El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 12 de enero de 2022

Cita con la muerte



Dirección: Michael Winner.

Guión: Anthony Shaffer, Michael Winner y Peter Buckman (Novela: Agatha Christie).

Música: Pino Donaggio.

Fotografía: David Gurfinkel.

Reparto: Peter Ustinov, Lauren Bacall, Carrie Fisher, John Gielgud, Piper Laurie, David Soul, Hayley Mills, Nicholas Guest, Jenny Seagrove, Valerie Richars, John Terlesky, Michael Craig.

Tras alterar el testamento de su difunto marido para heredar su fortuna ella sola, la señora Boynton (Piper Laurie) comienza a ejercer su autoridad tiránica sobre sus hijastros. Sin embargo, durante un viaje por Oriente, la viuda será asesinada. 

Cita con la muerte (1988) me parece la peor adaptación de una novela de Agatha Christie llevada al cine que he visto. Un cúmulo de errores de principio a fin que desaprovecha por completo sus posibilidades.

Las novelas de Agatha Christie presentan siempre situaciones un tanto rebuscadas y suelen ser bastante sencillas en cuanto a sus planteamientos y desarrollo, es cierto. Sin embargo, se podría haber realizado un mejor trabajo de adaptación.

Este tipo de argumentos, donde casi todo el interés reside en el desenlace, en descubrir al asesino, tienen que tratarse con sumo cuidado, pues se corre el riesgo de que entre el crimen y su solución tengamos un desarrollo sin mucho atractivo y que el desenlace sea un apaño que nos desilusione por completo. El problema de Cita con la muerte es que el desarrollo es muy flojo y el desenlace carece de brillantez.

Para empezar, los personajes son presentados de manera un tanto burda y lo que consigue es que nos cueste tomar en serio a los protagonistas: hijastros sin personalidad, la viuda de una maldad absoluta, lady Westholme (Lauren Bacall) como sacada de una opereta y hasta Poirot parece un simple esbozo, sin la personalidad tan marcada que suele ser habitual en él. No son personajes que podamos tomar del todo en serio por su simplicidad.

Pero lo peor es que todo el desarrollo parece igualmente simplista y hasta precipitado. Algunas escenas se terminan de manera brusca, dando la impresión de que todo está demasiado acelerado, como si no se hubieran tomado el tiempo necesario para construir la historia y primara la concisión extrema. Ello es evidente en la investigación de Poirot para encontrar al culpable: le llega con unos interrogatorios muy superficiales sobre el lugar y la hora en donde estaban los sospechosos para llegar de manera demasiado sencilla a la resolución del caso.  

El desenlace tampoco desentona con el nivel de general y cuando se desvela la identidad del culpable tenemos una sensación de que resulta muy forzado, tanto por la persona como por cómo lo descubre Poirot. De nuevo, la precipitación, la falta de un desarrollo más elaborado penaliza terriblemente al film.

El trabajo de los actores tampoco resulta muy lucido. Es verdad que contamos con Peter Ustinov, Lauren Bacall, Piper Laurie, Carrie Fisher o John Gielgud, en teoría un elenco de garantía, pero parecen contagiados de la superficialidad general y actúan sin nervio. El resto, bastante desconocidos, simplemente no tiene la calidad suficiente.

Cita con la muerte no alcanza una calidad mínima para que la salvemos de la quema. Resulta un film totalmente desaprovechado. Puede que este tipo de intrigas no tengan mucho recorrido, pero ha habido adaptaciones bastante meritorias de otras novelas de Agatha Christie como para que nos demos cuenta de que en esta ocasión nada se ha hecho con sentido, limitándose a una producción rutinaria, precipitada y plana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario