Dirección: Baltasar Kormákur.
Guión: Aaron Guzikowski.
Música: Clinton Shorter.
Fotografía: Barry Ackroyd.
Reparto: Mark Wahlberg, Kate Beckinsale, Ben Foster, Giovanni Ribisi, Lukas Haas, J. K. Simmons, Caleb Landry Jones, Diego Luna, David O'Hara, William Lucking, Olafur Darri Olafsson.
Chris Farraday (Mark Wahlberg) ha dejado la delincuencia y lleva una vida tranquila. Pero cuando su cuñado Andy (Caleb Landry Jones) la pifia con un alijo de droga, Chris deberá volver al contrabando para saldar su deuda con un mafioso local (Giovanni Ribisi).
Contraband (2012), un remake de la islandesa Reykjavík-Rotterdam (Óskar Jónasson, 2008), es de esas cintas que no aburren, pero tampoco deslumbran, quedándose en un término medio: el argumento ofrece unos detalles interesantes, la producción es correcta y como entretenimiento cumple con soltura su cometido.
Tal vez lo más vistoso sea el reparto, con un Mark Wahlberg al que le quedan bastante bien estos papeles de tipo duro. No es un actor que destaque especialmente por su trabajo, pero da la talla y ofrece la imagen adecuada para el papel. Lo mismo podemos decir de Ben Foster, un tipo con una presencia bastante rotunda y que parece hecho a medida para los papeles de villano. Completan el buen reparto la hermosa Kate Beckinsale, que además de un rostro agradable tiene muchas tablas; Giovanni Ribisi, otro actor sólido que siempre destaca y un J. K. Simmons que es tal vez el más desaprovechado, con un rol muy marginal.
En cuanto al argumento, es cierto que partimos de un tópico: el tipo que ha intentado dejar la delincuencia y rehacer su vida y que por mala suerte debe volver al mal camino para salvar a su familia. Lo novedoso es la manera en que se las ingenia para salir airoso, primero de los problemas en le vuelve a meter Andy cuando desaparece con el dinero para pagar los billetes falsos, lo que casi le cuesta la vida, y después para sortear el registro de adunas logrando pasar tanto la droga como los billetes, consiguiendo además que encarcelen a los malos.
Contado así suena a demasiado peliculero y la verdad es que lo es, pues con la idea de enredar todo lo posible el argumento para subir la tensión y la emoción al máximo nivel, el guión fuerza demasiado las cosas. Es verdad que si no somos muy quisquillosos, hemos de admitir que toda la parte central nos mantiene en vilo, con Chris jugando al límite y con la sorpresa de creer que su esposa (Kate Beckinsale) ha muerto accidentalmente.
Al final, en el fondo, es lo que se espera de una película cuya única meta es entretenernos y aquí el guión juega sus cartas y el resultado es más que aceptable, dejando a un lado la verosimilitud y con el recurso a los típicos trucos y tópicos a los que no escapa el argumento.
En resumen, un film correcto, sin tiempos muertos, para pasar un buen rato con el típico héroe capaz de salirse con la suya a base de ingenio más que de fuerza. Aceptable.
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