El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 9 de abril de 2013

La verdadera historia de Jesse James



Dirección: Nicholas Ray.
Guión: Walter Newman, Nunnally Johnson .
Música: Leigh Harline.
Fotografía: Joseph MacDonald.
Reparto: Robert Wagner, Jeffrey Hunter, Hope Lange, Agnes Moorehead, Alan Hale Jr., Alan Baxter, John Carradine.

Tras pelear en la Guerra de Secesión en el bando sudista, Jesse (Robert Wagner) y su hermano Frank (Jeffrey Hunter) regresan al hogar familiar intentando reconstruir sus vidas. Sin embargo, las viejas rencillas de la guerra llevan a un grupo de yanquis a asaltar la casa de los James. Es entonces cuando Jesse, harto de esa vida miserable que lleva su familia, decide asaltar un banco para poder conseguir un dinero que les de establidad y seguridad.

Como el título indica, Nicholas Ray intentó con este film una aproximación más o menos fiel a la figura del legendario Jesse James, uno de los foragidos más famosos del Oeste americano. Para ello, el guión de La verdadera historia de Jesse James (1957) toma como base el libro del historiador James D. Holan, que recogió testimonios de las personas más próximas a Jesse James, como su mujer, su madre o su propio hermano Frank. Y es quizá este intento de verosimilitud uno de los problemas de esta película. Y es que La verdadera historia de Jesse James no termina de funcionar del todo. En parte, como decía, por querer ceñirse a la realidad con lo que el resultado es un film demasiado frío y que intenta abarcar demasiado y que no termina de llegarnos.

Pero junto a ello, otro de los problemas del film es su estructura narrativa. Nicholas Ray decide comenzar a contar la película casi por el final y utilizar el recurso a varios flash backs para ir contando la historia de Jesse y su banda. El resultado es una narración a saltos que no me terminó de convencer. Quizá hubiera sido preferible un solo flash back, pero Ray intenta presentarnos a Jesse a través de los ojos de su madre, su esposa y su hermano, cada uno de los cuáles rememora una parte de su vida. Como digo, el resultado no me convence e incide de nuevo en una visión un tanto impersonal y fría del personaje, al que no terminamos de comprender del todo.

Además, Ray parece querer desmitificar la figura del bandido que se presenta como un personaje cruel, egoista, déspota y que ama la popularidad y el dinero por encima de cualquier cosa. Solamente al final, cuando decide cambiar de vida, se opera un cambio radical en el personaje, hasta el punto de que parecen dos personas diferentes.

El otro punto negativo de la película reside en la elección de Robert Wagner como Jesse James. La verdad es que no es un actor con el carisma necesario para encarnar a este personaje y, además, no se porqué pero veía más a Jeffrey Hunter en el papel de Jesse James, incluso por cuestión de edad, pues Hunter aparentaba ser más joven que Robert Wagner, además de tener una presencia mucho más atractiva y carismática. En todo caso, el reparto no es digno de mención y por ahí la película pierde también un poco de fuerza.

Parece ser que Nicholas Ray también tuvo algunos problemas con la Fox a la hora de planificar el montaje de la película, de modo que abandonó el proyecto casi al final y el montaje definitivo no le pertenece. Quizá eso explique las carencias del film.

Así pues, La verdadera historia de Jesse James no figura entre lo mejor del género ni del director. Tiene el interés de pretender ser un relato cercano a la realidad, desmitificando la figura de Jesse, y poco más. Sin duda se queda muy, muy lejos de la maravillosa Tierra de audaces (Henry King, 1939), la mejor aproximación a Jesse James que he visto.

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