Dirección: Lewis Milestone.
Guión: Charles Lederer (Novela: Charles Nordhoff y James Norman Hall).
Música: Bronislau Kaper.
Fotografía: Robert Surtees.
Reparto: Marlon Brando, Trevor Howard, Richard Harris, Richard Haydn, Hugh Griffith, Tarita Teriipaia, Percy Herbert, Duncan Lamont, Gordon Jackson.
Basada en la novela "El motín de la Bounty" (1932) de Charles Nordhoff y James Norman Hall, que narra hechos reales ocurridos en 1789, Rebelión a bordo (1962) es la segunda película sobre el tema. La primera, La tragedia de la Bounty, se rodó en 1935, dirigida por Frank Lloyd y con Charles Laughton y Clark Gable en los papeles principales. Una tercera versión, Motín a bordo (Roger Donaldson, 1984) estaría interpretada por Mel Gibson y Anthony Hopkins. El tema, como se ve, resulta bastante atractivo.
Tradicionalmente, la primera entrega de 1935 es considerada la mejor. En ello resulta fundamental la presencia de Charles Laughton, un actor colosal. Sin embargo, el film de Milestone cuenta con la presencia también de otro gran actor, Marlon Brando, y a su lado debemos resaltar el magnífico trabajo de Trevor Howard, un actor quizá no demasiado carismático pero de un grandísimo nivel y su actuación como el odioso capitán Bligh es perfecta.
Para quién no conozca la historia, la película narra el viaje del navío inglés Bounty desde Portsmouth hasta Tahití en busca del árbol del pan, en 1787. Capitaneado con mano de hierro por el capitán Bligh (Trevor Howard), cuya única obsesión es cumplir con la misión encomendada lo mejor y lo antes posible, la vida a bordo del barco se va haciendo más difícil y no tardan en surgir los enfrentamientos más o menos velados entre Bligh y su primer oficial de a bordo, Fletcher Christian (Marlon Brando).
Rebelión a bordo cuenta con grandes puntos a su favor para poder considerarla desde algunos puntos de vista como la mejor versión del motín de la Bounty. Además del buen reparto antes mencionado, donde habría que destacar, junto a la magnífica interpretación de los dos actores principales, la presencia de Richard Harris, uno de los aciertos del film reside en lo magníficamente que están filmadas las secuencias del barco, sobre todo en la tormenta intentando cruzar el Cabo de Hornos, secuencias resueltas con gran brillantez. Al lado, también hay que mencionar la excelente fotografía de Robert Surtees.
En el lado del debe pondría la larga duración de la cinta, 178 minutos. Por un lado, la historia necesita tal vez de esa extensión y no se puede decir que la película contenga escenas de relleno. Todo lo que se ve es pertinente y hasta necesario. Pero el efecto es que castiga el ritmo del film y hay momentos en que se puede hacer un tanto largo. En particular, las largas secuencias de los bailes nativos o la pesca. Quizá si se hubieran acortado algo no habría pasado nada. Por otra parte, la película mantiene todo el interés y tensión mientras tiene lugar el enfrentamiento en el barco del capitán y Christian. Una vez que termina el mismo, el clímax decae, por lo que la parte final quizá hubiera salido ganando con menos metraje.
Pero a pesar de lo dicho, Rebelión a bordo es una gran película y plantea sabiamente el dilema entre la obediencia debidas a un superior o la necesidad de obedecer los dictados de la propia conciencia y del sentido de lo que es justo o no. Además, Milestone evita caer en lo melodramático y se mantiene siempre en un tono elegante y contenido. La película obtendría siete nominaciones al Oscar, entre ellas la de mejor película.
Como curiosidad, señalar que Brando se casaría con la actriz que hace de su pareja en el film, Tarita, que sería su tercera esposa y madre de dos hijos del actor.
Tradicionalmente, la primera entrega de 1935 es considerada la mejor. En ello resulta fundamental la presencia de Charles Laughton, un actor colosal. Sin embargo, el film de Milestone cuenta con la presencia también de otro gran actor, Marlon Brando, y a su lado debemos resaltar el magnífico trabajo de Trevor Howard, un actor quizá no demasiado carismático pero de un grandísimo nivel y su actuación como el odioso capitán Bligh es perfecta.
Para quién no conozca la historia, la película narra el viaje del navío inglés Bounty desde Portsmouth hasta Tahití en busca del árbol del pan, en 1787. Capitaneado con mano de hierro por el capitán Bligh (Trevor Howard), cuya única obsesión es cumplir con la misión encomendada lo mejor y lo antes posible, la vida a bordo del barco se va haciendo más difícil y no tardan en surgir los enfrentamientos más o menos velados entre Bligh y su primer oficial de a bordo, Fletcher Christian (Marlon Brando).
Rebelión a bordo cuenta con grandes puntos a su favor para poder considerarla desde algunos puntos de vista como la mejor versión del motín de la Bounty. Además del buen reparto antes mencionado, donde habría que destacar, junto a la magnífica interpretación de los dos actores principales, la presencia de Richard Harris, uno de los aciertos del film reside en lo magníficamente que están filmadas las secuencias del barco, sobre todo en la tormenta intentando cruzar el Cabo de Hornos, secuencias resueltas con gran brillantez. Al lado, también hay que mencionar la excelente fotografía de Robert Surtees.
En el lado del debe pondría la larga duración de la cinta, 178 minutos. Por un lado, la historia necesita tal vez de esa extensión y no se puede decir que la película contenga escenas de relleno. Todo lo que se ve es pertinente y hasta necesario. Pero el efecto es que castiga el ritmo del film y hay momentos en que se puede hacer un tanto largo. En particular, las largas secuencias de los bailes nativos o la pesca. Quizá si se hubieran acortado algo no habría pasado nada. Por otra parte, la película mantiene todo el interés y tensión mientras tiene lugar el enfrentamiento en el barco del capitán y Christian. Una vez que termina el mismo, el clímax decae, por lo que la parte final quizá hubiera salido ganando con menos metraje.
Pero a pesar de lo dicho, Rebelión a bordo es una gran película y plantea sabiamente el dilema entre la obediencia debidas a un superior o la necesidad de obedecer los dictados de la propia conciencia y del sentido de lo que es justo o no. Además, Milestone evita caer en lo melodramático y se mantiene siempre en un tono elegante y contenido. La película obtendría siete nominaciones al Oscar, entre ellas la de mejor película.
Como curiosidad, señalar que Brando se casaría con la actriz que hace de su pareja en el film, Tarita, que sería su tercera esposa y madre de dos hijos del actor.
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