El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 30 de abril de 2025

Siempre fiel



Dirección: André van Duren.

Guión: Paul Jan Nelissen, Elisabeth Lodeizen y André van Duren.

Música: Fons Merkies y Laurens Goedhart.

Fotografía: Josje van Erkel.

Reparto: Bracha van Doesburgh, Nasrdin Dchar, Gijs Naber, Elise Schaap, Matteo Simoni, Hannah Hoeskstra. 

Bodil (Bracha van Doesburgh) e Isabel (Elise Schaap), dos buenas amigas, se van de fin de semana juntas para echar una cana al aire, cubriéndose la una a la otra con sus mentiras. Pero todo se complica cuando Isabel aparece asesinada.

Película de suspense holandesa que en realidad se mueve en terrenos muy vistos, con pistas falsas, giros de última hora... no tiene nada realmente apasionante, pero funciona por el tema del suspense. Este tipo de argumentos, donde se mantiene en vilo al espectador hasta el último momento, suelen al menos atraparnos por el mero hecho de que deseamos conocer la verdad. Es pues nuestra curiosidad la que los mantiene en pie.

La diferencia básica entre una buena película y una mala reside en si el desenlace es coherente o no, entre otros detalles. A menudo, todo se viene abajo por lo rocambolesco del final, que arruina nuestras expectativas.

En el caso de Siempre fiel (2022) estamos ante el típico final con sorpresas de última hora, lo que no suele gustarme demasiado pero, en esta ocasión, tampoco decepciona especialmente. Aunque es enrevesado, tiene su lógica, lo mismo que las pistas falsas que nos llevan a dudar de algún personaje en concreto y que, al fin y al cabo, entendemos su necesidad para mantener la intriga.

Pero a parte de una historia coherente, también hemos de esperar que el resto de la producción tenga cierto nivel y la verdad es que Siempre fiel no es precisamente un buen ejemplo de algo notable. Se mueve en unos términos decentes, pero bordeando la mediocridad con bastante frecuencia. Se echa de menos un mejor desarrollo de los personajes, por ejemplo, o un mayor nivel de los actores. 

Por lo tanto, no es una gran película, simplemente un pasatiempo que, si soy sincero, me resultó entretenido. Lo mejor que puedo decir de él es que se me pasó muy rápido, sin llegar a aburrirme nunca. Ya es algo.

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