El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 13 de enero de 2019

Lawless (Sin ley)



Dirección: John Hillcoat.
Guión: Nick Cave (Novela: Matt Bondurant).
Música: Warren Ellis.
Fotografía: Benoît Delhomme.
Reparto: Shia LaBeouf, Tom Hardy, Jason Clarke, Jessica Chastain, Guy Pearce, Mia Wasikowska, Gary Oldman, Noah Taylor, Dane DeHaan, Eric Mendenhall.

Cuando se promulga la Ley Seca en los Estados Unidos, los hermanos Bondurant, del condado de Franklin, en Virginia, harán negocio fabricando y vendiendo su propio alcohol. Sin embargo, la llegada de un nuevo fiscal corrupto les complicará la vida.

Basada en el libro de Matt Bondurant, que narra nada más y nada menos que la historia de su abuelo y los dos hermanos de este, Lawless (2012) no tuvo una muy buena acogida por parte de la crítica ni del público, algo que me parece un tanto injusto, pues no estamos ante una mala película ni mucho menos.

En esencia, Lawless es un western ambientado en el siglo XX. Y, como buen western, tenemos el enfrentamiento entre buenos y malos, con duelo de pistolas final incluido. Se cambian los caballos por el automóvil, pero la dinámica sigue las reglas clásicas del cine del oeste, lo que vuelve a refrendar la fuerza de aquella iconografía.

Quizá lo más endeble de la película sea que es un film centrado casi por entero en la acción, descuidando un poco el retrato de los personajes en general y dejando un tanto de lado el trasfondo social, económico y político de los años de la Ley Seca y la Depresión. Algunos personajes, como el caso del gánster Floyd Banner (Gary Oldman), se quedan demasiado imprecisos y su aportación a la historia es casi nula. De hecho, el guión parece algo impreciso, como si se intentara condensar la historia para no excederse demasiado en el metraje, dejando algunos cabos sueltos o situaciones que no dan de sí todo lo que hubiera sido deseable.

Dicho lo cual, Lawless me parece un film notable en muchos otros aspectos, empezando por un reparto sobresaliente encabezado por Shia LaBeouf, cuyo personaje es el hilo conductor del relato, el hermano menor del clan, que intenta superar un carácter menos valiente y decidido que el de sus hermanos. Tom Hardy está perfecto también encarnando a Forrest, el líder de la familia, un hombre fuerte, temido, indestructible. En el lado femenino, dos actrices con mucho talento también: Jessica Chastain y Mia Wasikowska. Y el veterano Guy Pearce es el villano terrible, un papel en el que se mueve como pez en el agua.

Si el reparto brilla por sí solo, también es de reseñar la excelente ambientación, con un realismo más que notable, apoyado en una fotografía perfecta que refleja con igual precisión la belleza de los paisajes como la miseria y la suciedad de algunos ambientes. Quizá el tema del vestuario llame algo más la atención, puede que de modo acertado, pero un tanto llamativo, en especial con el personaje interpretado por Guy Pearce, demasiado remarcado para mi gusto.

Otro elemento destacable es la banda sonora, perfectamente elegida, y en especial la canción White Light/White Heat de The Velvet Underground, que aporta una nota sombría y trágica que va acompañando de manera muy interesante el devenir de los acontecimientos.

Y en cuanto al argumento, Lawless  es un film muy interesante, con un argumento lleno de fuerza, de tensión y mucha violencia, pero no gratuita, sino perfectamente incrustada en el relato. Hillcoat cuenta la historia con soltura y cierta elegancia, con algunos momentos realmente muy buenos y logrando algunas escenas de una fuerza visual indudable. Pero también es verdad que en algunas situaciones el director podría haber jugado mejor sus cartas, creando más tensión en lugar de decantarse por la sorpresa y profundizando algo más en algunos momentos y personajes.

Sin embargo, a pesar de sus pequeños defectos, Lawless me parece una buena película, con un apartado técnico muy cuidado y una historia que, con sus lagunas, nos mantiene pegados a la pantalla.

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