Dirección: April Mullen.
Guión: Stephanie Fabrizi.
Música:
Fotografía: Maya Bankovic.
Reparto: Natalie Krill, Erika Linder, Sebastian Pigott, Mayko Nguyen, Tommie-Amber Pirie, Daniela Barbosa.
Jasmine (Natalie Krill) vive con su prometido (Sebastian Pigott), con quien está planeando su boda. Pero una noche conoce a Dallas (Erika Linder), una lesbiana que se interesa abiertamente por ella y ese encuentro cambiará su vida.
Lo primero que habría que destacar de Below Her Mouth (2016) es que se trata de un film erótico realizado solo por mujeres, desde la directora hasta un reparto donde solamente hay un hombre con un rol importante. Ello le da un punto de vista femenino que se nota en un guión que no se queda en un simple relato básico que sirva de soporte a las escenas de sexo y también en que dichas escenas están filmadas con muy buen gusto, además de ser lo suficientemente explícitas, intensas y extensas para cumplir con nota el papel que se les asigna en una película de estas características.
Es cierto que la historia no es excesivamente original en lo esencial, pero creo que un film erótico no pretende sentar cátedra en cuanto al nivel literario del argumento. Pero si bien no es un guión profundo, sí que es coherente, se preocupa de amueblar la historia mínimamente y en especial le da cierta profundidad a las protagonistas, que resultan creíbles y logran hacer comprensible su romance en base a su pasado.
Además, muchas películas del género parecen demonizar el tema de la infidelidad o salirse de lo estipulado y terminan por degenerar en panfletos moralizadores que previenen contra los peligros de unas relaciones que no sigan las pautas ordinarias. Below Her Mouth tiene la virtud de contar una historia sin pretender dar lecciones de nada. Es sencillamente la historia de una pasión tan fuerte que rompe con lo ordinario. Puede que para algunos no resulte convincente, pero en esencia estamos ante una historia directa que deja claro a dónde va y el por qué. En este sentido, me convenció.
Quizá en el tema del reparto encontremos los puntos más débiles de la cinta. Erika Linder no me convenció como actriz y es un detalle que termina por perjudicar un poco la historia. Lo compensa en parte Natalie Krill, mucho más convincente y con una belleza deslumbrante, algo básico para que el componente erótico funcione.
En resumen, Below Her Mouth es un film erótico y creo que esa debe ser la base de su valoración. Y desde ese enfoque, creo que es lo suficientemente interesante para valorarlo positivamente. Además, es elegante, intenso y con el suficiente apoyo argumental para que el relato se sostenga y nos interese.