Dirección: Sven Bohse.
Guión: Michael Dreher y Silke Steiner.
Música: Fabian Römer.
Fotografía: Michael Schreitel.
Reparto: Petra Schmidt-Schaller, Ulrich Thomsen, Harald Schrott, Artjom Gilz, Carsten Hayes, Alexander Beyer, Nina Rausch, Mike Davies.
Saskia Starke (Petra Schmidt-Schaller) es una agente de la Alemania del Este infiltrada desde hace muchos años en la República Federal de Alemania trabajando para la CIA en la embajada norteamericana de Berlín. Cuando empiezan a corres rumores de que hay un topo en la embajada, Saskia verá peligrar su situación.
1989: A Spy Story (2019) es un film, rodado para la televisión, de nacionalidad alemana, lo cual ya nos sirve de pista para saber que el estilo de este film de espionaje va a ser muy diferente a lo que hubiera sido de haberse rodado en Hollywood.
El argumento de 1989: A Spy Story se centra más en el personaje de Saskia y su difícil equilibrio emocional entre su condición de espía y su tapadera familiar. La trama de espionaje quedará relegada a un segundo plano, lo cuál me parece que le otorga a la película un enfoque muy interesante y que raras veces es el eje en este tipo de historias.
El sacrificio de Saskia para cumplir su deber es absoluto, desde su temprana preparación hasta tener que aceptar una vida completamente planificada por el servicio secreto de la República Democrática Alemana y donde hasta su propio padre es capaz de renunciar a conocer a sus nietos para garantizar el éxito de Saskia. Comprendemos así el absurdo fanatismo ideológico que sostiene una vida de engaños a todos los niveles y donde la persona pierde completamente la libertad en defensa de un "bien" superior.
La visión de la vida cotidiana de Saskia, a pesar de su entrega total a su labor de espionaje, no deja de ser bastante desoladora, apoyada en constantes mentiras y que la aisla por completo. A pesar de la convicción absoluta de Saskia, es imposible no sentir lo absurda y cruel de su tarea, y más cuando la RDA se desmorona por el descontento popular. Es la contradicción absoluta de un sistema que se justificaba por el bien a un pueblo que lo odia.
Con una buena ambientación y una puesta en escena sobria, Sven Bohse articula el relato a base de breves flash backs que otorgan agilidad al desarrollo del film, pues entendemos que una narración lineal no hubiera sido lo más conveniente. Aún dentro de la lógica complejidad de la historia, Bohse sabe articular el relato de manera que no perdemos el hilo de lo esencial y logra además un acertado equilibrio entre la parte emocional del argumento y la intriga sobre el devenir de Saskia, que hábilmente va salvando las situaciones que pueden desenmascararla en un buen ejercicio de tensión por parte de un argumento bastante inteligente.
Es cierto que, por desgracia, en el tramo final, este argumento da un giro un tanto rocambolesco que no cuadra demasiado bien con el tono preciso anterior. Además, carece totalmente de originalidad. Es un pequeño traspiés que no cuadra en absoluto con el acertado planteamiento argumental. Una pena.
Hay que mencionar también el buen trabajo del reparto, con rostros completamente desconocidos para el gran público. Todos realizan un trabajo sin fisuras y especialmente Petra Schmidt-Schaller, que sabe dotar de interesantes matices a su complejo personaje.
Basada en hechos reales, la película, con su modestia, merece nuestra atención, cuando menos para comprobar que un cine de espionaje puede tener muchos matices más allá de planteamientos orientados solo al espectáculo.
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