Dirección: John Ford.
Guión: Dudley Nichols (Novela: Liam O´Flaherty).
Música: Max Steiner.
Fotografía: Joseph H. August.
Reparto: Victor McLaglen, Heather Angel, Preston Foster, Margot Grahame, Wallace Ford, Una O´Connor.
Primer Oscar para el director John Ford gracias a este film ambientado en su bien amada Irlanda.
Gypo Nolan (Victor McLaglen), ex miembro del I.R.A., es un pobre diablo sin oficio ni dinero. Para intentar contentar a su novia y aliviar la miseria en que viven, delatará a un miembro del I.R.A. amigo suyo y así poder hacerse con las 20 libras de la recompensa.
Con el tema de la sublevación irlandesa a la ocupación inglesa, John Ford realiza un emotivo retrato de un hombre básicamente bueno, pero al que su poca inteligencia y el deseo de complacer a su chica le llevan a realizar un acto despreciable. Antes que en la vertiente política del tema, Ford prefiere centrarse en el alma de este hombretón, encarnado de manera prodigiosa por uno de los asiduos secundarios del director y que logrará el Oscar al mejor actor por su conmovedora interpretación. A pesar de que su traición provocará la muerte de su amigo, la mirada comprensiva de Ford hace que nos apiademos de este ser simple y, en el fondo, con deseos de nobleza, al que no es posible hacer del todo responsable de sus actos. La inflexibilidad del I.R.A. respecto a él, si bien se comprende, no deja de parecernos fría y mecánica, injusta al fin y al cabo con una persona inferior y no muy inteligente.
La película, de 1935, se resiente un poco de su edad en los decorados y algunos detalles que nos remiten aún a la estética del cine mudo. Aún no es el Ford de los encuadres poéticos y de obras grandiosas posteriores, pero en esencia ya tenemos los elementos que harán de este director unos de los más grandes, en especial esa ternura hacia sus personajes, esa mirada comprensiva y redentora que se plasma manifiestamente en un final un tanto excesivo y quizá algo pasado ya, con la necesidad del perdón redentor para que el delator pueda partir en paz.
Una pequeña obra maestra con la mirada sabia de un director excepcional.
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