El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 12 de junio de 2018

Insomnio



Dirección: Christopher Nolan.
Guión: Hillary Seitz (Remake: Erik Skjoldbjaerg y Nikolaj Frobenius).
Música: David Julyan.
Fotografía: Wally Pfister.
Reparto: Al Pacino, Robin Williams, Hilary Swank, Maura Tierney, Martin Donovan, Nicky Katt, Paul Dooley, Jonathan Jackson.

Will Dormer (Al Pacino), un veterano policía de Los Ángeles, es enviado con su compañero (Martin Donovan) a un pequeño pueblo de Alaska para ayudar a la policía local en la investigación del asesinato de una joven de 17 años.

Tras el éxito de Memento (2000), Christopher Nolan fue elegido para realizar el remake de Insomnia (Erik Skjoldbjaerg, 1997), un thriller noruego que había llamado la atención de Hollywood. Nolan realiza pues un film de encargo, sin participar en el guión, pero que le ayudó a asentarse en el cine norteamericano.

Insomnio (2002) es un thriller especial que gira en torno al remordimiento de Dormer, un buen policía que, sin embargo, ha cruzado una peligrosa línea, manipulando pruebas para inculpar a un asesino. Y aunque en teoría, su manipulación permitió de alguna manera hacer justicia, es un acto inmoral que un policía no debe hacer nunca. Por eso Dormer está siendo investigado por Asuntos Internos, por eso se enfrenta a su propio compañero, que desea testificar contra Dormer para quedar libre de sospechas. Y por eso, cuando Dormer mata accidentalmente a su compañero, vuelve a cruzar la línea y vuelve a sentir los remordimientos. La investigación sobre el asesinato de la joven se convierte casi en algo secundario por momentos. Una historia, como se ve, enrevesada, con planteamientos morales interesantes, un tanto alejada de lo que suele ser el cine policíaco norteamericano y donde la tradicional división de buenos y malos queda desdibujada, con un protagonista culpable acosado por las dudas, el miedo y la culpa. Se entiende mejor sabiendo que la historia es de dos autores noruegos.

En cuanto al trabajo de Nolan, la verdad es que intenta llevar la película con mano firme, aunando la investigación sobre el asesinato con los problemas personales del protagonista. En líneas generales, cumple con solvencia, si bien no logra hacer que la película funcione del todo. Puede que en parte sea porque el argumento se encalla en algunos instantes o porque el final, un tanto moralista en exceso, cambiando el del film original, se quede como un apaño un poco forzado, precipitado y no muy convincente.

De lo que se beneficia Nolan es de contar con Al Pacino y Robin Williams como protagonistas. Pacino, que en su etapa madura me dejó a menudo un regusto contradictorio, está en esta ocasión más comedido, sin los excesos de algunos de sus últimos papeles, con lo que me convenció algo más que en otros trabajos. Robin Williams es un actor que me encanta y, aunque me cuesta verlo en el papel de un psicópata, es de agradecer su presencia. Me hubiera gustado, eso sí,  que tuviera más protagonismo. Por desgracia, Hilary Swank tiene un rol demasiado secundario, con lo que no termina de encajar en la historia, lo que constituye otra debilidad del guión.

Otro punto interesante es el ambiente agobiante que se crea en torno al insomnio del protagonista, con esa noche que no llega nunca y esas imágenes repentinas que le asaltan, casi como disparos, y que le dan una original y marcada personalidad al desarrollo de la película.

Insomnio, sin ser un thriller redondo, al menos tiene un enfoque diferente sobre el trabajo policial, menos simplista que de costumbre. Lástima que en el desenlace se pierda esa originalidad para terminar recurriendo un poco a lo de siempre.

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