El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 1 de febrero de 2022

El regalo



Dirección: Joel Edgerton.

Guión: Joel Edgerton.

Música: Danny Bensi y Saunder Jurriaans.

Fotografía: Eduard Grau.

Reparto: Rebecca Hall, Jason Bateman, Joel Edgerton, Beau Knapp, Allison Tolman, David Denman, P. J. Byrne, Tim Griffin, Beth Crudele.

Simon (Jason Bateman) y Robyn Callem (Rebecca Hall) se trasladan a Los Ángeles por motivos de trabajo. Al poco de llegar, Simon encuentra a Gordon Moseley (Joel Edgerton), un antiguo compañero de instituto. Gordon empieza a visitarlos asiduamente, lo que incomoda bastante a Simon.

El regalo (2015) supone el debut como director del actor Joel Edgerton, que también firma el guión e interpreta a Gordon, el personaje que desencadena la crisis en el matrimonio de Simon y Robyn.

El regalo es un thriller basado en el suspense, donde las apariencias iniciales se van desvelando poco a poco como ficticias. El juego que nos presenta Edgerton se sustenta en mostrarnos una realidad que nos invita a imaginarnos una situación para, paulatinamente, ir desmontándola, de manera que nos lleva a dudar de todo y de todos y a cuestionar cuanto nos hemos imaginado. 

Primero será Gordon quien parezca, al comienzo, el típico psicópata, o al menos es lo que suponemos, apoyados en tantos thrillers que se sustentan en ese tipo de personajes. Pero pronto las dudas comienzan a aparecer en relación al matrimonio Callem y ahora es Robyn y su adicción a las pastillas la que nos lleva a plantearnos nuevos interrogantes. Al final, Simon, que parecía ser el más equilibrado, también empieza a mostrar ciertas sombras relacionadas con su pasado. 

Esta es la baza del guión: no dejar que nos asentemos en ningún terreno estable, haciendo que nos surjan las dudas conforme va avanzando la historia. Lo que hará que El regalo funcione, al final, será el grado de implicación del espectador con la propuesta del director; si nos dejamos llevar por su juego, puede que disfrutemos de un thriller ciertamente original. Sin embargo, no todo debe reducirse al desenlace, que no es malo, es cierto, pero un film no puede valorarse solamente por un detalle.

Y El regalo peca de falta de nervio. Joel Edgerton hace una exposición lenta, centrada en los detalles, que convierte la primera parte de la película en un relato un tanto anodino. Para darle algo de chispa, el director recurre a los típicos golpes de efecto, pequeños sustos demasiado habituales y que, en realidad, no esconden más que una falta de recursos más originales.

Después, cuando empezamos a comprender el juego de las falsas apariencias, es verdad que la historia gana en interés, pero solamente en tanto en cuanto esperamos desenredar el misterio, porque el desarrollo sigue siendo lento y sin demasiada fuerza. Puede que sea porque enseguida se puede adivinar el misterio final que esconde el argumento y que solamente un pequeño giro, el consabido truco del último minuto, enreda un poco más. Como decía, el final no decepciona, pero ya empiezo a estar algo aburrido de este tipo de propuestas que parecen descansar en un solo elemento, dejando el resto bastante desangelado. No es suficiente, al menos para mí.

Quizá uno de los problemas de El regalo es que el argumento se centra demasiado en el misterio sobre los personajes, que no adquieren un peso específico en el desarrollo. Falta desarrollar mejor la crisis del matrimonio anterior a su viaje a Los Ángeles, falta profundizar algo más en Gordon, del que no sabremos prácticamente nada hasta muy avanzada la película. La idea central me parece correcta, pero no está del todo aprovechada y ese gusto por los trucos, por ocultar deliberadamente tantas cosas es algo que nunca me ha gustado demasiado y que me parece un recurso fácil que no sirve para ocultar ciertas carencias. 

En cuanto al trío protagonista, creo que es lo mejor de El regalo. Rebecca Hall está perfecta y sabe trasmitirnos sus dudas y sus miedos con total naturalidad. Jason Bateman también es el actor perfecto para dar vida a su personaje, un tipo con dos caras que Jason sabe encarnar convincentemente. Y Joel Edgerton tampoco desentona, si bien su personaje permanece más oculto que el resto, en espera del último rollo de película.

Como entretenimiento sin más, El regalo puede servir, pero creo que es una película que uno olvidará fácilmente una vez terminada.

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