Dirección: Charles Walters.
Guión: John Patrick (Obra: Philip Barry).
Música: Cole Porter.
Fotografía: Paul Vogel.
Reparto: Bing Crosby, Grace Kelly, Frank Sinatra, Celeste Holm, John Lund, Louis Calhern, Sidney Blackmer, Louis Armstrong, Margalo Gillmore, Lydia Reed.
En vísperas de la boda de la joven Tracy Lord (Grace Kelly) con George Kittredge (John Lund), su primer marido, Dexter (Bing Crosby), aún enamorado de ella, aparece de repente en escena.
Remake de Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940), en este detalle reside el principal problema de Alta sociedad (1956). Es sabido que no deben hacerse comparaciones, pero si has visto la película de Cukor está claro que la de Charles Walters palidece a su lado.
La principal baza de Alta sociedad es convertir la comedia original en un musical y este detalle es de agradecer por dos cosas: la primera, la búsqueda de un toque diferente que aporte algo nuevo a la película de 1940; la segunda, que la banda sonora, de Cole Porter, y las interpretaciones de Bing Crosby, Frank Sinatra y Louis Armstrong son muy buenas. Gracias a ello, la película logra sobreponerse un tanto y salva la cara. Sin la aportación de la música, estaríamos ante un film bastante endeble, ya que el inteligente guión de Historias de Filadelfia, con unos diálogos plenos de ingenio y unos personajes muy bien diseñados, se convierte aquí en algo mucho más básico.
Para empezar, quizá por el añadido de los números musicales, la historia se simplifica, puede que para no alargar demasiado el film. Pero con ello se pierde profundidad a la hora de plantear el conflicto principal y los personajes se quedan en un dibujo más superficial; por ello, las relaciones entre los protagonistas resultan menos naturales y profundas. Y lo mismo sucede con los diálogos, que ya no tienen la densidad de la obra original. Es como si se hubiera aligerado todo en exceso, perdiendo sustancia y fuerza y quedando todo más superficial. Un ejemplo de esto quizá lo podemos ver en la puesta en escena: en Alta sociedad todo parece más lujoso que el original, pero a cambio de perder profundidad en lo fundamental.
Incluso para quién no hubiera visto Historias de Filadelfia, Alta sociedad sería un musical elegante pero un tanto desangelado en su planteamiento.
En cuanto al reparto, es evidente también la diferencia abismal con los protagonistas de la película de Cukor: Cary Grant, Katharine Hepburn y James Stewart. Sin embargo, pensando en que se trata de una versión musical, se explica lógicamente la elección de Bing Crosby y Frank Sinatra, ambos cantantes con una voz excepcional, pero como actores, especialmente Crosby, un tanto limitados. Grace Kelly, por el contrario, me parece una muy sabia elección, ya que su clase, belleza y talento encajan perfectamente con su personaje.
Louis Armstrong y su banda, con unos números de jazz maravillosos, ayudan en el apartado musical aportando lo más destacado y original de esta versión.
No suelo comprender el motivo de que se realicen nuevas versiones de films perfectos. Parece innecesario y, por lo general, la copia no puede resistir la comparación. A Alta sociedad le ocurre exactamente esto. Podrían haber realizado un buen musical con un argumento original, pero el recurrir a una obra de la talla de Historias de Filadelfia es casi un suicidio. A pesar de lo cuál, si te gusta el jazz y no le exiges demasiado a la película, Alta sociedad puede verse con cierto agrado, especialmente si no se ha visto el original, con lo quedas libre de inevitables comparaciones.
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