El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 10 de septiembre de 2024

Capitán Phillips



Dirección: Paul Greengrass.

Guión: Billy Ray (Libro: Richard Phillips y Stephan Talty).

Música: Henry Jackman.

Fotografía: Barry Ackroyd.

Reparto: Tom Hanks, Barkhad Abdi, Barkhad Abdirahman, Faysal Ahmed, Mahat M. Ali, Catherine Keener, Michael Chernus, David Warshofsky, Corey Johnson. 

Durante una travesía del carguero Maersk Alabama atravesando el Cuerno de África, el barco es asaltado por un grupo de piratas somalíes, reteniendo como rehén al capitán del mercante, Richard Phillips (Tom Hanks).

Capitán Phillips (2013) es un muy buen ejemplo de lo que el cine actual puede ofrecernos en cuanto a realismo partiendo de un hecho real, puesto en imágenes con tal eficacia que a menudo, en el transcurso del drama, llegamos a olvidarnos de que se trata de una ficción.

La historia nos cuenta el asalto que sufrió un mercante norteamericano por los piratas somalíes en 2009. Muchas veces, partir de una historia verídica suele lastrar bastante el resultado, pues los guiones se ven limitados por la realidad. En este caso no es así y la mano firme del director logra crear un film apasionante en muchos momentos en el que estamos atenazados a los asientos por el grado de tensión que Greengrass logra transmitirnos.

Es cierto que no todo el film mantiene el buen nivel, sobre todo en la última parte del metraje, cuando los secuestradores somalíes navegan en un bote salvavidas con el capitán como rehén. Aquí disfrutamos de los mejores minutos de la historia y, aún anticipando el desenlace, no podemos dejar de estar en constante tensión, con un desarrollo siempre dinámico, a pesar de lo limitado de los personajes y el espacio, lo que habla muy bien de la maestría del director para manejar la situación.

Sin embargo, como decía, no toda la película logra el mismo nivel y creo que haber sabido acortar la duración nos hubiera evitado algunos minutos un tanto planos al principio y a la mitad de la película. A veces no hace falta narrar con detalle cada minuto y se hubiera agradecido algo más de concreción.

En cuanto al reparto, es evidente que el poder contar con Tom Hanks en el papel principal es todo un acierto. El actor consigue hacer completamente creíble a su personaje y en las escenas finales logra contagiarnos con absoluta precisión su estado emocional sin caer nunca en excesos. Pero no quisiera olvidarme de los actores que encarnan a los piratas, pues ellos también aportan un grado de verosimilitud a su trabajo tal que nos olvidamos que son actores. Sin duda, gracias a este acierto en el reparto, Capitán Phillips logra en gran medida ese aire de credibilidad que acerca el relato a un documental, salvando las distancias, naturalmente.

Capitán Phillips sin embargo no es una gran película si la analizamos a nivel artístico y argumental. Quizá le falte algo para lograr la excelencia, tal vez ahondar más y mejor en los personajes. Pero como relato basado en hechos reales, como dramatización de lo sucedido, la cinta consigue un muy buen resultado y logra meternos en la piel del capitán y hacer que suframos casi a su mismo nivel.

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