El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 26 de mayo de 2015

Así es el amor



Dirección: Tommy O'Haver.
Guión: R. Lee Fleming Jr.
Música: Steve Bartek.
Fotografía: Maryse Alberti.
Reparto: Kirsten Dunst, Ben Foster, Sisqó, Martin Short, Melissa Sagemiller, Shane West, Colin Hanks, Swoosie Kurtz, Carmen Electra, Ed Begley Jr., Zoe Saldana, Mila Kunis, Christopher Jacot.

Berke Landers (Ben Foster) está profundamente enamorado de Allison (Melissa Sagemiller), su primer y único amor. Sin embargo, la vida perfecta de Berke cambia radicalmente cuando Allison decide cortar con él.

Así es el amor (2001), a primera vista, no parece prometer gran cosa. Se trata, en apariencia, de la típica comedia romántica juvenil, con lo que me esperaba un film un tanto empalagoso, sin demasiada originalidad y algo bobalicón. Pero bueno, sin llegar a brillar de un modo especial, he de reconocer que la impresión final fue bastante más positiva de lo que me esperaba.

En principio, el argumento de Así es el amor no parece ser muy novedoso: un joven enamorado sufre el dolor de comprobar cómo su amada decide dejarlo plantado de repente. Él, convencido de la fuerza de su amor, decide que tiene que hacer todo lo que pueda para recuperarla, aunque ello le lleve a apuntarse a una comedia musical del instituto, a pesar de sus nulas cualidades como cantante y actor.

Todo podría haber transcurrido dentro de una línea más o menos convencional sino fuera porque pronto descubrimos que el guión prefiere tomarse todo a la ligera, con muchos toques transgresores e incluso surrealistas. Es este punto de vista tan irreverente el que le da a la comedia un tono alegre, desenfadado y un tanto irreal, de manera que de repente dejamos de interesarnos realmente por el devenir amoroso de los protagonistas (es muy fácil adivinar el desenlace amoroso de la historia) para disfrutar sencillamente con una serie de situaciones bastante logradas y, sobre todo, con unos cuantos personajes secundarios verdaderamente originales. En especial, cabría destacar al Dr. Desmod Forrest-Oates, el estrafalario director de la comedia musical, genialmente encarnado por un delirante Martin Short; su personaje, que podría convertirse en cargante casi sin querer, en sus manos es un maravilloso chiflado que bascula entre el divismo y cierta ternura un tanto disimulada. Otra pareja brillante, por lo surrealista de su liberalismo, son los padres de Berke, muy convincentemente interpretados por Swoosie Kurtz y Ed Begley Jr.

A estos personajes tenemos que añadir algunos detalles curiosos, sorprendentes, bastante cómicos en algún momento, que dejan aquí y allá momentos muy originales que son los que sacan a Así es el amor de los caminos más previsibles, haciéndonos disfrutar de alguna que otra grata sorpresa.

Entre los protagonistas, quizá Ben Foster esté un punto por debajo de lo esperable. Es un actor sin un carisma especial y queda algo apagado al lado de una encantadora Kirsten Dunst, especialmente brillante en su numerito musical. Como curiosidad, mencionar que Felix, el amigo de Berke y hermano de Kelly (Kirsten Dunst) no es otro que el hijo de Tom Hanks, Colin Hanks, aceptable en su papel.

Es verdad que el guión no logra evitar caer en algunos chistes un tanto burdos y que podrían haberse evitado fácilmente. Pero es que Así es el amor da la impresión de que iba para comedia más o menos al uso pero que, por algún extraño motivo, se fueron colando en el guión algunos detalles y algunos personajes que terminan por crear un film un tanto sorprendente, alegre y desenfadado que me dejó con una grata sensación de felicidad. Al menos, tuvo la virtud de desligarme completamente de la realidad y llevarme a una fantasía intrascendente muy gratificante. Sin ser una maravilla, resultó un entretenido pasatiempo.

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