El cine y yo

Me resulta imposible imaginar mi vida sin el cine. De alguna manera me ha ido conformando en salas oscuras, donde el universo por entero brillaba ante mí y la realidad, la otra realidad, desaparecía milagrosamente para dar paso a una vida ilimitada. Al menos, cuando yo era niño era así.


Uno de los primeros recuerdos que tengo es de pánico y fascinación. La película se titulaba "Jerónimo" y yo tenía tres años. En un televisor en blanco y negro, con una imagen seguramente bastante pobre, aquella película me aterraba y me atraía en partes iguales, y yo sentía que estaba ante algo que me superaba. Desde entonces, mi vida y el cine han ido de la mano.


El cine me nutría de imágenes que abrían mi imaginación como quién abre una ventana a las montañas. El cine me proporcionaba una vida nueva infinita en aventuras y en heroicidades. El cine era un baúl, un escondite y una fuente. En el misterio estaba la plenitud.


El cine eran las sesiones de los sábados a las cuatro; eran las películas para adultos a las que accedíamos antes incluso de llegar a pisar la adolescencia, con el atractivo inmenso de todo lo prohibido; eran las fichas en cartulinas y los recortes de fotografías; eran los estrenos con colas interminables; era la conversación con aquella chica que me atrapó hasta hacerme olvidar donde estábamos... e incluso fue una declaración de amor.


No puedo imaginarme mi vida sin el cine. Nada sería lo mismo. Dejemos pues que pasen ante nosotros, en palabras, imágenes de toda una vida.

martes, 21 de febrero de 2023

Green Book



Dirección: Peter Farrelly.

Guión: Nick Vallelonga, Brian Currie y Peter Farrelly.

Música: Kris Bowers.

Fotografía: Sean Porter.

Reparto: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Linda Cardellini, Dimiter Marinov, Mike Hatton, Iqbal Theba, Sebastian Maniscalco, P. J. Byrne.

En 1962, el pianista negro Don Shirley (Mahershala Ali) va a realizar una gira por el Sur de los Estados Unidos y busca un chófer para el viaje.

Alabada historia cargada de buenas intenciones, Green Book (2018) es un ejemplo de este cine de alquimista demasiado habitual hoy en día.

Green Book comienza avisando que la historia está basada en hechos reales y con eso parece decirnos que este edulcorado cuento de amistad hay que creérselo porque es verdadero. No digo que no tenga una base real, pero ciñéndonos a cómo está contada, la historia suena a apaño sentimental y moralista, a film pretencioso y lujoso a partes iguales y tengo mis dudas de que la historia real de la relación de los protagonistas fuera como se nos cuenta.

A nivel meramente formal, Green Book es un film que roza la perfección, con una puesta en escena impecable, un desarrollo fluido, una cuidada fotografía y una banda sonora preciosa. Desde este punto de vista, estamos ante una película muy cuidadosamente presentada y con muy buen gusto.

Donde falla el montaje es en su interior. La historia de dos tipos completamente opuestos que terminan fraternizando está muy vista y este guión no ofrece ni una sola muestra de originalidad, siguiendo el perfecto manual del manipulador compulsivo.

De entrada, el retrato que nos ofrece de Tony Lip (Viggo Mortensen), el que será el chófer de Shirley durante su gira, no puede ser más estereotipado: un tipo sin modales, rudo, que no duda en usar la violencia sin miramientos y, además, racista, detalle clave para añadir más trascendencia a su transformación posterior. La escena en que tira a la basura los vasos donde bebieron dos negros es, en su simplicidad, todo un aviso de lo que va a suceder posteriormente. Es un retrato del personaje a base de clichés y por lo tanto no me termina de resultar convincente.

Pero esta manera tan rotunda de perfilar a Tony, sin matices, no ayuda para nada a comprender cómo puede aceptar el trabajo que le ofrece un negro. De la misma manera que choca un poco que Shirley encuentre en ese chulo la mejor opción de todas las barajadas y termine contratándolo.

A partir de ahí, nada que no podamos predecir: un viaje por el Sur profundo y racista de norteamericana es la excusa perfecta para el despliegue de escenas de vejaciones al artista negro, enfrentamientos entre él y Tony y el progresivo acercamiento entre ambos, donde Tony le enseña algunas lecciones vitales a Don Shirley y este, a su vez, le enseña a Tony a renunciar a la violencia y ser un poco más refinado.

La lógica conclusión final es una gran amistad entre esas dos personas tan diferentes que, en su viaje, han aprendido a conocerse y a respetarse. La aclaración final de que siguieron siendo amigos hasta su muerte es la guinda a tan empalagoso y predecible pastel.

Entiendo que mi visión suena un tanto cínica. ¿Me molesta ver una bonita historia de amistad? No, no se trata de eso. Se trata se que me parece que se me está manipulando calculadamente, de que no hay nada realmente original y sincero en toda la historia. Me parece que Peter Farrelly, con el precedente de Algo pasa con Mary (1998), una comedia tan comercial como estúpida, ahora pretende pasarse al lado serio de la industria, ganarse un nombre de director de calidad, pero lo hace sin nada personal que aportar, sin talento, sino a base de tópicos, de sensiblería, de saber qué teclas ha de tocar para llevarnos de la mano por un camino rosa de justicia social, amistad y hermosos sentimientos.

La escena final, cuando Don se presenta en casa de Tony y, tras unos segundos de calculado suspense, es bien recibido por los racistas familiares de Tony ejemplifica de sobra cuánto de tramposo hay en el relato de Farrelly. 

En cambio, todo ello no debe de impedirnos reconocer el excelente trabajo de los dos protagonistas, especialmente de Mahershala Ali, al que no conocía y que me ha sorprendido muy gratamente, a pesar de que su personaje se mueve en un limbo de contradicciones y comportamientos extraños que no ayudan demasiado a hacerse una idea de cómo encarnarlo. Su Oscar al mejor actor de reparto me parece un más que merecido reconocimiento a su excelente trabajo.

Green Book además se hizo con el Oscar a mejor película y mejor guión, lo que no deja de ser un claro índice de por dónde se mueve el cine en la actualidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario