El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

miércoles, 8 de febrero de 2023

Aliens: El regreso



Dirección: James Cameron.

Guión: James Cameron (Historia: James Cameron, David Giler y Walter Hill).

Música: James Horner.

Fotografía: Adrian Biddle.

Reparto: Sigourney Weaver, Michael Biehn, Paul Reiser, Lance Henriksen, Carrie Henn, Bill Paxton, William Hope, Ricco Ross, Al Matthews, Jenette Goldstein, Mark Rolston, ColetteHiller, Daniel Kash. 

Ellen Ripley (Sigourney Weaver), única superviviente de la tripulación de la nave Nostromo atacada por un alien, es rescatada tras vagar por el espacio durante cincuenta y siete años. En ese tiempo, una colonia humana se ha establecido en el planeta donde habían encontrado el alien. Cuando se pierde el contacto con esa colonia, se organiza una misión para averiguar lo sucedido.

Tras el rotundo éxito de Alien: el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) era de suponer que la industria intentaría seguir sacando beneficios de la idea. Hubo que esperar sin embargo hasta 1986 para ver la secuela, Aliens: El regreso.

Esta historia arranca justo donde terminaba la primera, con Ellen Ripley (Sigourney Weaver) viajando por el espacio en la nave auxiliar con la que había abandonado la nave Nostromo. Una vez rescatada, es informada de que en el planetoide donde recogieron al alien hay instalada ahora toda una colonia. Cuando se pierde el contacto con dicha colonia, se organiza una expedición para averiguar qué sucede y Ripley es invitada a ir con ella.

Normalmente, las segundas partes no suelen mejorar al original y en esta ocasión es exactamente lo que sucede. A pesar de los aciertos de James Cameron, que consigue crear un film dinámico, intenso y repleto de tensión y acción, la película se queda en un mero pasatiempo de lujo, pero sin la fuerza que poseía Alien: el octavo pasajero.

La originalidad del film de Ridley Scott ya era un elemento que lógicamente una secuela no podría igualar. Pero además, los alien pierden ahora también gran parte de la terrible fiereza y aura de imbatibilidad que tenían. Si nos fijamos en un solo detalle veremos en parte la explicación: en la primera película un solo alien sembraba el terror en la nave Nostromo y aniquilaba a la tripulación rápida e implacablemente. Ahora Ripley no se enfrenta a un solo bicho, sino a más de un centenar y cuenta con la ayuda de un grupo de marines altamente preparados y armados. Y no solo Ripley escapa de los aliens, sino que es capaz de regresar a buscar a la pequeña Newt (Carrie Henn), única superviviente de la colonia, y de paso cargarse a la reina alien.

Todo el misterio y la fuerza de los bichos salta por los aires, pero además la película deriva claramente en un film de acción pura y dura, con los consabidos clichés del género, evidentes y casi sonrojares con el grupo de marines, donde se podría sustituir a los aliens por cualquier otra amenaza y nada habría cambiado sustancialmente en cuanto al argumento y desarrollo. 

Además, aparecen otros elementos meramente ornamentales que suelen poblar los films de acción y son como una especie de muletillas que, de tan vistos, rompen cualquier intento de originalidad. El primero, la presencia de la niña, con esa nota tierna y que además se va a utilizar para alargar la acción con el rescate final. O también tenemos al androide Bishop (Lance Henriksen) cuya utilidad última en la historia es rehabilitar la figura del androide que había quedado muy mal parada en la primera entrega. Algo parecido, si lo pensamos bien, a lo que sucedía en Terminator 2: el juicio final (1991) donde el protagonista esta vez era el bueno, en contraposición al de Terminator (1984). Y curiosamente el director de estas dos películas es también James Cameron, que parece fiel a sus fórmulas.

Por lo tanto, tenemos que esta secuela no solamente carece de la intensidad, el terror y el suspense de la primera, sino que deriva ya hacia fórmulas más rutinarias y contiene componentes moralistas y dramáticos que destrozan el espíritu del film de Ridley Scott.

Pero cuidado, que no estoy diciendo con todo ello que Alien : El regreso sea una mala película. Sus méritos son notables, especialmente un ritmo implacable una vez superada la presentación del conflicto, con una sucesión de enfrentamientos de los protagonistas con los aliens que no nos da ni un instante de respiro. Además, James Cameron demuestra su buen hacer tras la cámara, creando un torbellino de imágenes impactantes y creando un ambiente claustrofóbico que nos tiene atenazados casi todo el rato. 

En cuanto al reparto, considero que baja de nivel en comparación al de la primera entrega, incluso Sigourney Weaver, menos convincente que antes. Quizá Lance Henriksen y la pequeña Carrie Henn resulten al final los más convincentes, junto a Weaver.

Aliens: El regreso es una buena cinta de acción, sin duda. Pero se queda muy lejos de Alien: el octavo pasajero, una obra maestra cuya secuela (y otras más que siguieron) solamente se justifican desde un punto de vista mercantilista. Pero, claro, el cine también es una industria.

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