Los hombres que miraban fijamente a las cabras (Grant Heslov, 2009) es sin duda una propuesta muy original que sorprenderá por su argumento disparatado y que cuenta con un reparto de lujo como una de sus mejores cartas de presentación.
Bob Wilton (Ewan McGregor) es un periodista en crisis al que acaba de abandonar su mujer. Decidido a dar un cambio a su vida, parte hacia Irak como reportero de guerra. En el camino, tropieza con Lyn Cassady (George Clooney), un antiguo militar que formó parte de un grupo especial del ejército norteamericano, El Ejército de la Nueva Tierra, que ensayaba con la fuerza de los poderes mentales como arma de combate.
La película se basa, aunque nadie lo diría, en hechos reales recogidos en un best seller de Jon Ronson. De tintes casi surrealistas, el argumento no deja de sorprender a cada paso que da y nos mete de lleno en una historia casi ridícula que, sin embargo, está sembrada de algunos destellos brillantes. Con simpáticas alusiones a la filosofía hippie (el personaje que interpreta Jeff Bridges, el lider del Ejército de la Nueva Tierra, nos recuerda en muchos detalles a su Lebowski del film de los Coen), a los caballeros Jedi de la Guerra de las Galaxias y una constante crítica de la inteligencia militar, el film posee un humor absurdo y un punto de locura maravilloso pero sin dejarse llevar por los excesos.
Lástima que el director parezca no haber sabido sacar todo el jugo a la trama que, por momentos, decae un poco en cuanto ritmo. Menos mal que el reparto es soberbio y gracias a George Clooney, Jeff Bridges, Ewan McGregor y Kevin Spacey la película se sobrepone a sus pequeños defectos. Sobre todo, Clooney está pletórico y muy convincente dando vida a un personaje ciertamente cómico pero que, con su presencia, adquiere tintes quijotescos.
Una película cuando menos original que, sin ser del todo redonda, resulta bastante amena y, por momentos, genial.
Al final la viste ;-)
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