El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 1 de agosto de 2021

El más valiente entre mil



Dirección: Tom Gries.

Guión: Tom Gries.

Música: David Raksin.

Fotografía: Lucien Ballard.

Reparto: Charlton Heston, Joan Hackett, Donald Pleasence, Lee Majors, Bruce Dern, Ben Johnson, Slim Pickens, Clifton James, Jon Gries.

Tras llevar un rebaño al ferrocarril desde Texas, Will Penny (Charlton Heston), un vaquero veterano, se dirige a un rancho donde puede encontrar un trabajo con el pasar el invierno.

Primer film como director de Tom Gries, que exigió dirigir él mismo el guión que había escrito. Will Penny, con el curioso título en España de El más valiente entre mil (1967), es un western tardío, de cuando el género había ido sufriendo importantes variaciones en su lento declive.

Así, acorde con los años sesenta y el nuevo enfoque del género, Will Penny, el protagonista, no es ya el héroe típico del western clásico, sino que se trata de un vaquero maduro, al comienzo de su declive personal, que no tiene familia ni dinero para poder dedicarse a otra cosa. Hecho a sí mismo, sin estudios, se ha ido ganando la vida día a día y ahora, en la madurez, se encuentra solo. Hasta que conoce a Catherine (Joan Hackett) con la que podría cambiar su vida. Sin embargo, Will cree que es ya demasiado tarde y no se ve capaz de afrontar una nueva vida con esa mujer y su hijo Horacio (Jon Gries). 

Como se ve, el acercamiento al mundo del viejo oeste ya no comporta ese aire épico de los westerns de la etapa clásica. La visión es más cercana a la realidad, con el sacrificado trabajo del vaquero y su vida precaria y dura. Por eso sorprende aún más el título español, pues lleva inequívocamente al engaño.

La película, sin embargo, me pareció un tanto desigual. Los momentos de convivencia de Will y Catherine me resultaron los más interesantes de la película; es ahí donde se afrontan sin reservas los sentimientos de los protagonistas, se ahonda en su vida, difícil, llena de desencantos, sin un horizonte de esperanza. De aquí nacen los momentos más bonitos y con más sentido de El más valiente entre mil

Por contra, la parte del film más genuinamente del oeste, especialmente el conflicto con el predicador Quint (Donald Pleasence) y sus hijos, me pareció la menos lograda. De hecho, la disputa con el predicador no termina de encajar convenientemente con el resto de la historia e incluso me pareció carente de emoción y hasta de cierta lógica (no se entiende que el deseo de venganza de Quint nunca llegue a concretarse); y eso a pesar del buen trabajo de Pleasence, con un talento especial para componer a este tipo de individuos medio desequilibrados. 

También Charlton Heston me pareció mucho más natural en esta ocasión. Encasillado en el rol de tipo duro, a menudo su trabajo me resultaba algo artificial. Pero en esta ocasión, lejos de esos papeles, Heston es más convincente, sin sus típicos modales un tanto arrogantes. Como curiosidad, decir que el pequeño Horacio era en realidad el hijo del director.

Con una correcta ambientación, El más valiente entre mil es un film que desprende honestidad a la hora de afrontar el tema de la vida de los vaqueros, huyendo de efectismos. Quizá hubiera debido quedarse ahí el guión, porque cuando intenta darle algo de acción al relato es cuando Gries se muestra menos eficaz. En todo caso, un western menor pero con interesantes alicientes para los amantes del género.

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