El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 16 de mayo de 2024

The Old Man & the Gun



Dirección: David Lowery.

Guión: David Lowery (Artículo: David Grann).

Música: Daniel Hart.

Fotografía: Joe Anderson.

Reparto: Robert Redford, Casey Affleck, Sissy Spacek, Danny Glover, Tika Sumpter, Keith Carradine, Tom Waits, Isiah Whitlock Jr., John David Washington, Elisabeth Moss.

Forrest Tucker (Robert Redford) se dedica a robar bancos. Es lo que ha hecho toda su vida y, a pesar de que ya tiene más de setenta años, no entiende la vida de otra manera.

The Old Man & the Gun (2018) se parece más a un homenaje a Robert Redford que a una película de atracos al uso. De hecho, aquellos que piensen que van a presenciar un film de acción o donde asistimos a elaborados planes para atracar bancos se llevarán una decepción. Porque David Lowery, que se basó en un artículo sobre la figura del protagonista, un atracador real, aunque en la película parece que se toman ciertas libertades, afirmando el director que la historia es "en gran parte, real", ha construido una película donde todo gira en torno a Robert Redford, entroncando con papeles legendarios de su carrera para mostrar a un protagonista anciano pero que continúa terco con la "profesión" que ha dado sentido a su vida. Incluso Lowery enfatiza ese vínculo del personaje de Forrest con la carrera de Redford incluyendo imágenes de La jauría humana (Arthur Penn, 1966), donde precisamente el personaje interpretado por nuestro protagonista escapaba de una prisión.

La cinta tiene pues todo el aroma de un tributo sencillo hacia la carrera de un actor que está al final de su vida. Lowery nos ofrece un discurso intimista, recreándose en un rito pausado y construyendo un personaje con el que no nos cuesta nada encariñarnos, porque Forrest es un anciano educado, elegante y sensible que no roba para dañar a nadie o para hacerse rico y vivir a lo grande. Sencillamente le gusta su trabajo, es feliz robando bancos y no le importan los riesgos o la cárcel, porque para él la vida sin esa ocupación no tiene sentido. Parece extraño, pero así funciona la mente humana: con contradicciones y absurdos que nos mantienen en pie.

Aunque evidentemente muy envejecido, Robert Redford sigue destilando cierto encanto que nunca ha perdido del todo. No es el apuesto galán de hace décadas, pero es un actor con aplomo y su sonrisa sigue siendo encantadora. A su lado, otra veterana, Sissy Spacek, con la que Forrest vivirá un pausado y tranquilo romance. Casey Affleck completa el trío protagonista con un papel también especial: es el policía que intenta apresar a Forrest pero, cuanto más lo va conociendo, más teme apresarlo porque, en el fondo, acaba por comprenderlo y respetarlo, hasta el punto que se alegra de no ser él el que finalmente detenga a Forrest cuando sea delatado por uno de sus compinches (Danny Glover).

The Old Man & the Gun no es una gran película en sí misma. Es más, cuando debería ofrecernos los mejores minutos, al final de la misma, precisamente es cuando se muestra menos certera. Pero es un film diferente, hecho con cierto cariño. No disimula sus carencias, sobre todo argumentales, pero es honesta, directa, cariñosa y hermosa a su manera, sin grandes alardes. Y para aquellos que disfrutamos del cine clásico y que crecimos viendo El golpe (George Roy Hill, 1973) o Los tres días del cóndor (Sydney Pollack, 1975), es un placer difícil de describir poder disfrutar de nuevo con la presencia de Robert Redford. 

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