Dirección: Adrian Lyne.
Guión:Patricia Knop, Zalman King, Sarah Kernochan (Novela: Elizabeth McNeil).
Música: Jack Nitzsche.
Fotografía: Peter Biziou.
Reparto: Kim Basinger, Mickey Rourke, Margaret Whitton, Christine Baranski, Karen Young, Dan Lauria.
9 semanas y media (1986) sigue siendo, a pesar del tiempo pasado, una referencia dentro del cine erótico, en parte quizá por no poseer este género un número muy abundante de títulos de cierta repercusión y calidad.
Elizabeth (Kim Basinger) es una mujer divorciada empleada en una galería de arte. Un día conoce a John (Mickey Rourke), un atractivo hombre de negocios, y comienza entonces una extraña y apasionada relación en la que Elizabeth irá cediendo a los caprichos de un insaciable John.
Impecable en todo lo referente al apartado visual, con una pareja protagonista sumamente atractiva, un cuidado extremo de la fotografía y la estética, muy próxima al vídeo clip, éste es a la vez uno de los defectos que se le pueden achacar a la obra de Lyne: cuidar tanto las formas que se olvida del fondo. Aunque personalmente creo que el fondo tampoco es que le interesara demasiado al director.
En efecto, la película parece perseguir un solo propósito: crear un mosaico sensual de escenas más o menos sugerentes a base una planificación perfecta y poniendo en juego tanto la fotogenia de los actores, como la elección de una pegadiza banda sonora o el cuidado de la composición y la iluminación. El resultado son escenas brillantes, estéticamente irreprochables, que es lo que se busca y en lo que Lyne basa la eficacia y el éxito de su propuesta, como el famoso striptease al ritmo de "You can leave your hat on" de Joe Cocker, que se ha perpetuado en el tiempo como una de esas secuencias que perduran por encima incluso del film.
Sin embargo, a nivel argumental, 9 semanas y media no ofrece gran cosa. En muchos puntos, la historia permanece coja y los protagonistas se quedan a medio dibujar, en especial la figura de John. Se puede ver la película como una especie de descenso a los infiernos por causa del placer de una mujer insegura, lo que no deja de manifestar una moralidad un tanto arcaica, en parte en contradicción con la "osadía" de algunas escenas (que no dejan de ser bastante lights en realidad) y, en todo caso, la lectura final resulta bastante machista.
Cuando vi esta película por primera vez pensé inmediatamente en El último tango en París (Bernardo Bertolucci, 1972) y la conclusión que saqué es que Adrian Lyne optó por la versión más comercial y superficial del tema tratado en el film de Bertolucci, más comprometido, más profundo y hasta mucho más osado a pesar de estar filmado catorce años antes.
En todo caso, 9 semanas y media fue un rotundo éxito de taquilla y lanzó al estrellato a Mickey Rourke y convirtió a Kim Basinger en un símbolo sexual durante años, hasta la aparición de Sharon Stone en Instinto básico (Paul Verhoeven, 1992).
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