Dirección: Robert Benton.
Guión: Robert Benton (Novela: Avery Corman).
Música: John Kander.
Fotografía: Néstor Almendros.
Reparto: Dustin Hoffman, Meryl Streep, Justin Henry, Jane Alexander, Petra King, Melissa Morell, Howard Duff, George Coe.
El mismo día que Ted Kramer (Dustin Hoffman) logra el mayor éxito profesional en su trabajo, su mujer Joanna (Meryl Streep) lo abandona a él y a su único hijo Billy (Justin Henry). A partir de entonces, Ted deberá ganarse el cariño de Billy, mientras intenta afrontar la nueva situación de compaginar su trabajo con el cuidado de su hijo.
De vez en cuando el cine aparca la ficción y se centra en ciertos dramas cotidianos. Esto es más patente en el mundo de los telefilmes, pero no exclusivo de ellos. Enfermedades, adicciones, dramas como el del divorcio... Es un tipo de cine que suele jugar en el filo de la navaja y a menudo los resultados de afrontar temas tan delicados y con tanta carga emocional suelen ser desastrosos. Pero este no es el caso de esta película. El mérito de Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979) es que se intenta dar una versión del tema lo más realista posible, sin evitar algunos aspectos evidentemente dramáticos, sobre todo al existir el tema de la custodia de un hijo por medio, pero sin caer en lo lacrimógeno.
No está exento de algunas situaciones un tanto estereotipadas y no hay excesivas sorpresas en cuanto al éxito de Dustin Hoffman como padre; el desarrollo de la película es bastante previsible. Lo que sorprende un tanto es el desenlace, aunque dadas las buenas intenciones de la película en general no deja de resultar lo más apropiado. Por desgracia, aquí la historia parece alejarse un tanto de la realidad.
Aún así, Benton consigue un film equilibrado, con una sabia dosificación de los momentos dramáticos con otros más gratificantes y hace que la historia pase por verídica y al tiempo no canse ni resulte demasiado empalagosa. Cuenta, es verdad, con la inestimable ayuda de unos muy buenos actores, en especial Hoffman, pues Meryl Streep tiene mucho menos papel. Y, naturalmente, me descubro ante el pequeño Justin. Un niño pocas veces resulta natural, pero Justin no sólo nos convence, sino que logra conmovernos simplemente con una mirada. Su trabajo es admirable y fue nominado a un Oscar como mejor secundario.
Kramer contra Kramer fue un gran éxito en su estreno y logró llevarse los cinco Oscars principales de ese año: mejor película, director, actor principal (Hoffman), actriz secundaria (Meryl Streep) y guión adaptado. No es cuestión de negarle méritos, pero parece una excesiva recompensa para esta película y más teniendo en cuenta que competía con Apocalypse Now de Coppola. Cosas de Hollywood.
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