El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 7 de mayo de 2025

Final feliz



Dirección: Joosje Duk.

Guión: Joosje Duk.

Música: Alexander Reumers.

Fotografía: Ezra Reverda.

Reparto: Gaite Jansen, Martijn Lakemeier, Joy Delima, Sinem Kavus, Claire Bender, Sidar Toksöz. 

Luna (Gaite Jansen) y Mink (Martijn Lakemeier) llevan un años juntos y, aunque son bastante felices, Luna tiene un problema importante: no consigue llegar al orgasmo cuando tiene sexo con su novio.

Película holandesa distribuida por Netflix, Final feliz (2023) es una comedia romántica extremadamente sencilla. Y ahí reside su encanto y también por ahí se pueden encontrar sus debilidades, pues evidentemente no estamos ante una gran película, lo que no quiere decir que no funcione.

Para empezar, Final feliz nos cuenta una historia de amor que se hace entrañable por los protagonistas: una pareja de dos buenas personas que nos caen bien desde el primer minuto. No son los típicos guaperas perfectos, inteligentes, sexis... es gente muy normal y no es difícil ponerse en su piel.

Además, la base de sus problemas, el que ella no consiga llegar al orgasmo y tenga problemas para decírselo a su pareja por miedo, es un toque realmente original que está tratado con elegancia y muy buen gusto, sin caer nunca en chistes fáciles o momentos groseros. La elegancia al tratar todas las escenas sexuales es tal vez otro de los grandes méritos del director. Por ejemplo, en las escenas de cama, logra transmitir la pasión del momento sin llegar a lo vulgar, conservando incluso un toque romántico.

Tampoco se recurre a las exageraciones, chistes fáciles, personajes secundarios extravagantes... está todo controlado, nada sobresale del enfoque elegante y amable, con lo que podemos disfrutar de una historia que se desarrolla con naturalidad y sin estridencias. Me pareció un enfoque perfecto dado el tema tratado.

Pero el mayor acierto de la película reside en contar con Gaite Jansen, una actriz atractiva, es cierto, pero cuyo mayor encanto reside en su frescura, su naturalidad, incluso su fragilidad. Acabas enamorándote de ella por cómo es. Creo que con otra actriz, Final feliz no hubiera funcionado tan bien. Gaite Jansen es el alma de la historia.

Así pues, si buscas una comedia con un toque diferente, elegante, ágil, ligera y entrañable, Final feliz no te decepcionará.

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