El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

viernes, 24 de febrero de 2023

Pasaba por aquí



Dirección: Babak Anvari.

Guión: Babak Anvari y Namsi Khan.

Música: Isobel Waller-Bridge.

Fotografía: Kit Fraser.

Reparto: George MacKay, Percelle Ascott, Kelly Macdonald, Hugh Bonneville, Varada Sethu, Franc Ashman, Anthony Calf.

Toby (George MacKay) y Jay (Percelle Ascott) son dos grafiteros que asaltan casas de ricos en señal de denuncia dejando siempre el mismo mensaje: I Came By (Pasaba por aquí). Pero un día que Toby entra en casa de un juez retirado (Hugh Bonneville) encuentra algo que no esperaba.

Bien mirado, Pasaba por aquí (2022) no te va a ofrecer nada realmente original en cuanto a argumento, pues el tema del asesino psicópata que lleva una vida intachable de cara a los demás está más que visto. Pero aún reconociendo que la historia se mueve por terrenos harto familiares, hemos visto películas similares que no funcionaban y en cambio Babak Anvari, sin salirse del carril, consigue hacer un film muy interesante.

Quizá lo mejor de todo es que el guión es tan ingenioso que, aún moviéndonos en un terreno muy conocido, nos impide anticiparnos a lo que va a pasar. Normalmente, en este tipo de películas se busca mantener el interés a base de prolongar las situaciones de peligro para el protagonista, que suelen ser momentos que nunca llevan a nada, hasta el desenlace final, que se puede predecir sin problema.

Pero en Pasaba por aquí no podremos nunca estar seguros de nada porque cada situación de peligro para los "buenos" termina realmente mal. Un poco como en Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960), donde la prematura muerte de la protagonista nos dejaba totalmente descolocados, Anvari nos va privando de los elementos de referencia desde muy pronto, de manera que durante toda la película nos movemos en medio de la confusión total, con lo que los momentos de tensión se padecen con total angustia, al no poder estar seguros de su desenlace. Por ejemplo, desde el instante en que Lizzie (Kelly Macdonald), la madre de Toby, entra en casa del juez no podemos apartar la mirada de la pantalla y nuestra angustia crece a cada segundo mientras rezamos porque no sea la próxima víctima. 

Gracias a este simple recurso, Babak Anvari consigue crear un film que nos atrapa casi desde el minuto uno. No necesita recurrir a falsos sustos, amagos o engaños, simplemente con un relato directo e imprevisible nos mantiene en ascuas constantemente.

Además, la película cuenta con un villano realmente aterrador, frío, seguro de sí mismo, implacable y que gana además mucha fuerza gracias a Hugh Bonneville, capaz de helar la sangre con solo una mirada. Y está claro que con un malvado de ese calibre la historia no puede sino funcionar de maravilla.

Tal vez el final sea algo menos potente de lo esperado, pero es evidente que era realmente necesario terminar así la historia, pues todo lo que no siguiera ese camino habría resultado mucho más frustrante.

Bien filmada, con una sucesión precisa de los momentos de tensión, sin tiempos muertos y una elegante puesta en escena, Pasaba por aquí cumple con creces su misión de mantener la tensión en todo momento y resulta un film más que recomendable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario