Dirección: Sasha Gordon.
Guión: Sasha Gordon (Historia: Sasha Gordon y Levi Abrino).
Música: Sasha Gordon.
Fotografía: Bobby Webster.
Reparto: Cristin Milioti, Dan Soder, Halley Feiffer, Mark Gessner, Kate Simses, Erica Sweany, Danny Deferrari, Kyle Mooney, Rachel York, Nick Mennell.
Cuando su novio Chris (Dan Soder) le va a pedir a Sonia (Cristin Milioti) que se case con él, ella siente miedo y le pide un tiempo para pensarlo.
Tenías que ser tú (2015) es una de esas rarezas que nos sorprenden agradablemente de vez en cuando; y se agradece aún más por la escasez de buenas comedias románticas en los tiempos actuales. La mayoría no dejan de ser repeticiones de un mismo tipo de argumento, sin demasiada originalidad. Pero en esta ocasión, Sasha Gordon logra darle un punto de originalidad al género, con una historia sencilla pero contada con inteligencia y, sobre todo, muy buen gusto.
Quizá lo que más me sorprendió fue que Gordon no pretendía ser gracioso a cualquier precio, lo que a menudo da lugar a situaciones tan forzadas que más que gracia provocan sonrojo. Es más, Tenías que ser tú es comedia por el tono ligero, sin dramas, con se aborda la relación de la pareja protagonista, pero no abundan los momentos en que la historia me sacaran una carcajada. Sin embargo, lo que sí sacas a cambio es una sensación placentera, casi de complicidad con la protagonista; el guión te mete en su piel de manera muy natural, a lo que también contribuye, y mucho, la gracia natural y el talento de Cristin Milioti, que termina por hacerse muy entrañable.
Los problemas de Sonia en relación al matrimonio, sin buscar una causa para ello obligatoriamente, lo cuál me parece genial, pues no siempre es necesario justificarlo todo, pues en la vida no siempre los actos tienen una clara razón, o al menos comprensible, resultan naturales y los desencuentros de la pareja, sin dramatismos innecesarios, nos adentran con delicadeza en las relaciones personales y el difícil equilibrio entre el amor, la búsqueda de una misma meta en el mismo momento o la necesidad de cumplir los sueños que se han visto aparcados por las obligaciones diarias.
Al final, Sonia termina resolviendo sus dudas de manera lógica, con lo que el desenlace llega sin sorpresas, naturalmente, sin forzar absolutamente nada. La escena final es entrañable y pone el punto y final perfecto a una historia sencilla pero cautivadora.
También se encuentra el mismo trato sensato y respetuoso con los personajes secundarios, las amigas de Sonia y el amigo de Chris, que tienen un peso limitado en el argumento pero que, al contrario que lo a veces es habitual, son personas de carne y hueso y no meros bufones.
Por poner un pero a un film notable, quizá sea que la figura de Chris queda un tanto en la sombra. Es verdad que la historia está narrada desde el punto de vista de Sonia, lo que justifica un menor protagonismo del novio, pero al lado de ella, Chris parece tener más sombras que luces. En todo caso, se trata de un detalle menor.
Tenías que ser tú nos reconcilia con el cine bien pensado y realizado con gusto y sentido común. Esa debería ser la norma, pero lamentablemente pocas veces se cumple. Un film menor, pero interesante y que nos deja una sonrisa en los labios.
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