Dirección: Billy Ray.
Guión: Billy Ray.
Música: Michael Danna.
Fotografía: Tak Fujimoto.
Reparto: Ryan Phillippe, Chris Cooper, Laura Linney, Dennis Haysbert, Kathleen Quinlan, Gary Cole, Bruce Davison, Caroline Dhavernas, Mary Jo Deschanel.
Eric O'Neill (Ryan Phillippe), cuya meta es llegar a ser agente especial en el FBI, es elegido por sus superiores para vigilar a Robert Hanssen (Chris Cooper), un agente veterano al que acusan de ser un pervertido sexual.
El espía (2007) está basada en un caso real, el del agente del FBI Robert Hanssen, que resultó ser uno de los mayores espías en la historia de los Estados Unidos. Este hecho lo conocemos nada más arrancar el film, que está contado en flashback, lo que ya nos da una idea de por donde van los tiros: no estamos ante un thriller al uso, donde el interés principal resida en desvelar la intriga; puesto que desde el inicio conocemos el final, de lo que se trata es de adentrarnos en conocer a los protagonistas, sus aspiraciones, sus motivaciones, sus debilidades y hasta sus locuras. En ello reside la originalidad de El espía, que nos ofrece un punto de vista diferente y muy original dentro del género.
Al centrarse exclusivamente en la personalidad de Hanssen y O'Neill, el film deja bastante de lado cualquier detalle de las actividades del primero. Incluso la parte final de su detención con la colaboración de O'Neill no queda tampoco relativamente bien explicada. Ello puede molestar en alguna medida, pero hemos de entender que la finalidad de Billy Ray no era ofrecer un film con la consabida intriga, sino centrarse en la relación que se establece entre los protagonistas, marcada por la extraña personalidad de Hanssen, obsesionado con la religión y empeñado en guiar los pasos de O'Neill en ese camino, y las dudas de este último cuando comienza a sentir cierto respeto y admiración hacia Hanssen, dudando de la veracidad de que sea, como le han dicho sus superiores, un pervertido sexual.
Es cierto que el personaje de Hanssen quizá podría haberse aprovechado mejor, incidiendo más en su inteligencia y experiencia. Sin embargo, tras una frialdad inicial un tanto hostil hacia su nuevo ayudante, Eric O'Neill, el guión se centra casi por completo en la obsesión de Hanssen por la religión, dejando muchos otros detalles de su personalidad en el tintero.
Pero quizá sea la relación entre O'Neill y su esposa (Caroline Dhavernas), con la un tanto tópica curiosidad de ella hacia el trabajo de su marido, la parte menos solvente del film. Entiendo que cumpla su función para dar algo de variedad y alternativas al devenir del relato, pero es lo menos sólido de la historia y donde el guión pierde originalidad.
Esta relación entre el topo y el joven agente es, por tanto, la base de El espía y hay que reconocer el mérito del guión al saber mantener el interés durante toda la duración de la cinta solamente con este juego de personalidades. También debemos reconocer el gran trabajo de Chris Cooper, que llena la pantalla con su sola presencia y dota a su personaje de multitud de matices inquietantes. Ryan Phillippe, sin llegar a su altura, cumple con cierta solvencia. En el trabajo de ambos se sustenta parte del buen funcionamiento de la historia. Tampoco hay que olvidar a Laura Linney, con menos presencia pero demostrando su talento cada vez que sale en escena.
Sin ser una película excepcional, ni mucho menos, la originalidad del planteamiento, el buen hacer de los actores y la eficacia del guión hacen que El espía merezca nuestra atención.
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