El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 8 de octubre de 2010

Elígeme



Dirección: Alan Rudolph.
Guión: Alan Rudolph.
Música: Luther Vandross.
Fotografía: Jan Kiesser.
Reparto: Geneviève Bujold, Keith Carradine, Lesley Ann Warren, Patrick Bauchau, Rae Dawn Chong, John Larroquette. 

Elígeme (Alan Rudolph, 1984) es una película muy circunscrita a su época, los años ochenta, y eso lo acaba pagando con el paso del tiempo. Típico producto de cine independiente, tiene en ello sus mejores virtudes y sus mayores defectos.

Nancy Love (Geneviève Bujold) conduce un programa radiofónico en el que aconseja a los oyentes sobre temas relacionados con el amor, el sexo y el desamor. Sin embargo, en su vida personal es una mujer solitaria que nunca se ha enamorado de un hombre. Por casualidad, su vida se va a ver alterada cuando se va a vivir con Eve (Lesley Ann Warren) , la dueña de un local de copas con no pocos problemas con los hombres y que parece haber encontrado en Mickey (Keith Carradine) al que podría ser el hombre de su vida.

Elígeme, con guión del propio Rudolph, plantea algo tan universal e interesante como las relaciones de pareja, con todas sus complicaciones y posibilidades. El punto de partida es, pues, excelente. El problema es que la película no termina de concretarse. Por una u otra causa estamos esperando más de ella y en contadas escenas nos sentimos recompensados.

Lo primero que me choca es que los personajes principales son todos demasiado raros. No digo que sean gente con problemas, sino que son raros, en especial Mickey, recién salido de un manicomio, aunque evidentemente no está loco. Es una opción tan válida como otra, pero no deja de sorprenderme. Como no deja de sorprenderme que al final, los seis personajes principales terminen estrechamente relacionados en un  cúmulo de casualidades un tanto increíbles.

Pero el principal escollo de Elígeme es que las situaciones, los personajes y hasta los decorados no terminan de resultar convincentes. Tenía la sensación, en todo momento, de ser consciente de que estaba ante una historia filmada. No conseguí meterme de lleno en la trama. Puede que sea por la escasez de presupuesto o la falta de rodaje del director, que se dio a conocer precisamente con esta película, pero el caso es que hay una cierta artificiosidad planeando por toda la película. Tampoco es que los diálogos ayuden demasiado; salvo en contadas ocasiones, uno siente que no se han trabajado como es debido.

Al final, los problemas relacionales de los personajes, sus frustraciones y sus sueños, que hubieran podido dar mucho juego, se quedan a medias, como bocetos, y tenemos la impresión, al igual que con el tema de los diálogos, de que no se profundizó en ello lo suficiente. También el mensaje final, sobre lo sagrado del matrimonio, resulta un tanto incongruente con el resto de la película. ¿Tanta modernidad para terminar con esa frase? La película se merecía otro final.

El reparto, por el contrario, me gustó bastante. En especial Keith Carradine, como una presencia magnética y poderosa que le va como anillo al dedo a su Mickey, un hombre atractivo, seguro de sí mismo y capaz de salir adelante por sus propios medios. Bujold y Lesley Ann Warren creo que están también más que acertadas en sus respectivos papeles. Y no quiero dejar de mencionar a una joven y muy hermosa Rae Dawn Chong en uno de sus primeros trabajos en el cine.

Ojo a la banda sonora, es de lo mejorcito de la película.

A pesar de los defectos señalados, creo que Elígeme es un film interesante, sorprendente en el momento de su estreno y que, a pesar de haber perdido la frescura que pudo tener entonces, sigue siendo una película diferente, con algunos buenos detalles y en general agradable de ver.

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