El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

sábado, 13 de marzo de 2010

Casablanca




Dirección: Michael Curtiz.
Guión: Howard Koch, Julius J. Epstein, Philip G. Epstein y Casey Robinson.
Música: Max Steiner.
Fotografía: Arthur Edeson.
Reparto: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Paul Henreid, Claude Rains, Conrad Veidt, Sydney Greenstreet, Peter Lorre.

Si hay un título mítico en la historia del cine, una película que resume por si sola el glamour y la magia del Hollywood clásico, esta es sin duda Casablanca (Michael Curtiz, 1942).

Durante la II Guerra Mundial, llega a Casablanca el líder de la resistencia checa frente a los nazis, Victor Laszlo (Paul Henreid) acompañado de su esposa Ilsa Lund (Ingrid Bergman), en busca de dos salvoconductos que les permitan huir hacia Estados Unidos. Por una extraña coincidencia, los pases se encuentran en manos de Rick (Humphrey Bogart), dueño del café más famoso de la ciudad y antiguo amor en París de Ilsa, que lo abandonó sin explicaciones rompiéndole el corazón.

A estas alturas se hace difícil hablar de este film del que se han escrito miles de crónicas. Sin embargo, sería inconcebible escribir de cine y no citar una obra tan grandiosa. Es un clásico que jamás envejece, un film intenso e inmenso que, por encima de gustos personales u otras valoraciones, está en lo más alto de la historia del cine. Un film de difícil gestación y guión titubeante que logró sin embargo una extraña y fascinante perfección en todos los aspectos.

En la base de todo está el brillante reparto encabezado por un Bogart insuperable. Imposible pensar en otro actor para el papel del desencantado Rick, capaz a pesar de todo del gesto más altruista posible. Junto a él, una Ingrid Bergman radiante, hermosa y frágil, conmovedora como nunca. La química entre ambos es asombrosa. El resto de actores, comenzando por Claude Rains en el papel del cínico y pragmático jefe de la policía francesa, y pasando por la práctica totalidad de unos secundarios de lujo (Conrad Veidt, Sydney Greenstreet, Peter Lorre,...), componen un universo irrepetible y rotundo.

Pero al lado tenemos algunas de las frases más acertadas de la historia del cine, míticas muchísimas de ellas, geniales la mayoría, componiendo un guión con una fuerza y un dramatismo soberbios. La clave de dicha historia es la acertada combinación de intriga política e historia de amor imposible de los protagonistas; una mezcla perfectamente dosificada y entrelazada que nos engancha sin remedio. Añadamos la música de Max Steiner y especialmente la ya célebre canción "As time goes by" que se dan la mano con una fotografía en claroscuros que crea una atmósfera irrepetible y perfecta.

Pocos films han logrado aunar tantos aciertos hasta lograr una historia tan conmovedora como esta. Se sufre con los protagonistas, se comparten sus miedos y sus recuerdos, se desea con todo el alma la reconciliación de los amantes y, finalmente, terminamos viendo partir el avión como si cada uno de nosotros fuera el noble Rick, que hace un más difícil todavía que ennoblece a la raza humana. Aquí reside gran parte de la fuerza de Casablanca, en ese final no feliz que, sin embargo, se antoja el mejor de los finales posibles, en esa carga dramática, dolorosa pero de una generosidad que nos conmueve. Toda la historia es conmovedora y el desenlace no hace más que culminar un guión especialmente logrado.

Casablanca tuvo una muy buena acogida en el momento de su estreno, pero no fue más que con el paso de los años cuando pasó a convertirse en un film legendario. Con ocho nominaciones, la película logró imponerse en tres apartados: mejor película, mejor director y mejor guión adaptado. Con Casablanca estamos ante una obra de arte irrepetible y fascinante.

3 comentarios:

  1. Hola Manuel. Esta película la vi hace muchísimos años y reconozco que en aquellos momentos, siendo tan joven, no supe apreciar la calidad y la hermosura de la historia y de su manera de contarla. Sin embargo la volví a ver hace unos días. Mi imagen de la película cambió por completo. Es una oda al amor verdadero y a las virtudes y principios más importantes del ser humano, que se tornan en contradicción pero que se concilian al final de la película haciendo muy grande la persona del protagonista Rick. Es , sin duda, una obra maestra. Gracias a tu comentario me apetecía volver a verla, ya que mi impresión hace muchísimos años fue distinta, tal vez sin la madurez necesaria. Enhorabuena por el comentario.

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    1. Carolina, me encanta ver que has visto este film recientemente y que ha cambiado tu valoración. Sin duda, en la vida hay momentos para cada cosa y cuando la viste por primera vez se ve que no era el momento adecuado. Es un film conmovedor y perfecto, lleno de imágenes imborrables y frases que te calan muy hondo. ¿Mi preferida?: "Siempre nos quedará París"

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    2. Gracias por tu respuesta Manuel.La frase que dices también es mi preferida. Lo dice todo de forma perfecta al final de la película y hace que todo tenga sentido. Gracias de nuevo

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