El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 19 de agosto de 2014

Jumanji



Dirección: Joe Johnston.
Guión: Jonathan Hensleigh, Greg Taylor, Jim Strain (Novela: Chris Van Allsburg).
Música: James Horner.
Fotografía: Thomas Ackerman.
Reparto: Robin Williams, Kirsten Dunst, David Alan Grier, Bonnie Hunt, Jonathan Hyde, Bradley Pierce, Bebe Neuwirth, Adam Hann-Byrd, Patricia Clarkson.

Alan Parris (Robin Williams), un niño de unos doce años, encuentra un extraño juego de mesa. Cuando comienza una partida con una compañera de clase, Alan quedará atrapado en el juego durante veinticinco años.

Basada en una novela para niños de 1981 de Chris Van Allsburg, Jumanji (1995) es una película para ver en familia cualquier tarde de invierno. Pertenece a esa categoría de cine de aventuras con toques de comedia pero, sobre todo, con un argumento rebosante de imaginación donde cualquier cosa puede pasar.

La base reside en un curioso juego de mesa con "vida propia" que se las arregla para atraer a posibles jugadores con el sonido de un tambor que sólo ellos pueden oír. Pero una vez que comienzan a jugar, han de terminar la partida so pena de quedar atrapados en las garras del juego; juego además lleno de aterradoras sorpresas. De hecho, de no mediar el tono de comedia ni la decidida vocación familiar de la película, Jumanji contiene suficientes elementos para poder convertirla en un film de terror.

Con un argumento original donde los haya, Joe Johnston sabe sacar partido a la historia con un ritmo trepidante y unos efectos especiales que, a pesar de acusar algo el paso del tiempo, aún resultan convincentes.

Tampoco podemos quejarnos del reparto, encabezado por un excelente Robin Williams, un actor especialmente dotado para comedia y que no se excede en lo más mínimo, al contrario de otros colegas de su generación, y donde podemos disfrutar de una jovencita Kirsten Dunst muy acertada también en su interpretación. Como dato curioso, destacar el doble papel que interpreta Jonathan Hyde, que encarna al padre de Alan y al cazador que sale del juego.

En el debe de Jumanji quizá podemos poner que la película se centra en exclusiva en la vertiente cómica, dejando un tanto coja la parte más emotiva, de dónde sin duda se podría haber sacado más partido, con un mejor tratamiento de los personajes. Pero quizá tampoco era lo que se pretendía.

En definitiva, cine de palomitas en el buen sentido de la palabra. Jumanji es una entretenida comedia con toques fantásticos apoyada en unos espectaculares efectos especiales y un ritmo trepidante que nos ofrece un rato de sana diversión. Nada más, pero nada menos tampoco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario