El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 12 de septiembre de 2025

Miss Willoughby y la librería embrujada



Dirección: Brad Watson.

Guión: Kate Wood, Chad Law y Josh Ridgway (Historia: Philippe Martínez).

Música: Adam Langston.

Fotografía: Ross W. Clarkson.

Reparto: Nathalie Cox, Kelsey Grammer, Louise Bangay, Tara Fitzgerald, Steven Elder, Caroline Quentin, Wayne Gordon, Scarlett Graham, Giacomo Gex. 

Helen Deakin (Louise Bangay), dueña de una librería, le cuenta a su amiga de Elizabeth Willoughby (Nathalie Cox) que está viendo al fantasma de su difunto padre. A pesar de lo raro del caso, Elizabeth decide intentar averiguar qué está sucediendo.

Miss Willoughby y la librería embrujada (2021) es un telefilm cuando menos extraño en cuanto a su argumento. La primera parte, que cuenta la infancia trágica de la protagonista, se convierte en un añadido sin transcendencia posterior importante, salvo sentar las bases de la relación de Elizabeth con Robert Windsor (Kelsey Grammer) y, tal vez, aumentar el metraje de la cinta.

Pero lo fundamental transcurre tras esa introducción y es la investigación que lleva la protagonista en relación a los extraños fenómenos que suceden en la librería de su amiga, que parece que podría estar perdiendo el juicio.

Si la base argumental es de cierto interés, el desarrollo de la historia resulta bastante fallido. Por un lado, no hay un misterio bien planteado, de manera que en muchos aspectos no parece que estemos ante un film de intriga y solo en el tramo final ésta se hace al fin palpable, pero con un desarrollo y resolución bastante torpes, tanto por la poca emoción de las escenas cruciales como por el pobre desempeño del director, de un talento más que limitado, rozando la torpeza en las escasas escenas de acción.

Tampoco el personaje de Elizabeth resulta convincente, con una pobre actuación de Nathalie Cox para colmo. Es una profesora de la que se dice en varias ocasiones que es muy buena resolviendo casos, lo que nos sorprende pues no hay nada en la historia que confirme ese punto y, por el argumento, parece que es un simple telefilm independiente. Es un detalle más de un guión con ciertas incoherencias que parece que ha sufrido cortes sin mucho cuidado.

También nos deja la impresión de que la película pudiera formar parte de una serie, con la profesora como protagonista resolviendo misterios; sin embargo, a menos que cambiara mucho la cosa en lo relativo a los guionistas y la dirección, no le veo mucho futuro a algo parecido.  

Por otro lado, Elizabeth tiene algunas similitudes con el personaje de Lara Croft (la mansión, una niña rica, entrenada en defensa personal, huérfana...), si bien el enfoque de la película recuerda más a los típicos films de época británicos, donde todo es elegancia y cierta rigidez en las formas, que al enfoque de acción de las películas de la heroína de videojuegos.

Así que si lo que esperas es una película atractiva y que te atrape en sus redes, te llevarás una decepción. Miss Willoughby y la librería embrujada funciona solo si no le pides mucho a la intriga y te contentas con ver una película correctamente elaborada en los apartados técnicos y con un desarrollo agradable aunque poco estimulante. 

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