El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 6 de junio de 2024

Lucy



Dirección: Luc Besson.

Guión: Luc Besson.

Música: Eric Serra.

Fotografía: Thierry Arbogast.

Reparto: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Choi Min-Sik, Amr Waked, Pilou Asbæk, Lio Tipton, Nicolas Phongpheth, Analeigh Tipton. 

La joven Lucy (Scarlett Johansson) se ve obligada a transportar una nueva y potente droga que le ha sido introducida en el abdomen. Un accidente hace que la bolsa que contiene la droga se rompa, esparciéndose una parte de la misma por su cuerpo.

Lucy (2014) juega la baza de los films de venganza y acción mezclándolos con la ciencia-ficción. El intento es original, sin duda, pero el gran problema de la cinta es que no termina de convencernos en ninguna de sus dos facetas.

Para empezar, el intento de reflexionar sobre la vida y el desarrollo de la capacidad cerebral de los humanos nunca consigue convertirse en algo convincente y ese lastre pesa demasiado porque el argumento gira precisamente sobre el poder del cerebro y sus capacidades sin explotar, y además Luc Besson no se limita a plantear una posibilidad, sino que intenta darle una base científica, esforzándose por hacer creíble una mera tontería más pretenciosa que otra cosa. 

Además, al intentar llevar su planteamiento a las últimas consecuencias crea unas situaciones que van cayendo constantemente en lo inverosímil, con una Scarlett Johansson evolucionando hacia una especie de super mujer que jamás terminamos de creernos. Y si la base sobre la que Besson asienta su discurso resulta increíble, el espectador permanece ajeno a sus delirios incapaz de participar de sus juegos de fantasía, que terminan por provocar más la risa o el hastío que algo de emoción.

Pero a ello debemos añadir que la parte de acción tampoco funciona como debería. Al principio, la cosa parece prometer, con un diseño aterrador de los malos y algunos momentos de violencia con cierta fuerza. Pero luego, convertida Lucy en una mujer con super poderes, la emoción de sus escasos enfrentamientos con los villanos cae en picado, sabiendo que no podrán tocarle ni un solo cabello.

Ni siquiera contar con Morgan Freeman, con un rol bastante secundario y metido un poco con calzador en la historia, ayuda a soportar un relato que tras los primeros diez minutos empieza a mostrar sus carencias y que se tolera por la intriga de ver a dónde llevará Luc Besson su discurso, cómo rematará una película tan fantástica. Y tampoco el final resulta especialmente logrado. Basta decir que en ningún momento del mismo sentí la más mínima emoción, ni por lo narrado ni por la suerte de Lucy y mucho menos por las teorías sobre el tiempo, la evolución y el futuro.

Así pues, un mero pasatiempo un tanto fallido. No podría decir cómo lo vivirá alguien que se crea en serio el argumento, o al menos logre implicarse con el discurso, pero pienso que, como película, Lucy se queda en muy poca cosa. Lo mejor es que no es muy larga.

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