El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 12 de febrero de 2025

Los amantes



Dirección: Nicole García.

Guión: Jacques Fieschi y Nicole garcía:

Música: Grégoire Hetzel.

Fotografía: Christophe Beaucarne.

Reparto: Stacy Martin, Pierre Niney, Benoît Magimel, Christophe Montenez, Nicolas Wanczycki, Roxane Duran.

Lisa (Stacy Martin) y Simon (Pierre Niney) son novios. Simon es un modesto traficante de drogas que huye del país, abandonando a Lisa, cuando un amigo suyo muere de sobredosis. Lisa acaba rehaciendo su vida.

Los amantes (2020) intenta ser un thriller moderno que gira en torno al muy visto triángulo amoroso. El planteamiento en sí no es malo, poniendo en juego el amor incondicional de Lisa hacia Simon, el gran amor de su vida, mientras que con su marido Léo (Benoît Magimel) más bien hay gratitud. Por eso, cuando después de mucho tiempo sin tener noticias de Simon, Lisa lo encuentra por casualidad, no puede evitar caer de nuevo en sus brazos.

El dilema de Lisa es si seguir con su esposo, con una vida controlada y lujosa, o volver con Simon.

Nicole García parece querer imprimir a la historia su sello personal, escapando de los planteamientos más viscerales que hubieran podido conducir el drama a terrenos peligrosos. Prefiere un enfoque más a la francesa, dándole al film un toque bastante frío que a la larga es su mayor error. Porque, entre caer en lo melodramático y pasarse al lado gélido, hay un término medio, que sería el más idóneo para una historia que nos habla de un amor incondicional. A lo largo de Los amantes no hay ni un solo momento en que sintamos la pasión del amor de Simon y Lisa, no hay tampoco romanticismo, ni fuego. Nicole García nos quiere contar una historia dramática por la fuerza de unos sentimientos ausentes durante toda la película.

Y además, hay otro fallo importante en el guión: el amor más incuestionable es por parte de Lisa hacia Simon, pero él en cambio nos provoca dudas, pues prefirió abandonarla y luego no hizo nada para buscarla. Incluso cuando se encuentran, es Lisa la que da el paso para volver con él. 

Y con este detalle, el resto de la trama flaquea, de manera que resulta casi incomprensible el que quieran matar a Léo, pues no percibimos ni la pasión ni la necesidad para ello. Porque el otro personaje básico de la historia, Léo, tampoco está bien desarrollado. Lo único que comprendemos es que ama a Lisa, a pesar de comprender que ella no le corresponde de la misma manera.

Y eso hace que nos pongamos de lado de Léo y en contra de Simon. Léo es un personaje que llegamos a entender y que nos provoca compasión, pues lo ha dado todo por la mujer a la que ama y no es correspondido en la misma medida. Pero Simon parece ser todo lo contrario, no ha hecho nada importante por Lisa, la ha abandonado incluso, y sin embargo ella lo adora. Simon termina por resultar antipático. Algo que sin duda es lo contrario de lo que deberíamos sentir y que nos muestra las fisuras de un guión tan mal desarrollado que juega en contra de sus intereses.

La frialdad en el planteamiento es tal que cuando llega el momento clave de la película no nos inmutamos, porque no nos afecta, porque es todo demasiado frío, porque no sentimos el amor de Simon por Lisa como algo tan fuerte. Y un film que pretende contarnos una historia tan apasionada y que no nos conmueve tiene un grave problema.

¿Es una mala película? No del todo. La historia en sí creo que tiene fuerza, los actores resultan aceptables. Pero da la impresión de que la directora se dejó llevar por cuestiones de estilo y se olvidó de la esencia. Una pena.

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