El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 26 de marzo de 2024

Novia a la fuga



Dirección: Garry Marsall.

Guión: Josann McGibbon y Sara Parriott.

Música: James Newton Howard.

Fotografía: Stuart Dryburgh.

Reparto: Julia Roberts, Richard Gere, Joan Cusack, Héctor Elizondo, Rita Wilson, Paul Dooley, Christopher Meloni, Donal Logue, Reg Rogers, Yul Vasquez. 

Ike Graham (Richard Gere) escribe una columna muy popular y bastante polémica en un periódico de Nueva York. Cuando conoce la historia de Maggie Carpenter (Julia Roberts), una joven que ya dejado plantados en el altar a varios novios, decide dedicarle un articulo.

Si pensamos en comedia romántica y le añadimos los nombres de Julia Roberts y Richard Gere enseguida recordamos Pretty Woman (Garry Marshal, 1990), una película que logró acertar de lleno por su originalidad, el encanto de los protagonistas y contarnos un hermoso cuento tan irreal como cautivador.

Por ello no es de extrañar que Garry Marshall se animara a reunir de nuevo a los dos protagonistas, sin olvidar a Héctor Elizondo, un personaje encantador en Pretty Woman, e intentar emular el éxito pasado.

Y la verdad es que contar con Julia Roberts es un acierto absoluto. Ella es el 90% de la cinta, su encanto, su desparpajo, su naturalidad y esa increíble sonrisa son la clave para que Novia a la fuga (1999) funcione correctamente.  También es cierto que Richard Gere aporta su innegable encanto, pero a mí la que me fascina es Julia Roberts.

Sin embargo, a pesar de tener un equipo ganador, Novia a la fuga no termina de funcionar como esperaba. No es que resulte un fiasco, pues en conjunto la comedia es divertida y, aunque resulte predecible, en el fondo los espectadores de este tipo de películas apuestan siempre por el final feliz, pues es la recompensa que se espera para que, al menos en la ficción, la vida y el amor demuestren que se puede rozar la perfección y la felicidad.

Pero en Novia a la fuga falla principalmente el argumento. La historia se centra demasiado en la comedia, intenta resultar divertida a toda costa, a veces forzando innecesariamente las situaciones, con algunos momentos bastante ridículos; pero sobre todo descuida a los personajes secundarios, a los que debía arropar para dar profundidad y sentido a la historia de Ike y Maggie. Es un error importante que penaliza y mucho a la cinta.

Pero además, incluso Ike y Maggie no terminan de concretarse. Es verdad que algunos momentos de ellos juntos, especialmente cuando se sinceran y el tono de la cinta se vuelve más serio, nos ofrecen secuencias muy interesantes, con algunos diálogos de cierto calado, pero el tono general es de parodia y se echa de menos una mayor profundización en ellos, especialmente en Maggie y el motivo por el que huye de todas las bodas. Lo aclara al final, y se agradece, pero hubiera sido necesaria una mayor introspección para que pudiéramos entenderla y empatizar con ella. Al final, lo que hace que un film funcione es cuando logra que el espectador participe desde su butaca de los problemas de los protagonistas y aquí no se consigue, con lo que tenemos un film un tanto frío, con algunos momentos interesantes pero demasiado escasos.

En todo caso, Novia a la fuga no es tan mala como algunas críticas sostienen, simplemente funciona desde un nivel muy básico y seguramente esperábamos más de los dos protagonistas teniendo en cuenta el precedente de nueve años atrás. 

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