Dirección: Alfred Hitchcock.
Guión: Sidney Gilliat y Joan Harrison (Novela: Daphne Du Maurier).
Música: Eric Fenby.
Fotografía: Harry Stradling Sr. y Bernard Knowles (B&W).
Reparto: Charles Laughton, Maureen O´Hara, Robert Newton, Leslie Banks, Marie Ney, Horace Hodges, Hay Petrie, Frederick Piper, , Herbert Lomas, Clare Greet, Wylie Watson.
Posada Jamaica (1939) es la última película de la etapa inglesa de Alfred Hitchcock y está coproducida por el propio Charles Laughton. Basada en una obra de Daphne du Maurier, curiosamente como la siguiente película de Hitchcock, Rebeca (1940), su primer film americano, el film cuenta la llegada de una joven huérfana desde Irlanda a Cornouailles, Mary (Maureen O'Hara), para reunirse con su tía Patience (Marie Ney), su único pariente vivo. Ella está casada con Joss (Leslie Banks), que regenta la "Posada Jamaica". Pero en realidad, Joss es el jefe de una banda de rufianes que se dedican a hacer naufragar barcos, matando a los supervivientes, para hacerse con el cargamento.
El director inglés no se mostraba muy satisfecho con este film. Tal vez porque no tuvo todo el control que quería sobre el argumento. Charles Laughton, deseoso de contar con más minutos, hizo modificar el guión y el resultado desagradaba a Hitchcock ya que, decía el director, no era lógico que el juez de paz y cerebro de la banda de Joss se pusiera en peligro apareciendo por la posada. Lo coherente hubiera sido que no apareciera por allí hasta el final; por eso Hitchcock lamentaba la presencia de Laughton en el papel de Humphrey Pengallan, al que achacaba también un comportamiento no fue muy profesional durante el rodaje. Me llama un tanto la atención esta queja por parte de Hitchcock, pues si algo criticaba con frecuencia era a esos críticos que solían menoscabar sus películas en base a la poca rigurosidad de sus argumentos.
Sea como fuere, la presencia de Laughton no cabe duda que enriquece la película. Su interpretación, a pesar de una caracterización un tanto excesiva, es poderosa y como siempre compone un personaje con gran fuerza que acapara la pantalla. Lo mismo que la hermosa Maureen O'Hara, en el debut de su carrera en el cine. De hecho, su belleza cautivó de tal modo a Charles Laughton que la recomendó a la RKO, comenzando con Esmeralda la zíngara (1939) su carrera en Hollywood. También fue Laughton el que le propuso cambiar su apellido, FritzSimons, por el de O'Hara.
Posada Jamaica, a pesar de la opinión de su director, es un film que funciona bien: mantiene la intriga y la emoción en todo momento, no tiene ni un instante de transición, ningún tiempo muerto y, aunque técnicamente se nota mucho la precariedad de los medios de la época, está muy bien filmada, tanto por el ambiente tenebroso general como en las escenas de tormenta y naufragio. La película, además, tuvo una muy buena acogida por parte del público en su momento.
El director inglés no se mostraba muy satisfecho con este film. Tal vez porque no tuvo todo el control que quería sobre el argumento. Charles Laughton, deseoso de contar con más minutos, hizo modificar el guión y el resultado desagradaba a Hitchcock ya que, decía el director, no era lógico que el juez de paz y cerebro de la banda de Joss se pusiera en peligro apareciendo por la posada. Lo coherente hubiera sido que no apareciera por allí hasta el final; por eso Hitchcock lamentaba la presencia de Laughton en el papel de Humphrey Pengallan, al que achacaba también un comportamiento no fue muy profesional durante el rodaje. Me llama un tanto la atención esta queja por parte de Hitchcock, pues si algo criticaba con frecuencia era a esos críticos que solían menoscabar sus películas en base a la poca rigurosidad de sus argumentos.
Sea como fuere, la presencia de Laughton no cabe duda que enriquece la película. Su interpretación, a pesar de una caracterización un tanto excesiva, es poderosa y como siempre compone un personaje con gran fuerza que acapara la pantalla. Lo mismo que la hermosa Maureen O'Hara, en el debut de su carrera en el cine. De hecho, su belleza cautivó de tal modo a Charles Laughton que la recomendó a la RKO, comenzando con Esmeralda la zíngara (1939) su carrera en Hollywood. También fue Laughton el que le propuso cambiar su apellido, FritzSimons, por el de O'Hara.
Posada Jamaica, a pesar de la opinión de su director, es un film que funciona bien: mantiene la intriga y la emoción en todo momento, no tiene ni un instante de transición, ningún tiempo muerto y, aunque técnicamente se nota mucho la precariedad de los medios de la época, está muy bien filmada, tanto por el ambiente tenebroso general como en las escenas de tormenta y naufragio. La película, además, tuvo una muy buena acogida por parte del público en su momento.
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