El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 9 de junio de 2013

Asesinato...1-2-3



Dirección: Barbet Schroeder.
Guión: Tony Gayton.
Música: Clint Mansell.
Fotografía: Luciano Tovoli.
Reparto: Sandra Bullock, Ben Chaplin, Ryan Gosling, Michael Pitt, Chris Penn, R.D. Call, Agnes Bruckner.

Una pareja de adolescentes compañeros de clase, Richard Haywood (Ryan Gosling) y Justin Pendleton (Michael Pitt), ambos de buena familia y con una mente fría y siniestra, tienen sus propias y radicales teorías sobre la libertad personal que llegan a justificar el asesinato. Un día deciden ponerlas en práctica, convencidos que cometerán el crimen perfecto.

Asesinato...1-2-3 (2002) es un intento por parte de Sandra Bullock de ofrecernos un registro diferente al de sus películas románticas. En este caso es una policía atormentada por un pasado traumático que deberá enfrentarse a dos asesinos muy inteligentes y fríos. Un thriller cuya base argumental, la de dos estudiantes que deciden comenter el crimen perfecto apoyándose en una supuesta superioridad intelectual, recuerda inevitablemente al crimen real cometido por los jóvenes Nathan Freudenthal Leopold, Jr. y Richard A. Loeben en 1924 y que sirvió de base, por ejemplo, a La soga (Alfred Hitchcock, 1948).

Sin embargo, en este caso el guión de Tony Gayton no sólo no sabe aprovechar la base argumental con inteligencia, sino que se limita a crear un thriller ramplón, vulgar, lleno de tópicos y tan previsible que termina por aburrir. Y es que desde el principio vemos que la historia comienza a flojear por la pobre definición de los personajes. Los asesinos son meros psicópatas dibujados de una manera elemental, una simple presentación para dar pie al crimen y poco más. En cuanto a Cassie Mayweather, la policía que encarna Sandra Bullock, Gayto se limita a recurrir al tópico de una mujer atormentada por un hecho acaecido en el pasado, del que va dejando detalles al azar para intrigarnos, y que deberá superar al tiempo que resuelve el caso para poder encontrar la paz interior. Lo que sucede es que este añadido argumental secundario tan poco original y está tan mal presentado que no resulta muy creíble y lo percibimos desde el principio como un mero truco para intentar enriquecer la historia principal, pero sin que llegue a funcionar realmente bien.

La historia transcurre sin muchas sorpresas. Es más, cae sin cesar en lugares comunes (inevitable una escena de sexo entre los protagonistas, pero tan casta y banal que resulta sonrojante), en escenas sin demasiado interés y no depara ninguna sorpresa que logre sacar al desarrollo del film del marasmo de la banalidad. Si encima añadimos un final de lo más previsible, con la típica sorpresa de última hora incluida, que de tan manoseada ya no es ni sorpresa, tenemos un thriller que en ningún instante consigue engancharnos ni mucho menos interesarnos.

Sandra Bullock intenta mostrar un registro más ácido, dando vida a una policía un tanto rebelde a la que no soporta ningún compañero. Incluso aborda un rol dominante con su compañero, invirtiendo las pautas: ella es el macho que acosa y él es el lado femenino, que se resiste a sexo sin nada más. Quizá un intento de modernidad, quizá un intento más de Sandra Bullock de romper con su pasado más rosa. Sin embargo, su personaje no llega a calarnos y su trabajo tampoco. Se limita a cumplir pero sin más; ni emociona ni convence. Ben Chaplin, su compañero, sí que resulta más convincente dentro de un papel bastante más secundario. En cuanto a los villanos de turno, la verdad es tanto Ryan Gosling (El diario de Noa) como  Michael Pitt me gustaron bastante. Sin duda son lo mejor del film. El primero borda su papel de chulo suficiente y prepotente mientras que Pitt compone de manera muy brillante a un estudiante tímido pero muy inteligente. Lástima que el guión no permita exprimir mucho más a sus dos personajes.

Es encomiable el intento de Sandra Bullock de afrontar nuevos retos en su carrera. La pena es que no haya sabido escoger la mejor opción, y es que Asesianto...1-2-3 termina siendo un intento fallido se mire por donde se mire. Ni la historia ni los personajes están bien trabajados, el ritmo es flojo y la intriga mínima. Se nos queda en un pobre pasatiempo para días en los que no se ocurra nada mejor que hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario