El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

domingo, 19 de agosto de 2018

Adiós pequeña, adiós



Dirección: Ben Affleck.
Guión: Ben Affleck y Aaron Stockard (Novela: Dennis Lehane).
Música: Harry Gregson-Williams.
Fotografía: John Toll.
Reparto: Casey Affleck, Michelle Monaghan, Ed Harris, Amy Ryan, Karen Ahern, Carla Antonino, John Ashton, Morgan Freeman.

Una niña de cuatro años es secuestrada en uno de los barrios más pobres de Boston. Los tíos de la pequeña contratan a una pareja de detectives privados para que les ayuden en la búsqueda.

Debut en la dirección del actor Ben Affleck que, además, participa en la elaboración del guión. Quizá por esa sobrecarga de trabajo no extraña que no sea él el protagonista, aunque para ello recurrió a su hermano Casey.

Adiós pequeña, adiós (2007) llama la atención, en primer lugar, por la realista y eficaz puesta en escena, que la aleja de los típicos films preciosistas y estéticamente cuidados para ofrecernos un punto de vista mucho más auténtico. Por momentos, casi olvidamos que estamos ante una obra de ficción. El retrato del barrio marginal en el que transcurre la acción, y especialmente de sus habitantes, transmite autenticidad por los cuatro costados. Hasta llegué a preguntarme si todos los que salen en la película son verdaderos actores o simples personas anónimas reclutadas para pequeñas apariciones.

En cuanto a los actores principales, creo que su trabajo es bastante bueno, especialmente de los veteranos, como Ed Harris, impecable, o Morgan Freeman, con una aparición bastante corta, es cierto, pero siempre convincente. Casey Affleck no está mal, aunque sin llegar a entusiasmarme. Me gustó mucho más Michelle Monaghan o Amy Ryan, la madre drogadicta de la pequeña secuestrada, que borda el papel, hasta el punto de haber sido nominada al Oscar como mejor secundaria.

Pero es que la historia no se merece otra puesta en escena: la sórdida trama, la marginalidad, la miseria en que transcurre la búsqueda de la niña nos llevan a lo peor de la sociedad, a un mundo de perdedores, de miserables, de criminales sin escrúpulos, de gente mala, terriblemente mala. Y todo eso no admite más que esa puesta en escena, donde llegamos a respirar la podredumbre y el asco que nos produce lo que vemos en la pantalla en muchas secuencias. Eso sí, el director, en una muestra de elegancia, evita la recreación en los detalles más sórdidos.

El trabajo de Ben Affleck detrás de la cámara también es impecable. Me gustó la elegancia con la que filma las secuencias, el acertado uso de unos primeros planos muy cerrados, pero certeros, y el ritmo a veces casi ceremonioso que no nos deja escapar del ambiente que describe. Es todo un acierto y demuestra un dominio de su oficio que no parece el de un debutante.

Pero el plato fuerte está en la historia que cuenta o, quizá, en los protagonistas. Porque el retrato de los detectives privados es impecable, así como de los policías o de la familia de la niña y, por descontado, del resto de personajes que pululan por la historia: drogadictos, borrachos, enfermos mentales, degenerados, pordioseros, ... Es el punto fuerte de Adiós pequeña, adiós, el fiel reflejo de un mundo al que no nos gustaría visitar, pero que está ahí y en el que se detiene el director para darle solidez al relato, hasta el punto que en muchos momentos no es la investigación lo que nos ocupa, sino el dónde, el quién. El thriller se convierte en un film social, en un retrato de los desheredados, de los marginales que a nadie importan, ni a ellos mismos. Esa es la fuerza y lo novedoso de esta historia.

Porque la investigación en sí de la desaparición de la niña es, al final, casi lo menos importante. Incluso, es por aquí por donde le podemos poner algún pero al trabajo de Affleck. Y es que la trama pierde fuerza en muchos momentos, eclipsada por el retrato social, y cuando se retoma, lo hace de manera un tanto forzada, no del todo convincente, precipitadamente incluso. Y para rematarlo todo un poco más, el desenlace se alarga de manera un tanto forzada, con comportamientos extraños, deducciones surgidas como de la nada y, finalmente, un descubrimiento sorprendente, que cuesta asimilar, y que parece casi como una especie de truco de magia, de sorpresa inesperada que cuesta asimilar del todo.

Lo mejor de este desenlace, sin embargo, es la reflexión final que nos provoca: ¿qué es lo mejor para un niño que vive en la marginación?, ¿quién tiene moralmente la capacidad de decidir?, ¿es lo más justo lo mejor? Se agradece que un film de este corte sea capaz de sacar a la luz algo más que una trama policíaca y nos lleve a estas y otras reflexiones a las que es difícil responder sin dejarnos muchas dudas pendientes.

Sin ser un film redondo, Adiós pequeña, adiós contiene muchas cosas notables que merecen destacarla por encima de la media. Veremos si Ben Affleck continúa por este camino. De ser así, podemos estar ante el descubrimiento de un director sensible y con mucho oficio.

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