historia de amor, alejada de los tópicos y del consabido final feliz. Pero por ello, muy sincera y creíble y contada con mucha delicadeza. Sin caer en excesos, percibimos el dolor de ambos protagonistas por lo que no pudo ser y su resignación ante un futuro alejados de nuevo. Pero en la última escena, Tom tal vez parece que ha encontrado la fuerza para acompañar a su esposa (Azita Ghanizada) a su nuevo destino. Puede que no esté todo perdido para él.