El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

lunes, 7 de diciembre de 2020

1989: A Spy Story

 



Dirección: Sven Bohse.

Guión: Michael Dreher y Silke Steiner.

Música: Fabian Römer.

Fotografía: Michael Schreitel.

Reparto: Petra Schmidt-Schaller, Ulrich Thomsen, Harald Schrott, Artjom Gilz, Carsten Hayes, Alexander Beyer, Nina Rausch, Mike Davies.

Saskia Starke (Petra Schmidt-Schaller) es una agente de la Alemania del Este infiltrada desde hace muchos años en la República Federal de Alemania trabajando para la CIA en la embajada norteamericana de Berlín. Cuando empiezan a corres rumores de que hay un topo en la embajada, Saskia verá peligrar su situación.

1989: A Spy Story (2019) es un film, rodado para la televisión, de nacionalidad alemana, lo cual ya nos sirve de pista para saber que el estilo de este film de espionaje va a ser muy diferente a lo que hubiera sido de haberse rodado en Hollywood.

El argumento de 1989: A Spy Story se centra más en el personaje de Saskia y su difícil equilibrio emocional entre su condición de espía y su tapadera familiar. La trama de espionaje quedará relegada a un segundo plano, lo cuál me parece que le otorga a la película un enfoque muy interesante y que raras veces es el eje en este tipo de historias.

El sacrificio de Saskia para cumplir su deber es absoluto, desde su temprana preparación hasta tener que aceptar una vida completamente planificada por el servicio secreto de la República Democrática Alemana y donde hasta su propio padre es capaz de renunciar a conocer a sus nietos para garantizar el éxito de Saskia. Comprendemos así el absurdo fanatismo ideológico que sostiene una vida de engaños a todos los niveles y donde la persona pierde completamente la libertad en defensa de un "bien" superior.

La visión de la vida cotidiana de Saskia, a pesar de su entrega total a su labor de espionaje, no deja de ser bastante desoladora, apoyada en constantes mentiras y que la aisla por completo. A pesar de la convicción absoluta de Saskia, es imposible no sentir lo absurda y cruel de su tarea, y más cuando la RDA se desmorona por el descontento popular. Es la contradicción absoluta de un sistema que se justificaba por el bien a un pueblo que lo odia.

Con una buena ambientación y una puesta en escena sobria, Sven Bohse articula el relato a base de breves flash backs que otorgan agilidad al desarrollo del film, pues entendemos que una narración lineal no hubiera sido lo más conveniente. Aún dentro de la lógica complejidad de la historia, Bohse sabe articular el relato de manera que no perdemos el hilo de lo esencial y logra además un acertado equilibrio entre la parte emocional del argumento y la intriga sobre el devenir de Saskia, que hábilmente va salvando las situaciones que pueden desenmascararla en un buen ejercicio de tensión por parte de un argumento bastante inteligente.

Es cierto que, por desgracia, en el tramo final, este argumento da un giro un tanto rocambolesco que no cuadra demasiado bien con el tono preciso anterior. Además, carece totalmente de originalidad. Es un pequeño traspiés que no cuadra en absoluto con el acertado planteamiento argumental. Una pena.

Hay que mencionar también el buen trabajo del reparto, con rostros completamente desconocidos para el gran público. Todos realizan un trabajo sin fisuras y especialmente Petra Schmidt-Schaller, que sabe dotar de interesantes matices a su complejo personaje.

Basada en hechos reales, la película, con su modestia, merece nuestra atención, cuando menos para comprobar que un cine de espionaje puede tener muchos matices más allá de planteamientos orientados solo al espectáculo.

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