El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 17 de agosto de 2017

Caminando entre las tumbas



Dirección: Scott Frank.
Guión: Scott Frank (Novela: Lawrence Block).
Música: Carlos Rafael Rivera.
Fotografía: Mihai Malaimare Jr.
Reparto: Liam Neeson, Brian "Astro" Bradley, Dan Stevens, Boyd Holbrook, David Harbour, Adam David Thompson, Sebastian Roché, Laura Birn.

Matt Scudder (Liam Neeson), un ex policía que trabaja por su cuenta como detective privado, sin licencia, acepta investigar el secuestro y asesinato de la esposa de un traficante de drogas. Pronto descubre que los culpables ya han cometido antes crímenes parecidos.

Parece que la carrera de Liam Neeson se va orientando hacia los papeles de tipo duro. Tras el éxito de Venganza (Pierre Morel, 2008), ahora encarna al detective Matt Scudder, personaje creado por Lawrence Block y protagonista de unas cuantas novelas de detectives, al estilo del famoso Sam Spade.

Sin embargo, Caminando entre las tumbas (2014) está más orientada hacia las investigaciones del protagonista que en convertirse en un film de acción pura y dura, como era el caso de Venganza. Por lo tanto, tenemos un film más pausado, donde Scott Frank se recrea más en los tiempos, en dotar a la historia del ritmo adecuado y, sobre todo, en adentrarse en la personalidad de los protagonistas, lo que le confiere una dimensión más humana a la película, con lo que es mucho más interesante.

Así, al tiempo que acompañamos a Scudder en sus investigaciones, vamos conociéndolo mejor y descubrimos a un hombre con una pesada carga que le llevó a abandonar la policía y a intentar reconducir su vida, dejando la bebida. Scudder es un hombre atormentado que de alguna manera intenta sobrevivir y redimirse de su pasado. Por eso su interés por ayudar a TJ (Brian "Astro" Bradley), el niño sin hogar que encuentra en la biblioteca.

La primera parte de la película, centrada en las investigaciones del detective, es sin duda la más lograda, tanto por la tensión y la intriga como por la carga emocional que acompaña a Strudder y a TJ, pero sin caer en lo sensiblero, siempre con una cierta distancia. Sin embargo, el desenlace, que es cuando la película se vuelve más violenta, aunque sin caer nunca en lo morboso o el mal gusto, resulta en comparación mucho más rutinario, sin demasiada imaginación, con detalles incluso un poco estereotipados. Es el punto menos convincente de la película y nos deja con un pequeño aire de desencanto.

En cuanto al reparto, parece que la elección de Liam Neeson para el papel del atormentado detective es todo un acierto. A la solvencia del actor se suma un físico que le va al pelo a su personaje. También hay que destacar el buen trabajo del joven "Astro", sin duda muy convincente en todo momento.

Caminando entre las tumbas, sin ser una película especialmente interesante, sí que tiene algunos detalles que elevan el nivel de lo que habitualmente suelen ofrecer este tipo de historias, más centradas en la acción y la violencia y menos proclives a ahondar en la psicología de los personajes.


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