El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 18 de enero de 2014

Training day (Día de entrenamiento)



Dirección: Antoine Fuqua.
Guión: David Ayer.
Música: Mark Mancina.
Fotografía: Mauro Fiore.
Reparto: Denzel Washington, Ethan Hawke, Scott Glenn, Tom Berenger, Harris Yulin, Raymond J. Barry, Cliff Curtis, Dr. Dre, Snoop Dogg, Macy Gray, Charlotte Ayanna, Eva Mendes, Nick Chinlund, Jaime Gomez, Raymond Cruz, Noel Gugliemi, Samantha Esteban.

Jake Hoyt (Ethan Hawke) quiere hacer carrera en el cuerpo de policía, por eso escoge la división de narcóticos, con la esperanza de llegar pronto al cargo de inspector. En su primer día en narcóticos, Jake deberá pasar la prueba de fuego a la que le someterá su jefe Alonzo Harris (Denzel Washington), un veterano de dudosa moralidad.

Denzel Washington quiso que fuera Antoine Fuqua quién dirigiera Training Day (2001) y la verdad, aunque los antecedentes del director no fueran demasiado prometedores, es que la apuesta le salió redonda. Y es que gran mérito de que la película funcione tan bien se debe al trabajo de Fuqua, con una dirección elegante y sobre todo eficaz, puesta siempre al servicio de lo que está contanto, dejando a un lado las florituras o los alardes de presunción. Se agradece un trabajo como éste, al servicio de la película.

Training day sorprende por ser un film policíaco con un punto de originalidad interesante, al no basarse en la acción pura y dura, que suele ser la norma más socorrida. En su lugar, la película nos plantea el dilema al que se ve sometido el novato Jake: ¿es legítimo saltarse la ley para combatir el crimen? o, dicho de otra manera, ¿el fin justifica los medios? Ese es el dilema que le plantea Alonzo a su joven aprendiz. Y Jake tendrá que tomar un camino u otro, según de fuerte sea su ambición en contrapartida con sus convicciones morales. Y en medio de este juego pasa Jake su primer día en narcóticos, su peculiar día de entrenamiento. Aunque pronto comprendemos que el sentido práctico que esgrime Alonzo para poder hacer bien su trabajo no es más que la manera de justificarse; Alonzo es un policía corrupto hasta las entrañas. Ahora bien, el acierto del guión de Training day es que hasta bien entrada la película siempre deja un pequeño resquicio de duda sobre los métodos y la moralidad de Alonzo, de manera que logra mantener un punto de incertidumbre o intriga sobre la clase de policía que es realmente. Y esa duda la compartimos con Jake, que no terminará de descubrir al verdadero Alonzo hasta que casi es demasiado tarde para él. Este juego de engaños, de medias verdades sobre la verdadera naturaleza de Alonzo es sin duda el mayor acierto de un guión muy bien elaborado, donde destacamos unos diálogos muy bien trabajados, y que logra darnos una imagen bastante convincente del mundo de la delincuencia de los bajos fondos de Los Ángeles.

En cuanto al reparto, la película se asienta en el trabajo de Denzel Washington y de Ethan Hawke, sobre los que recae todo el peso de la historia. El primero no deja lugar a dudas sobre su calidad y hace una interpretación excelente, recompensada merecidamente con un Oscar. Hawke, por su parte, logra mantener el nivel al lado de Washington, lo cuál dice mucho de un actor que hasta el momento no había destacado especialmente. Hawke fue también candidato al Oscar al mejor secundario. El resto del reparto, enel que figuran Dr. Dre, Snoop Dogg y Macy Gray, cantantes de cierto renombre en Estados Unidos (algo que parece estar convirtiéndose en una moda), tiene un peso bastante limitado en la película, aunque cumple sin problemas.

Quizá sea el desenlace lo menos original e interesante de Training day. Es lo que tiene el cine comercial, y más si éste viene de Hollywood, donde parece ser que cuesta bastante salirse de los finales correctos y edificantes. Con todo, no se trata tampoco de un desenlace que decepcione especialmente, si bien es del todo previsible, lo que le resta lógicamente el impacto de otro tipo de final más inesperado.

Training day es una buena película policíaca donde prima la reflexión a cerca de los límites morales del trabajo de la policía sobre las típicas escenas de exaltación de la violencia y los efectos especiales. Sin duda, algo que agradecemos enormemente.

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