El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 7 de julio de 2024

Misión imposible 3



Dirección: J. J. Abrams.

Guión: Alex Kurtzman, Roberto Orci y J. J. Abrams (Serie TV: Bruce Geller).

Música: Michael Giacchino.

Fotografía: Dan Mindel.

Reparto: Tom Cruise, Philip Seymour Hoffman, Ving Rhames, Billy Crudup, Michelle Monaghan, Laurence Fishburne, Jonathan Rhys Meyers, Keri Russell, Maggie Q, Simon Pegg, Eddie Marsan. 

El agente del FMI (Fuerza de Misión Imposible) Ethan Hunt (Tom Cruise) se ha retirado del servicio activo con la idea de empezar una nueva vida con su prometida Julia (Michelle Monaghan). Pero cuando su superior, John Musgrave (Billy Crudup), le pide ayuda para recuperar a una agente secuestrada (Keri Russell), Ethan se reincorpora para esa misión. 

Tras el éxito de taquilla de las dos primeras entregas de la saga, Misión imposible (Brian De Palma, 1996) y Misión imposible 2 (John Wood, 2000), estaba claro que Tom Cruise no iba a dejar pasar la oportunidad de seguir exprimiendo el invento que, además de reportar buenos beneficios, lo convertía en una estrella del cine de acción.

Así nace Misión imposible 3, con una clara obsesión por ser más espectacular y más dramática, llevando el listón a lo más alto. Al menos eso intenta. Y si eres de los que se contenta con un producto bien elaborado, que derrocha medios y sorpresas, acción y cierto toque romántico, estás de suerte. El problema es si eres un poco más exigente, entonces prepárate para sufrir como nunca. Y es que todo el montaje es tan absurdo y tramposo que da casi nauseas.

En el intento de coger al espectador con puño de hierro desde el primer minuto y no soltarlo hasta el final, la trama de Misión imposible 3 es tan exagerada que casi se puede tomar a guasa. El comienzo es de una intensidad total, el problema es que es todo mentira, que juega a engañarnos sin ningún pudor y eso resulta imperdonable. Si para captar nuestro interés hay que recurrir a un engaño tan penoso, mal van las cosas.

A partir de ahí, hay que mantener el listón a ese nivel del comienzo, lo que es imposible. La manera de intentarlo es añadiendo una parte marcadamente romántica con la relación idílica entre Ethan y Julia, que tampoco resulta demasiado creíble, sinceramente, con lo que se busca conmover al espectador aportando una profundidad al personaje de Ethan más allá de sus habilidades como agente. Pero como el resto de la cinta, es todo tan estereotipado y predecible que nunca llegamos a emocionarnos con el romance de la pareja, porque sabemos de antemano el desenlace y porque el guión no sabe humanizar como se debe a los protagonistas, que se mueven entre frases hechas y tópicos demasiado planos.

La otra vertiente de la cinta es la de la acción. Y de nuevo el guión recurre a plantear escenarios aparentemente imposibles para que Ethan se luzca con sus habilidades de super hombre. El problema es que se riza el rizo más allá de lo verosímil, de manera que casi estamos más frente a un cómic que ante un film real, con personajes y situaciones asumibles.

Es verdad que a nivel de puesta en escena los momentos de acción pura y dura están filmados con energía y eficacia, pero eso ya no es suficiente y mucho menos teniendo casos recientes de films del mismo corte que han resuelto las escenas de acción con más eficacia (me estoy acordando de la serie de Jason Bourne) al tiempo que sus personajes nos eran mucho más cercanos y empatizábamos mucho más con ellos que con el indestructible Ethan Hunt.

Misión imposible 3 por lo tanto me pareció un film sin alma, construido según unos patrones muy precisos para lograr atornillarnos al sillón en un torbellino de emociones y acción tan espectaculares como vacías y previsibles. Entretenida y tramposa.

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