Dirección: Kevin Bray.
Guión: Brian Koppelman, David Klass, Channing Gibson, David Levien.
Música: Graeme Revell.
Fotografía: Glen MacPherson.
Reparto: Dwayne "The Rock" Johnson, Johnny Knoxville, Neal McDonough, Kristen Wilson, Ashley Scott, Michael Bowen, Kevin Durand, Khleo Thomas, John Beasley, Barbara Tarbuck.
Pisando fuerte (Kevin Bray, 2004), película basada en hechos reales ocurridos en una pequeña población de Tennessee, Adamsville, es un remake un tanto libre de la película del mismo título filmada en 1973 por el director Phil Karlson, la cuál sí que se rodó incluso en el mismo Adamsville.
Chris Vaughn (The Rock), sargento de las fuerzas especiales retirado, regresa a su pueblo natal tras años de ausencia para reencontrarse con su familia y con los amigos de la infancia. Pero pronto comprobará que muchas cosas han cambiado en el pueblo: la serrería que daba trabajo a sus habitantes ha cerrado y la fuente de ingresos ahora es un casino regentado por Jay Hamilton (Neal McDonough), amigo de la infancia que parece haberse convertido en un importante hombre de negocios y que domina la vida en el pueblo.
La verdad es poco puede decirse a favor de este film, más bien prácticmente nada. Y no es que yo tenga algo en contra de este tipo de películas donde prima la acción pura y dura y donde la historia, los personajes y hasta la trama no dejan de ser un simple telón de fondo. Pero es que incluso en este tipo de productos podemos encontrarnos ciertas obras más trabajadas que otras y Pisando fuerte es una de esas películas donde no se ha esmerado nadie lo más mínimo.
El argumento, además de ser de lo más estereotipado y previsible, aún contando con la vitola de estar basado en una historia real, se limita a presentarnos del modo más conciso las premisas básicas para que se desarrolle lo que únicamente parece interesar a su director: las dos o tres escenas de acción de la película, donde sí que se despliega toda la artillería sonora y visual al uso. Pero la historia está tan poco trabajada que se pasa sin pena ni gloria por los momentos claves de la película, como el juicio, la historia de amor del protagonista o las relaciones con su familia. En realidad, los personajes no están prácticamente definidos, quedando reducidos a la mínima expresión, tanto nuestro héroe, que es el típico hombre de bien que se ve obligado a recurrir a la violencia empujado por las circunstancias, como unos villanos de cartón piedra que no llegan realmente a asustar, al no tener casi ni identidad propia, más allá del boceto que los sitúa como los malos de turno. Tampoco los diálogos tienen un mínimo interés; ni la trama está bien desarrollada, quedándose en la típica venganza tantas veces vista y cayendo en las justificaciones más tópicas y ridículas posibles (nuestro héroe se indignará definitivamente cuando descubre que los malos venden drogas a los niños).
La dirección de Kevin Bray transcurre dentro de la normalidad más absoluta, lo que casi es de agradecer. El director se limita a filmar de manera discreta y solo saca el nervio a la hora de filmar las escenas de acción, que tampoco son nada realmente novedoso, pero al menos resultan espectaculares y rompen con la línea plana del resto de la cinta.
En cuanto al reparto, más de lo mismo. Actores secundarios de relleno y protagonistas resultones, a nivel estético (The Rock tiene una presencia rotunda, al más puro estilo Schwarzenegger y Ashley Scott es la típica belleza decorativa, a la que Bray desaprovecha en gran medida) y poco más, pues tampoco es que se les elija por sus méritos interpretativos.
Pisando fuerte es, en definitiva, un intento de hacer una película de acción de mero consumo, sin demasiadas pretensiones y menos méritos. El problema principal de la misma es la falta total del mínimo compomiso con el espectador. Se puede hacer cine de evasión, de "usar y tirar", meros espectáculos visuales, pero con un mínimo de trabajo y de dedicación. En este caso, el esfuerzo creativo ha sido nulo y eso es algo que no se puede pasar por alto; en este tipo de películas ya no se pide demasiado, pero sí llegar a un cierto nivel básico, por debajo del cuál rozamos el ridículo. Se hicieron dos secuelas de esta película, Pisando fuerte 2 (Tripp Reed, 2007) y Pisando fuerte 3 (Tripp Reed 2007), pero con otro protagonista, Kevin Sorbo.
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