El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

jueves, 23 de febrero de 2023

Please Turn Over



Dirección: Gerald Thomas.

Guión: Norman Hudis (Obra: Basil Thomas).

Música: Bruce Montgomery.

Fotografía: Ted Scaife (W&B).

Reparto: Ted Ray, Jean Kent, Leslie Phillips, Joan Sims, Julia Lockwood, Tim Seely, Charles Hawtrey, Dilys Laye, Lionel Jeffries. 

La joven Jo (Julia Lockwood) lleva una vida rutinaria con su familia en su pequeño pueblo. Hasta el día en que se publica un libro suyo que alterará por completo a todo el vecindario.

Maravillosa comedia que desconocía y que ha supuesto todo un descubrimiento.

Please Turn Over (1959) narra las increíbles consecuencias que provoca la novela de Jo en su pueblo. El libro, totalmente inventado, narra las aventuras amorosas de unos personajes inspirados en su familia y vecinos del lugar, pero no tienen ninguna base real. Sin embargo, como es de suponer, los vecinos no lo ven así y se imaginan que la jovencita Jo no está sino contando lo que ella conoce de primera mano.

De inmediato, su familia se verá afectada por el libro, pasando a ser objeto de cotilleos por parte de todo el pueblo, al igual que el doctor Henry Manners (Leslie Phillips), otro de los que supuestamente se cuentan intimidades en la novela y que incluso pretende demandar a la familia de Jo al quedar su reputación en entredicho.

Sin embargo, en un inesperado e ingenioso giro de los acontecimientos, finalmente la publicación del libro terminará por ser beneficiosa para los implicados, ayudándoles a reconocerse sin disimulos, aceptándose y asumiendo sus sentimientos.

Se puede enfocar también el argumento como una crítica hacia la curiosidad malsana innata a la naturaleza humana o como algo mal interpretado puede arruinar la vida de personas honestas. Y aunque algo hay de todo ello en la película, lo importante es más bien el desenlace: cómo de una adversidad puede surgir algo positivo y es que Please Turn Over es un film amable y optimista por encima de todo.

Es verdad que el arranque de la película es un tanto lento y cuesta meterse en una historia que no parece demasiado prometedora, pero el interés va creciendo con los minutos y especialmente la segunda mitad de la película resulta especialmente brillante, con unos diálogos plenos de ingenio y unos personajes que, desde la palidez del comienzo, van ganando en profundidad hasta llegar a convertirse en entrañables, con sus defectos, sus miedos, necesidades y esperanzas. Y aquí está la clave de esta comedia: saber crear personajes profundos, mirando hacia su interior con sinceridad, cariño y sensibilidad, esto es lo que termina de redondear una historia en apariencia intrascendente para convertirla en un tierno recorrido por la naturaleza humana, con sus miserias y sus grandezas, terriblemente inteligente y, sobre todo, muy, muy divertida.

Realmente es fantástico comprobar como el talento puede sacar un resultado así con tan pocos y sencillos elementos. Please Turn Over es todo un manual de comedia inteligente.

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