El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 10 de abril de 2025

365 días: Aquel día



Dirección: Barbara Bialowas y Tomasz Mandes.

Guión: Mojca Tirs, Blanka Lipinska y Tomasz Mandes (Novela: Blanka Lipinska).

Música: Dominik Buczkowski y Patryk Kumór.

Fotografía: Bartek Cierlica.

Reparto: Anna Maria Sieklucka, Michele Morrone, Simone Susinna, Magdalena Lamparska, Otar Saralidze, Ewa Kasprzyk. 

Laura (Anna Maria Sieklucka) y Massimo (Michele Morrone) se han casado. Pero una familia mafiosa rival conspirará contra Massimo y utilizará a Laura para hacerle daño.

365 días: Aquel día (2022) es la continuación de la existosa 365 días (Barbara Bialowas y Tomasz Mandes, 2020).

Sin embargo, esta segunda entrega acarrea los problemas de la primera, que no soluciona, y encima pierde el toque original de la precedente, convirtiéndose en algo mucho menos original.

Los problemas de la primera entrega eran básicamente el guión, que terminaba siendo muy repetitivo y predecible, y que la dirección no era capaz de sacar todo el partido, en el terreno del erotismo, que ofrecía la historia. Contaba con el aliciente de la novedad y la pareja protagonista, pero ello no era sufuciente.

Y esta continuación incide en lo mismo. Tal vez a nivel del argumento la historia es más rica que la primera, pues se amplían los registros con la aparición de la intriga de la familia rival. Pero ello tiene otra consecuencia no muy positiva: la cinta pierde parte del morbo y el erotismo baja muchos grados, de manera que las escenas supuestamente picantes terminan por no cumplir su cometido y, si la esencia de un film erótico se pierde... Además, la trama de la mafia está tan mal argumentada, es tan rocambolesca y absurda que el film se convierte casi en una bufonada.

Así que lo único positivo que encontramos en esta secuela es de nuevo una producción cuidada, elegante, con una buena fotografía, pero que no consigue ni mantener el nivel de la primera.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario